lunes, 23 de febrero de 2009

Salida a Santa Fe

Como ya anunciamos la semana pasada, el pasado domingo 21 "perpetramos" una de las salidas que se han convertido en un clásico del invierno, la del Coll de Ravell y Santa Fe.

Salimos de Fabra i Puig a las nueve los amigos Rafa, Carlitos, Miguel, Xavi, Carles y Rubén del Provençalenc y Lluís y Xavi del Montjuïc. Vamos tirando a ritmo tranquilo por la carretera de La Roca donde se Rafa para y también donde encontramos a Álex y su amigo Raúl, que vienen desde l'Ametlla y nos acompañarán hasta el Coll de Ravell. A esta hora la temperatura era bastante fresca y el cielo estaba encapotado, pero durante la mañana las nubes se fueron y dejaron un día soleado casi de primavera.

Continuamos por la carretera de Cardedeu, Llinars y Vilalba Sasserra hasta llegar a Sant Celoni. Por aquí, algún elemento del grupo ya empieza a acelerar el ritmo un poco más seriamente. En Sant Celoni nos abandonan Carlitos y Miguel, que volvieron a Barcelona por la carretera de la costa subiendo Collsacreu.

Los demás seguimos hasta Riells i Viabrea donde dejamos la carretera general para seguir por Breda y subir el Coll de n'Orri, un pequeño alto donde el amigo Álex González dejó patente su gran momento de forma subiéndolo todo a plato y poniendo en dificultades a más de uno.

Seguimos hasta Arbúcies y aquí nos enfrentamos a la primera dificultad seria del día, el Coll de Ravell, un puerto de unos 12 kilómetros no demasiado duros pero con una zona dura sobre el 7 y los últimos mil metros con una recta "divertida" que se engancha bastante.

Arriba, reagrupamos en el restaurante: punto estratégico en el km 85. Nos apalancamos un buen rato mientras damos cuenta de unos bocatas de buti, lomo-queso y tortilla con sus correspondientes bebidas y cafés. Después de despedir a Álex y Raúl -que bajan por donde hemos venido-, de una foto de recuerdo y de abrigarnos bien, volvemos a la bici para bajar un par de kilómetros y atacar la segunda dificultad del día, Santa Fe del Montseny.

Aquí, después del cruce a Viladrau, empiezan unos kilómetros duros y cada uno va a su ritmo, disfrutando del paisaje todavía con bastante nieve. Arriba reagrupamos, nos volvemos a abrigar y 25 kilómetros de divertida bajada hasta Sant Celoni.

Desde aquí, vuelta contra el viento por la carretera de Vilalba, Llinars, Cardedeu, La Roca... con algunos problemas de calambres en las patas para algunos, hambre para otros... En fin, que llegamos a Barcelona sobre las cinco de la tarde con unos 180 kilómetros y casi 2.000 metros de desnivel que seguro repetiremos el próximo invierno.

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