lunes, 31 de marzo de 2008

Memorial Polo 2008

José Leal, uno de nuestros amigos de la zona centro, nos envía una supercrónica de lo que fue su participación en la primera puntuable de la Copa de España Ciclomaster, el Memorial Polo 2008, celebrado el pasado domingo 30 de marzo en la localidad toledana de Pepino.

¡¡¡Felicidades José por el resultado y que sigan las buenas carreras!!!


Por la mañana hace bastante fresquete. He quedado con Jacob para irnos hasta Pepino calentando y cuando llegamos allí nos encontramos a todos los fieras ya calentando.

La salida estaba prevista para las 10:30 pero, como en la mayoría de las carreras, se sale 15 minutos más tarde. Por lo que he visto hoy en la crónica de la página de la federación, 170 tíos. El pelotón era una pasada, unas bicicletas de infarto. Llegué a ver aun tío con un cuadro Cervélo R3 SL montado con las Lightweight de perfil bajo delante y las de perfil alto atrás.

Nos dirigimos hacia Castillo de Bayuela a mil por hora y ya se empiezan a formar algunas escapadas de las cuales solo es positiva una. En la subida de Bayuela ya se quedan algunos. Jacob y yo en todo momento tratábamos de ir en la cabeza, porque a esas velocidades la verdad es que da mucho respeto ir metido en el pelotón. Por lo que me comenta Jacob, llegamos al cruce para Pelaustan con 41 kms/h de media y, sorpresa mía, fue cuando vi que en ese repecho que bien conocen algunos no abrían el grifo.

En esos kilómetros la cosa va dentro de lo que cabe tranquila, aunque se sigue quedando gente. Va por delante una escapada interesante y no hay organización para tirar. En ese momento paso un poco de miedo porque se ven reventones de cubiertas y algunas caídas, entre ellas la del artista de la Cervélo. Pobrecitas las ruedas, me dolió hasta en el alma.

Llegamos a la parte más dura de la carrera. Encaramos la subida del Real por detrás y ahora es cuando la cosa se empieza a poner seria, todos enfilaos. Llegamos a la gasolinera unas treinta unidades. Mi buen amigo Jacob se descuelga y coje su marcheta. Yo, apretando con todas mis ganas, consigo aguantar, pero ésto no se ha terminado todavía. Empezamos la subida del Piélago a una velocidad vertiginosa. Van en busca de unos escapados y, cuando el grupo iba por unas quince unidades ya no puedo más y me descuelgo pero no me entrego. Tengo que dejar el listón bien alto por los fieras de Talavera.

Consigo mantener a ese grupo a unos treinta segundos y la sorpresa es mía cuando veo que se empieza a descolgar más gente. Yo, consiguiendo aguantar una velocidad de 20 ó 21 kms/h, empiezo a coger despojos del escaso grupo. Llego arriba extasiado y ¡problema! Me empiezan a amagar calambres (típico en mí) pero decido tirarme a tumba abierta.

En la bajada se forma la escapada buena. Seis primero y luego cuatro y después un grupo en el que voy yo y se hace bastante grande ya en Navamorcuende (unos treinta). En todo momento voy flipando de la carrera que me esta saliendo, pero mi mayor preocupación eran los calambres.

Jose es el del casco azul, maillot amarillo y blanco y culotte verde (aquí lleva buena cara, jeje). Más imágenes de la carrera en este enlace

Nos encaramos hacia Marrupe y literalmente se vuela. Llegamos al repecho de antes de Cervera y ahí me tengo que emplear a fondo. Con unos calambres de infarto consigo aguantar a un grupo que cada vez es más pequeño. En los repechos que hay después de Cervera otro más de lo mismo. Estoy lleno de calambres. Apenas puedo mover las piernas pero, al empezar la bajada que da acceso al cruce de Pepino, empiezo a notar un subidón de adrenalina que te cagas y, antes de entrar en el pueblo, pega un estacazo un tío del equipo Endesa.

Veo que no tira nadie a por él y, en décimas de segundo, meto la tuerca y voy a por él. Cogemos unos cien metros y entramos en el pueblo a mil, pasando por todos los putos badenes. Veo la pancarta de meta y me pongo a esprintar. ¡¡¡Dios!!! Por que poquito en los últimos metros nos coje el grupo, pero con la propia inercia que llevo consigo entrar entre los cinco primeros (todavía no sé con exactitud el puesto que hice).

Os podéis imaginar la satisfacción con la que terminé la carrera. Jacob entró a unos cinco minutos, pero con muy buenas sensaciones. Estoy muy orgulloso del papel que hemos hecho los Talaveranos en esta carrera.

Este día para mí ha sido muy importante y este año espero hacer cosas mejores incluso. Se lo dedico a todos aquellos que entrenáis a menudo conmigo y compartís duros pero muy buenos momentos...

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