El próximo domingo 6 de julio el CCP visitará la población de Monistrol de Montserrat. Para los que quieran subir al Monasterio de Montserrat, sabed que el horario previsto se adelanta una hora con respecto lo anunciado en el boletín de excursionismo: la salida desde el punto habitual será a las 6:30 de la mañana (y no a las 7:30). Para los que no quieran ascender y se queden en Monistrol, la salida será a las 8:00 horas.
El recorrido será el tradicional, saliendo por la Diagonal y siguiendo por Esplugues, Molins de Rei, Pallejà, Sant Andreu de la Barca, Martorell, carretera de les Carpes, Olesa y Monistrol. La vuelta será por el Collet de la Bauma, Torreblanca, Terrassa, Torrebonica, Sabadell, Barberà, Cerdanyola, Montcada y Barcelona.
lunes, 30 de junio de 2008
Próxima reunión de Junta
Os informamos que la siguiente reunión de la Junta será el miércoles 2 de julio en el local social de la calle Bilbao 220 (Ludoteca del Clot) de 18:30 a 20:30 horas.
domingo, 29 de junio de 2008
Triatló B de Banyoles 2008
Hoy domingo, desafiando al calor veraniego y horas antes de la ya histórica victoria de la selección española en la final de la Eurocopa, tres socios del CCP participaron en la tercera edición del Triatló de Banyoles de distancia "B" (2,2 kms natación, 80 kms ciclismo, 20 kms carrera a pie).
Miquel Lapedriza, Xavi Martín y Òscar Gómez Pau dieron lo mejor de sí mismos y consiguieron acabar en menos de cinco horas los recorridos. ¡Muchas felicidades!
69. Miquel Lapedriza (Tri Cariñena-BCN) 4h27 0h47 2h08 1h32
133. Xavi Martín Ensenyat (Tri Cariñena-BCN) 4h50 0h46 2h22 1h41
149. Òscar Gómez Pau (Tri Cariñena-BCN) 4h55 0h45 2h29 1h40
Tenéis crónica en el blog Sprintcraig: tornant a la competició y en el blog del Triatló Cariñena BCN.
Miquel Lapedriza, Xavi Martín y Òscar Gómez Pau dieron lo mejor de sí mismos y consiguieron acabar en menos de cinco horas los recorridos. ¡Muchas felicidades!
69. Miquel Lapedriza (Tri Cariñena-BCN) 4h27 0h47 2h08 1h32
133. Xavi Martín Ensenyat (Tri Cariñena-BCN) 4h50 0h46 2h22 1h41
149. Òscar Gómez Pau (Tri Cariñena-BCN) 4h55 0h45 2h29 1h40
Tenéis crónica en el blog Sprintcraig: tornant a la competició y en el blog del Triatló Cariñena BCN.
Europolyb 2008
Nuestros socios Frank y Montse encadenaron la semana pasada la Treparriscos en Huesca con la segunda edición de los Juegos Europeos de Policías y Bomberos Europolyb 2008 celebrados en la localidad gallega de Pontevedra.
Como siempre, buenos resultados con medallas incluidas en bici de montaña, bici de carretera y duatlón. Podéis ver un resumen en el blog Somos una Banda.
Como siempre, buenos resultados con medallas incluidas en bici de montaña, bici de carretera y duatlón. Podéis ver un resumen en el blog Somos una Banda.
miércoles, 25 de junio de 2008
Guadalajara-Talavera
Mientras muchos estábamos "en capilla" para participar en la Quebrantahuesos 2008, nuestro amigo Javi Serrano tenía entre manos otro reto: volver a unir las ciudades manchegas de Guadalajara y Talavera de la Reina. Pero nada de seguir el recorrido más corto, había que pasar por Segovia y Ávila para sumar nada menos que 320 kilómetros. Aquí su crónica de la aventura.
Son las 5:00 horas. Suena el despertador. Me levanto como un día cualquiera, haciendo un desayuno lo más completo posible, a base de zumo, fruta, tostadas y cereales con leche. Pero hoy no es un día cualquiera. Atrás quedan semanas en las que tenía en mente semejante reto. Unas veces por la climatología, tan caprichosa esta primavera, y otras por problemas físicos, he tenido que ir retrasándolo.
He dejado preparado por la noche todo lo que me pensaba llevar en los bolsillos, barritas, plátanos, cartera, móvil... Vamos, que menos mal que los bolsillos del maillot son amplios. A las 6:00 horas ya estoy vestido para la faena; me asomo a la ventana y las primeras luces del día asoman por horizonte. Me pongo las zapatillas y el casco. Cojo una luz roja trasera y me dispongo a salir porque, entre que salgo de Guadalajara y me pongo en carretera, ya habrá más luz. Y así, con las primeras luces del alba, me pongo dirección Cabanillas del Campo y, una vez que salga a la N-320 dirección Torrelaguna, ya se me verá con mayor nitidez.
La temperatura es agradable para las horas en las que estoy, 13º C, y voy con un papel de periódico bajo el maillot y los manguitos dados de sí que, cuando no me hagan falta, tiraré. Me doy en las piernas gel calentador, de ese del que te regalan una muestra en alguna marcha y que nunca utilizo. Se me ponen las piernas tan coloradas que casi hasta sirven de luz para iluminar el camino.
Al paso por Torrejón del Rey el sol empieza a asomar y ante mí se muestra una estampa bellísima: el sol saliendo por el este y una luna, casi llena, por el oeste.
Voy rodando a buen ritmo, envuelto en mis pensamientos y atravesando, camino de Torrelaguna, una zona de tráfico, aunque con arcén. El problema es que a veces ese arcén es intransitable, lleno de piedras y gravilla.
Dejo atrás Torrelaguna y el viento que, aunque suave, daba lateral por la derecha, ahora me es favorable. Apenas llevo recorridos 52 kms cuando surge un imprevisto, de los varios que me surgieron: rotura de un radio de la rueda trasera. Tras el cabreo inicial, ya que es un imprevisto que sienta mal, lejos de amilanarme decido seguir, como si no hubiese ocurrido nada. Se me plantean alternativas por si la cosa se tuerce más, como el hecho de que si antes de Navacerrada se rompe otro y no puedo seguir, cojo un cercanías y para casa. Pero eso no va a ocurrir, y menos un día como el de hoy.
Lo más lógico es llegar hasta Segovia y buscar una tienda. Con esas sigo, y en el primer cruce de Guadalix, bajo unas sombras, hago la primera parada técnica del día, esa que sirve para orinar. Aprovecho para untarme protector solar, ya que uno de los temores que tenía era el sol. Ese astro que esta primavera ha brillado, pero por su ausencia. Mi piel, que es muy blanca, enseguida se quema, por lo que no está de más tomar precauciones, llevando en uno de los bolsillos un tubo pequeño que me sirva para toda la jornada.
Prosigo la marcha en dirección al primer escollo del día: el puerto de Navacerrada. Como lo conozco y sé que es duro, lo subo con suma tranquilidad, a una velocidad adecuada a lo que voy a hacer, poniendo en muchas zonas el piñón del 25. Reservar es una de las premisas y, aunque un puerto así no da para reservar mucho, lo subo con ese fin. Tras de mí llevo una legión de admiradoras en forma de nube de moscas, que no hay quien se las quite de encima. Sólo el paso de algunos camiones y autobuses me las quitan de encima.
Corono y me como una barrita de esas que llevan un poco de todo: que si hidratos, que si proteínas, que si sales y vitaminas. Y es que yo de pequeño aprendí uno de los consejos de "Superratón": no me olvido de vitaminarme ni mineralizarme. En una jornada de calor como la que se avecina, es muy importante, hidratarse y además reponer sales y vitaminas que con el sudor se pierden. Así que, aparte de llenar un bote con sales, llevo aparte de más sales, dos barritas con ese suplemento.
Parada en la fuente que hay tras salir de las siete revueltas de Navacerrada y lleno los bidones. Poco a poco llego a la primera estación de la jornada: Segovia. No tenía previsto entrar, sino tocar la campana y continuar, pero el radio roto me obliga a "entrar en boxes". Tras preguntar, me indican una tienda que hay por el centro: bicicletas Sánchez, en la que el dueño Paco me atiende al instante. No tiene radios planos, pero me da igual. La llanta de carbono de perfil alto no es mayor problema para él que, tras dar con el radio adecuado y cambiarme la cabecilla, queda perfectamente reparada para continuar la marcha. Gracias Paco por tu diligencia. Pago y me voy hacia Ávila.
Aquí surge otro imprevisto: el viento. Un fuerte viento frontal me sacude en todos los morros. Sin duda, es uno, por no decir, el mayor enemigo que tengo sobre la bici. Afortunadamente, con el paso de los años, voy llevándolo mejor. Pero hoy no es un día normal. Y tras la desesperación inicial, decido que si no puedes ir a treinta pues vas a veinte y ya llegarás. Dicho y hecho. Entre los repechos que salpica esa carretera y el viento, voy desde antes de Villacastín con el plato pequeño, que en mi caso es muy pequeño: un 34. Pero poco a poco voy llegando al próximo destino: Ávila.
El problema es que la parada en Segovia me retrasó un poco y ahora el viento, me retrasa más. Aún así había previsto llegar a Ávila en torno a las dos de la tarde y llego a las dos y cuarto. Y todo ello bajo un sol de justicia. El calor ha tardado en llegar, pero lo ha hecho, y de qué manera.
Atravieso Ávila, y lo hago desde la parte más alta a la más baja, por lo que puedo relajarme antes de comer. Voy bordeando la muralla, dejándola a mi derecha. Dejo a un lado el famoso paso adoquinado que precede a los finales en Ávila de la Vuelta. Y así, con 201 kms en mis delgadas piernas, llego al avituallamiento deseado.
Entro en el Bar Emiliano y, tras pedir permiso al camarero, dejo la bici en un pequeño reservado que tiene el bar. Ese reservado me sirve para comer, ya que dispone de mesa y sillas. Miro el tablón donde están los bocadillos y me pido un bocata con pan de pueblo, muy crujiente, de cinta de lomo. Lo pido con todos los extras, como los coches: con queso, tomate y pimientos. Refresco para no añusgarme y helado de turrón de postre.
Ahí estuve por espacio de media hora, tras la cual, me vuelvo a untar protector solar y carretera y manta. Ahora el destino es Talavera y tengo previsto ir por la Paramera. Pero una cosa es lo que tenía previsto y otra lo que hice. Ahora os cuento.
Tras emprender de nuevo la marcha, sigo la indicación de Toledo, pues pensaba ir hasta San Martín de Valdeiglesias y de ahí hasta El Real de San Vicente. En esas estoy, cuando doy por hecho que he cogido la carretera de Toledo, pues la última indicación que vi era en esa dirección.
Llevo unos kilómetros y un compañero del pedal se pone a mi altura. Iniciamos la subida a la supuesta Paramera, cuando el ciclista que me acompaña me dice que él se da la vuelta en un par de kilómetros, cuando la carretera se estrecha. No me suena que la Paramera se estreche, cuando veo un cartel que indica: Navalmoral y Burgohondo. ¡Me había equivocado de carretera! Precisamente en mis preparativos del reto, había huido de ese trayecto, y no por el puerto de Navalmoral, que no conocía, dicho sea de paso, sino porque después tenía que subir los 15 kms de Mijares, un auténtico primera que, después de tantos kilómetros, no se como sentarían a mis piernas.
El caso es que no voy a darme la vuelta, ya que hasta el cruce quedan ocho kilómetros y sería hacer dieciocho kilómetros extras. Total, que reseteo y decido continuar: así subo Navalmoral, puerto desconocido para mí. Salvo una rampa inicial en torno al 10 %, corta eso sí, el puerto es muy llevadero y con varios descansos. Poco antes de coronar paro en una fuente y lleno los bidones de agua fresca. Una vez en la cima, me encuentro con otro loco de los puertos, que dijo llamarse Guillermo, y que venía de San Sebastián. Nos hicimos unas fotos, una de ellas con un champiñón del tamaño de un puño y tras departir un rato (me dijo que se había subido Peña Negra por la mañana, por sus dos vertientes y el día anterior La Covatilla y la Peña de Francia) me lanzo hacia Burgohondo, tras comer un plátano que tenía de reserva.
Durante la bajada de Navalmoral sopla un fuerte viento de cara que me impide coger mucha velocidad. Y así tras pasar Burgohondo y posteriormente el puente sobre el río Alberche (ganas daban de bajar a pegarse un chapuzón con la cantidad de agua que bajaba) inicio la subida a Mijares. El calor apretaba mucho, pero voy subiendo poniendo una velocidad de crucero muy llevadera, para la cantidad de kilómetros que llevo, en torno a los 240. La verdad es que me alegro de la equivocación, ya que la tranquilidad que llevaba por ahí era indescriptible, y ver como estaba de bonito Mijares no tiene precio. ¡Que bien le ha sentado la primavera! En el puerto más alpino de los que hay en Gredos, es una delicia ver como bajan cantidad de arroyos y regueros por sus laderas. Agua por todos los lados y, al fin y al cabo, vida. Las praderas estaban verdes, como nunca las había visto a estas alturas de año.
Deleitándome con las fabulosas vistas y sensaciones que me ofrece Mijares, corono y me como otra barrita con sales y vitaminas, pues el calor aprieta a base de bien, ya que estoy en torno a las cinco y media de la tarde. Hace tanto calor que apenas se ve el horizonte de la vertiente sur. La bajada es una delicia, y no por el hecho de no tener que dar pedales, sino porque es muy revirada y entretenida. Te hace ir atento, tanto que a la salida de una curva rápida, tengo que clavar los frenos si no me quiero comer unas cabras de un rebaño (la verdad, es que a una pierna de cabrito asada no le hubiese hecho ascos).
Sin darme cuenta, he llegado a una fuente que hay dos kilómetros antes de Mijares, donde paramos habitualmente la grupeta de Talavera, y vuelvo a llenar los bidones. Después del pueblo se entra en una zona arbolada donde se agradecen las sombras, ya que una vez que salga de esta carretera desaparecerán por completo. Atravieso el tramo empedrado de Gavilanes y llego hasta la carretera de Arenas, donde tras unos kilómetros giro a la izquierda hasta la carretera que lleva directo a Talavera.
Sólo queda un escollo delante de mi: subir Carboneros. Es una subida corta, de cuatro kilómetros, pero lo peor está en el kilómetro final, en torno al 8-10 %, y a estas alturas puede convertirse en los "Carboneros". Atravieso Buenaventura y empiezo la subida, y voy bien pese a acercarme ya a los 300 kms. Llego a ese kilómetro duro, precedido de uno bastante suave, y meto todo lo que llevo, subiéndolo con ritmo alegre. Corono y ya sólo me quedan repechos, alguno de ellos pestoso, como es el caso del que hay al atravesar Sotillo de las Palomas.
Ese repecho es especial esta vez, ya que al coronarlo consigo superar los 300 kms. Ese hecho me produce una especie de subidón, que hace que el siguiente, de kilómetro y medio aproximadamente, entre Marrupe y Cervera, lo suba a plato. Parecía que acababa de salir a dar una vuelta.
Sin nada más reseñable entro en Talavera con la alegría del que consigue lograr un reto, con la familia esperando en casa, a los que previamente había dado indicaciones de por dónde iba. En total me salieron 319 kms, con un desnivel acumulado de 4.150 metros. Casi nada. Esa noche recuperé las horas de sueño perdidas en la noche anterior, y al día siguiente estaba como nuevo y más ancho que largo, aunque mi madre sigue pensando que soy un modorro.
Son las 5:00 horas. Suena el despertador. Me levanto como un día cualquiera, haciendo un desayuno lo más completo posible, a base de zumo, fruta, tostadas y cereales con leche. Pero hoy no es un día cualquiera. Atrás quedan semanas en las que tenía en mente semejante reto. Unas veces por la climatología, tan caprichosa esta primavera, y otras por problemas físicos, he tenido que ir retrasándolo.
He dejado preparado por la noche todo lo que me pensaba llevar en los bolsillos, barritas, plátanos, cartera, móvil... Vamos, que menos mal que los bolsillos del maillot son amplios. A las 6:00 horas ya estoy vestido para la faena; me asomo a la ventana y las primeras luces del día asoman por horizonte. Me pongo las zapatillas y el casco. Cojo una luz roja trasera y me dispongo a salir porque, entre que salgo de Guadalajara y me pongo en carretera, ya habrá más luz. Y así, con las primeras luces del alba, me pongo dirección Cabanillas del Campo y, una vez que salga a la N-320 dirección Torrelaguna, ya se me verá con mayor nitidez.
La temperatura es agradable para las horas en las que estoy, 13º C, y voy con un papel de periódico bajo el maillot y los manguitos dados de sí que, cuando no me hagan falta, tiraré. Me doy en las piernas gel calentador, de ese del que te regalan una muestra en alguna marcha y que nunca utilizo. Se me ponen las piernas tan coloradas que casi hasta sirven de luz para iluminar el camino.
Al paso por Torrejón del Rey el sol empieza a asomar y ante mí se muestra una estampa bellísima: el sol saliendo por el este y una luna, casi llena, por el oeste.
Voy rodando a buen ritmo, envuelto en mis pensamientos y atravesando, camino de Torrelaguna, una zona de tráfico, aunque con arcén. El problema es que a veces ese arcén es intransitable, lleno de piedras y gravilla.
Dejo atrás Torrelaguna y el viento que, aunque suave, daba lateral por la derecha, ahora me es favorable. Apenas llevo recorridos 52 kms cuando surge un imprevisto, de los varios que me surgieron: rotura de un radio de la rueda trasera. Tras el cabreo inicial, ya que es un imprevisto que sienta mal, lejos de amilanarme decido seguir, como si no hubiese ocurrido nada. Se me plantean alternativas por si la cosa se tuerce más, como el hecho de que si antes de Navacerrada se rompe otro y no puedo seguir, cojo un cercanías y para casa. Pero eso no va a ocurrir, y menos un día como el de hoy.
Lo más lógico es llegar hasta Segovia y buscar una tienda. Con esas sigo, y en el primer cruce de Guadalix, bajo unas sombras, hago la primera parada técnica del día, esa que sirve para orinar. Aprovecho para untarme protector solar, ya que uno de los temores que tenía era el sol. Ese astro que esta primavera ha brillado, pero por su ausencia. Mi piel, que es muy blanca, enseguida se quema, por lo que no está de más tomar precauciones, llevando en uno de los bolsillos un tubo pequeño que me sirva para toda la jornada.
Prosigo la marcha en dirección al primer escollo del día: el puerto de Navacerrada. Como lo conozco y sé que es duro, lo subo con suma tranquilidad, a una velocidad adecuada a lo que voy a hacer, poniendo en muchas zonas el piñón del 25. Reservar es una de las premisas y, aunque un puerto así no da para reservar mucho, lo subo con ese fin. Tras de mí llevo una legión de admiradoras en forma de nube de moscas, que no hay quien se las quite de encima. Sólo el paso de algunos camiones y autobuses me las quitan de encima.
Corono y me como una barrita de esas que llevan un poco de todo: que si hidratos, que si proteínas, que si sales y vitaminas. Y es que yo de pequeño aprendí uno de los consejos de "Superratón": no me olvido de vitaminarme ni mineralizarme. En una jornada de calor como la que se avecina, es muy importante, hidratarse y además reponer sales y vitaminas que con el sudor se pierden. Así que, aparte de llenar un bote con sales, llevo aparte de más sales, dos barritas con ese suplemento.
Parada en la fuente que hay tras salir de las siete revueltas de Navacerrada y lleno los bidones. Poco a poco llego a la primera estación de la jornada: Segovia. No tenía previsto entrar, sino tocar la campana y continuar, pero el radio roto me obliga a "entrar en boxes". Tras preguntar, me indican una tienda que hay por el centro: bicicletas Sánchez, en la que el dueño Paco me atiende al instante. No tiene radios planos, pero me da igual. La llanta de carbono de perfil alto no es mayor problema para él que, tras dar con el radio adecuado y cambiarme la cabecilla, queda perfectamente reparada para continuar la marcha. Gracias Paco por tu diligencia. Pago y me voy hacia Ávila.
Aquí surge otro imprevisto: el viento. Un fuerte viento frontal me sacude en todos los morros. Sin duda, es uno, por no decir, el mayor enemigo que tengo sobre la bici. Afortunadamente, con el paso de los años, voy llevándolo mejor. Pero hoy no es un día normal. Y tras la desesperación inicial, decido que si no puedes ir a treinta pues vas a veinte y ya llegarás. Dicho y hecho. Entre los repechos que salpica esa carretera y el viento, voy desde antes de Villacastín con el plato pequeño, que en mi caso es muy pequeño: un 34. Pero poco a poco voy llegando al próximo destino: Ávila.
El problema es que la parada en Segovia me retrasó un poco y ahora el viento, me retrasa más. Aún así había previsto llegar a Ávila en torno a las dos de la tarde y llego a las dos y cuarto. Y todo ello bajo un sol de justicia. El calor ha tardado en llegar, pero lo ha hecho, y de qué manera.
Atravieso Ávila, y lo hago desde la parte más alta a la más baja, por lo que puedo relajarme antes de comer. Voy bordeando la muralla, dejándola a mi derecha. Dejo a un lado el famoso paso adoquinado que precede a los finales en Ávila de la Vuelta. Y así, con 201 kms en mis delgadas piernas, llego al avituallamiento deseado.
Entro en el Bar Emiliano y, tras pedir permiso al camarero, dejo la bici en un pequeño reservado que tiene el bar. Ese reservado me sirve para comer, ya que dispone de mesa y sillas. Miro el tablón donde están los bocadillos y me pido un bocata con pan de pueblo, muy crujiente, de cinta de lomo. Lo pido con todos los extras, como los coches: con queso, tomate y pimientos. Refresco para no añusgarme y helado de turrón de postre.
Ahí estuve por espacio de media hora, tras la cual, me vuelvo a untar protector solar y carretera y manta. Ahora el destino es Talavera y tengo previsto ir por la Paramera. Pero una cosa es lo que tenía previsto y otra lo que hice. Ahora os cuento.
Tras emprender de nuevo la marcha, sigo la indicación de Toledo, pues pensaba ir hasta San Martín de Valdeiglesias y de ahí hasta El Real de San Vicente. En esas estoy, cuando doy por hecho que he cogido la carretera de Toledo, pues la última indicación que vi era en esa dirección.
Llevo unos kilómetros y un compañero del pedal se pone a mi altura. Iniciamos la subida a la supuesta Paramera, cuando el ciclista que me acompaña me dice que él se da la vuelta en un par de kilómetros, cuando la carretera se estrecha. No me suena que la Paramera se estreche, cuando veo un cartel que indica: Navalmoral y Burgohondo. ¡Me había equivocado de carretera! Precisamente en mis preparativos del reto, había huido de ese trayecto, y no por el puerto de Navalmoral, que no conocía, dicho sea de paso, sino porque después tenía que subir los 15 kms de Mijares, un auténtico primera que, después de tantos kilómetros, no se como sentarían a mis piernas.
El caso es que no voy a darme la vuelta, ya que hasta el cruce quedan ocho kilómetros y sería hacer dieciocho kilómetros extras. Total, que reseteo y decido continuar: así subo Navalmoral, puerto desconocido para mí. Salvo una rampa inicial en torno al 10 %, corta eso sí, el puerto es muy llevadero y con varios descansos. Poco antes de coronar paro en una fuente y lleno los bidones de agua fresca. Una vez en la cima, me encuentro con otro loco de los puertos, que dijo llamarse Guillermo, y que venía de San Sebastián. Nos hicimos unas fotos, una de ellas con un champiñón del tamaño de un puño y tras departir un rato (me dijo que se había subido Peña Negra por la mañana, por sus dos vertientes y el día anterior La Covatilla y la Peña de Francia) me lanzo hacia Burgohondo, tras comer un plátano que tenía de reserva.
Durante la bajada de Navalmoral sopla un fuerte viento de cara que me impide coger mucha velocidad. Y así tras pasar Burgohondo y posteriormente el puente sobre el río Alberche (ganas daban de bajar a pegarse un chapuzón con la cantidad de agua que bajaba) inicio la subida a Mijares. El calor apretaba mucho, pero voy subiendo poniendo una velocidad de crucero muy llevadera, para la cantidad de kilómetros que llevo, en torno a los 240. La verdad es que me alegro de la equivocación, ya que la tranquilidad que llevaba por ahí era indescriptible, y ver como estaba de bonito Mijares no tiene precio. ¡Que bien le ha sentado la primavera! En el puerto más alpino de los que hay en Gredos, es una delicia ver como bajan cantidad de arroyos y regueros por sus laderas. Agua por todos los lados y, al fin y al cabo, vida. Las praderas estaban verdes, como nunca las había visto a estas alturas de año.
Deleitándome con las fabulosas vistas y sensaciones que me ofrece Mijares, corono y me como otra barrita con sales y vitaminas, pues el calor aprieta a base de bien, ya que estoy en torno a las cinco y media de la tarde. Hace tanto calor que apenas se ve el horizonte de la vertiente sur. La bajada es una delicia, y no por el hecho de no tener que dar pedales, sino porque es muy revirada y entretenida. Te hace ir atento, tanto que a la salida de una curva rápida, tengo que clavar los frenos si no me quiero comer unas cabras de un rebaño (la verdad, es que a una pierna de cabrito asada no le hubiese hecho ascos).
Sin darme cuenta, he llegado a una fuente que hay dos kilómetros antes de Mijares, donde paramos habitualmente la grupeta de Talavera, y vuelvo a llenar los bidones. Después del pueblo se entra en una zona arbolada donde se agradecen las sombras, ya que una vez que salga de esta carretera desaparecerán por completo. Atravieso el tramo empedrado de Gavilanes y llego hasta la carretera de Arenas, donde tras unos kilómetros giro a la izquierda hasta la carretera que lleva directo a Talavera.
Sólo queda un escollo delante de mi: subir Carboneros. Es una subida corta, de cuatro kilómetros, pero lo peor está en el kilómetro final, en torno al 8-10 %, y a estas alturas puede convertirse en los "Carboneros". Atravieso Buenaventura y empiezo la subida, y voy bien pese a acercarme ya a los 300 kms. Llego a ese kilómetro duro, precedido de uno bastante suave, y meto todo lo que llevo, subiéndolo con ritmo alegre. Corono y ya sólo me quedan repechos, alguno de ellos pestoso, como es el caso del que hay al atravesar Sotillo de las Palomas.
Ese repecho es especial esta vez, ya que al coronarlo consigo superar los 300 kms. Ese hecho me produce una especie de subidón, que hace que el siguiente, de kilómetro y medio aproximadamente, entre Marrupe y Cervera, lo suba a plato. Parecía que acababa de salir a dar una vuelta.
Sin nada más reseñable entro en Talavera con la alegría del que consigue lograr un reto, con la familia esperando en casa, a los que previamente había dado indicaciones de por dónde iba. En total me salieron 319 kms, con un desnivel acumulado de 4.150 metros. Casi nada. Esa noche recuperé las horas de sueño perdidas en la noche anterior, y al día siguiente estaba como nuevo y más ancho que largo, aunque mi madre sigue pensando que soy un modorro.
lunes, 23 de junio de 2008
Quebrantahuesos 2008
Crónica de Carles Duran
Otra Quebranta al saco. Aunque la gente diga que hizo calor, que lo hizo, no ha sido tanto como otros años, en que uno se bebía los meados de vaca si hacía falta. Yo por ejemplo sólo me bebí 5 bidones, que no es tanto.
Pues al grano. Salida de BCN el viernes sobre las ocho de la mañana y después de cuatro horas llegamos a Sabiñánigo, lugar dónde pernoctamos. Nada más llegar cogimos la bici para rodar unos 40 kms. hasta Biescas y así estirar las piernas. Sólo en ese trayecto de 1h20 sudamos un montón, señal de que el sábado hará calorcillo.
Luego comida, siestecilla (dentro de la casa hacía frio e íbamos en jersey) y nos vamos a Sabiñanigo a por los dorsales. Allí no cabía un alfiler de la gente que había. Así que miramos un poco el tema expositores y fuimos a comprar los ingredientes de la cena (arroz a la quebranta). Antes de volver a casa, fuimos a visitar a nuestro gran amigo Mario, que cada año va delante y este acabó el 105 de la general. Vaya crack!!
A la hora de cenar llegó el resto de la expedición: Frank, Montser, Ricardo y Xavi.
Cenamos y a dormir. Yo dormí fatal, no sé si por los nervios o por si había hecho siesta.
Madrugón, por mi parte, a las 5:45. Ducha, desayuno y me voy hacia la salida. Cuando salí por la puerta, el Xavi Martín aún iba en pijama, al igual que Ricardo. Por eso, pasaron por la salida del chip 25 minutos después del primero!!!!!
Por suerte, salí con dorsal de color verde (aunque a alguno le pese) y pasé por el arco en menos de un minuto y medio después de darse la salida, así que rodé hasta el Somport a una media de 35 kms/h coronándolo en 1h45 desde la salida. Arriba la media era de 30 kms/h.
En la salida, cuando estaba en la jaula de los dorsales de colores, se intentó colar un “puto blanco” (dorsales del resto de participantes) y el vigilante de la puerta lo pilló y lo echó de la jaula de “las locas”. A ese susodicho, con muy buena planta, lo mandaron al final de la cola y a mí me pasó coronando el Portalet!!!!
A pie de Marie Blanque, llegué con una media de 35kms/h y arriba con una media de 30kms/h, así que iba volando. El tiempo total al coronar el Marie Blanque era de 3h20, así que el objetivo de bajar de siete horas estaba rozándose. En la parte dura, me adelantó el hijo de Andrés Tigero (presidente del St. Andreu) que llevaba muy buen ritmo. Al final en meta hizo 6h55.
En el Marie Blanque sí que hacia un poco de bochorno pero, como el sol aun no pegaba del todo, se me hizo bastante llevadero. En el avituallamiento del Marie Blanque, donde se marca el chip, pasé con 3h28 y no paré a comer, ya que allí se pierden 10 minutos bien buenos.
Como llevaba agua decidí tirar hacia el Portalet. Allí empecé con un buen grupo que me fue llevando a muy buen ritmo... que tuve que bajar ya que el agua empezaba a escasear y tuve que ir regulando. Uno del grupo dijo que el termómetro le marcaba 35ºC!!!!! Así pues decidí que sólo bebería agua en los puntos kilométricos y no cuando tuviera sed, para así saber regular y no quedarme sin agua. En el primer avituallamiento, me acabo los bidones que llevo, uno de Isostar y otro con carbohidratos. Lleno los dos bidones y uno me lo bebo de un trago, así que lo vuelvo a llenar. Con esos dos bidones tengo que hacer 10 kilómetros hasta el siguiente avituallamiento, que está situado a diez para coronar el puerto.
En ese tramo adelanto al doral número ocho, el exprofesional Joseba Beloki, que tiene un pinta de ir con pajarón que ni te cuento!!!! (al final hizo 7h47).
Pues bien, en ese avituallamiento vuelvo a llenar bidones, hago un par de estiramientos, como naranjas, plátano y bebo dos vasos de Coca-Cola, suficiente para llegar arriba. De este avituallamiento hasta la coronación, es un puerto brutal: el típico puerto de montaña. No tiene rampas duras, pero sí son muy constantes. Y arriba lo mejor. Hacía ya bastante calor, pero el último kilómetro estaba abarrotado de gente haciendo un pasillo. A mí se me puso la carne de gallina. Es un momento inolvidable.
Al coronar veo que llevo 5h55 y me quedan aún demasiados kilómetros, con la Hoz de Jaca de por medio, pero tiro todo lo que puedo para llegar. Así, desciendo el Portalet con máximas de 73 kms/h. Entramos en la zona de la Hoz (2 kms al 10%) con algún amago de rampa en la pierna derecha y lo corono con 6h28. Me quedan 31 minutos para hacer casi 22 kms, así que es casi imposible la machada. De todos modos, ya voy bastante cansado y con el estómago vacío (queda sólo el llano y ya no quiero comer más geles ni barritas).
Bueno, pues en el grupo tira poca gente y cuando veo que haré más de 7 horas me pongo detrás para que me lleve. Ahora el objetivo es hacer menos de 7h17 (tiempo del 2007). El objetivo de mantener dorsal de color para salir el año que viene por delante ya hace rato que lo tenía asegurado, así que sólo faltaba mejorar el tiempo. Al final 7h11, mi mejor tiempo en la QH con una media de 27.5, que para un cicloturista humilde como yo, ya es un éxito.
Luego en meta estuve hablando con el hijo de Tigero, que hizo la misma táctica que yo en lo de parar en los avituallamientos. Yo de hecho sólo paré en dos, sumando un total de cuatro minutos. Allí en meta me encontré con Frank y Montse, que hicieron la Treparriscos. Montse fue la quinta en chicas haciendo 36 segundos más que hace un año. Llevaban casi una hora buscándome. Frank, sin salir de la cervecería es difícil encontrarme, jeje.
Luego llegó Ricardo con la cara un poco desencajada. Le salió un tiempo de 7h46. Luego llegó Rubén que hizo 8h30. Xavi Vilanova hizo 8h56 y Xavi Martin hizo 9h01.
Luego hacia la casa para casa, ducha y cena en Jaca, en el ya mítico Mesón Serrablo, a base de entrecots, doradas, spaguettis, paellas... y a dormir para volver tranquilamente a BCN el domingo por la mañana.
Otra Quebranta al saco. Aunque la gente diga que hizo calor, que lo hizo, no ha sido tanto como otros años, en que uno se bebía los meados de vaca si hacía falta. Yo por ejemplo sólo me bebí 5 bidones, que no es tanto.
Pues al grano. Salida de BCN el viernes sobre las ocho de la mañana y después de cuatro horas llegamos a Sabiñánigo, lugar dónde pernoctamos. Nada más llegar cogimos la bici para rodar unos 40 kms. hasta Biescas y así estirar las piernas. Sólo en ese trayecto de 1h20 sudamos un montón, señal de que el sábado hará calorcillo.
Luego comida, siestecilla (dentro de la casa hacía frio e íbamos en jersey) y nos vamos a Sabiñanigo a por los dorsales. Allí no cabía un alfiler de la gente que había. Así que miramos un poco el tema expositores y fuimos a comprar los ingredientes de la cena (arroz a la quebranta). Antes de volver a casa, fuimos a visitar a nuestro gran amigo Mario, que cada año va delante y este acabó el 105 de la general. Vaya crack!!
A la hora de cenar llegó el resto de la expedición: Frank, Montser, Ricardo y Xavi.
Cenamos y a dormir. Yo dormí fatal, no sé si por los nervios o por si había hecho siesta.
Madrugón, por mi parte, a las 5:45. Ducha, desayuno y me voy hacia la salida. Cuando salí por la puerta, el Xavi Martín aún iba en pijama, al igual que Ricardo. Por eso, pasaron por la salida del chip 25 minutos después del primero!!!!!
Por suerte, salí con dorsal de color verde (aunque a alguno le pese) y pasé por el arco en menos de un minuto y medio después de darse la salida, así que rodé hasta el Somport a una media de 35 kms/h coronándolo en 1h45 desde la salida. Arriba la media era de 30 kms/h.
En la salida, cuando estaba en la jaula de los dorsales de colores, se intentó colar un “puto blanco” (dorsales del resto de participantes) y el vigilante de la puerta lo pilló y lo echó de la jaula de “las locas”. A ese susodicho, con muy buena planta, lo mandaron al final de la cola y a mí me pasó coronando el Portalet!!!!
A pie de Marie Blanque, llegué con una media de 35kms/h y arriba con una media de 30kms/h, así que iba volando. El tiempo total al coronar el Marie Blanque era de 3h20, así que el objetivo de bajar de siete horas estaba rozándose. En la parte dura, me adelantó el hijo de Andrés Tigero (presidente del St. Andreu) que llevaba muy buen ritmo. Al final en meta hizo 6h55.
En el Marie Blanque sí que hacia un poco de bochorno pero, como el sol aun no pegaba del todo, se me hizo bastante llevadero. En el avituallamiento del Marie Blanque, donde se marca el chip, pasé con 3h28 y no paré a comer, ya que allí se pierden 10 minutos bien buenos.
Como llevaba agua decidí tirar hacia el Portalet. Allí empecé con un buen grupo que me fue llevando a muy buen ritmo... que tuve que bajar ya que el agua empezaba a escasear y tuve que ir regulando. Uno del grupo dijo que el termómetro le marcaba 35ºC!!!!! Así pues decidí que sólo bebería agua en los puntos kilométricos y no cuando tuviera sed, para así saber regular y no quedarme sin agua. En el primer avituallamiento, me acabo los bidones que llevo, uno de Isostar y otro con carbohidratos. Lleno los dos bidones y uno me lo bebo de un trago, así que lo vuelvo a llenar. Con esos dos bidones tengo que hacer 10 kilómetros hasta el siguiente avituallamiento, que está situado a diez para coronar el puerto.
En ese tramo adelanto al doral número ocho, el exprofesional Joseba Beloki, que tiene un pinta de ir con pajarón que ni te cuento!!!! (al final hizo 7h47).
Pues bien, en ese avituallamiento vuelvo a llenar bidones, hago un par de estiramientos, como naranjas, plátano y bebo dos vasos de Coca-Cola, suficiente para llegar arriba. De este avituallamiento hasta la coronación, es un puerto brutal: el típico puerto de montaña. No tiene rampas duras, pero sí son muy constantes. Y arriba lo mejor. Hacía ya bastante calor, pero el último kilómetro estaba abarrotado de gente haciendo un pasillo. A mí se me puso la carne de gallina. Es un momento inolvidable.
Al coronar veo que llevo 5h55 y me quedan aún demasiados kilómetros, con la Hoz de Jaca de por medio, pero tiro todo lo que puedo para llegar. Así, desciendo el Portalet con máximas de 73 kms/h. Entramos en la zona de la Hoz (2 kms al 10%) con algún amago de rampa en la pierna derecha y lo corono con 6h28. Me quedan 31 minutos para hacer casi 22 kms, así que es casi imposible la machada. De todos modos, ya voy bastante cansado y con el estómago vacío (queda sólo el llano y ya no quiero comer más geles ni barritas).
Bueno, pues en el grupo tira poca gente y cuando veo que haré más de 7 horas me pongo detrás para que me lleve. Ahora el objetivo es hacer menos de 7h17 (tiempo del 2007). El objetivo de mantener dorsal de color para salir el año que viene por delante ya hace rato que lo tenía asegurado, así que sólo faltaba mejorar el tiempo. Al final 7h11, mi mejor tiempo en la QH con una media de 27.5, que para un cicloturista humilde como yo, ya es un éxito.
Luego en meta estuve hablando con el hijo de Tigero, que hizo la misma táctica que yo en lo de parar en los avituallamientos. Yo de hecho sólo paré en dos, sumando un total de cuatro minutos. Allí en meta me encontré con Frank y Montse, que hicieron la Treparriscos. Montse fue la quinta en chicas haciendo 36 segundos más que hace un año. Llevaban casi una hora buscándome. Frank, sin salir de la cervecería es difícil encontrarme, jeje.
Luego llegó Ricardo con la cara un poco desencajada. Le salió un tiempo de 7h46. Luego llegó Rubén que hizo 8h30. Xavi Vilanova hizo 8h56 y Xavi Martin hizo 9h01.
Luego hacia la casa para casa, ducha y cena en Jaca, en el ya mítico Mesón Serrablo, a base de entrecots, doradas, spaguettis, paellas... y a dormir para volver tranquilamente a BCN el domingo por la mañana.
domingo, 22 de junio de 2008
Ironman France-Nice 2008
¡¡¡Pues ya tenemos otros dos Finishers en el CCP!!! Tanto Blanca Trenas como Jordi Olivella han hecho buenos los duros entrenamientos del invierno y han conseguido acabar el triatlón de Niza que se ha celebrado este domingo 22 de junio.
Durante los próximos días esperamos poner crónica y fotos de la hazaña. ¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!
Durante los próximos días esperamos poner crónica y fotos de la hazaña. ¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!
sábado, 21 de junio de 2008
Irati Xtrem 2008
Crónica de Javi Serrano
Día D. 14 de junio de 2008. Tenía señalada esta fecha en mi calendario ciclista para este 2008, porque después de una primavera no muy afortunada en muchos sentidos, había puesto mi objetivo muy claro: hacer la Iratí Xtrem por segundo año, y además bajar los 56 minutos justos que había hecho en la edición anterior.
Atrás quedan los sinsabores que esta primavera extraña estaba dejando, empezando con mi desafortunada participación en la Terra de Remences, donde debido a una gastroenteritis, tuve que abandonar, haciendo la marcha corta. A finales de mayo empecé a ver un poco la luz, y sin perder nunca las ganas por la bicicleta, empecé a sacar un poco la cabeza y de forma in extremis me apunté a la Iratí, ya que de 650 plazas, conseguí el dorsal 594, por lo que casi me pilla el toro.
Así, con ilusión salimos Mario y un servidor hacía el pirineo navarro y tras cenar, comer y dormir en un albergue de Oronz en compañía de otros 10 compañeros de fatigas barceloneses (si, si, dormir, ya que estuvimos en una habitación para 12) nos presentamos en la salida de Ochagavía para realizar la fantástica marcha que recorre una de las zonas más bellas que conozco de los Pirineos: la selva de Iratí.
Tras demorarse un poco la salida, esta se realiza como el año pasado, sin agobios de ningún tipo. Es tanta la tranquilidad que Mario alucinaba y nos decía a Xavi Ódena, Albert (con los que coincidía en bici después de haber compartido kms con ellos en el verano de 2006 por los Alpes), el gran Soto y servidor que era la primera vez que en una marcha no se pegaba el calentón para coger los puestos delanteros.
Con tranquilidad nos presentamos en el primer puerto, donde vamos subiendo en buena armonía y compañía, encadenando de manera consecutiva tres puertos, aunque sin grandes números, pero que servían para ir cogiendo el gusto a esto de subir. Buenas carreteras, con lo que el bajar era una delicia, para observar el primer valle antes de llegar a Orbaizeta, donde empezaba la primera rampa seria de verdad: el muro de hormigón que teníamos antes del primer avituallamiento. Como soy veterano en esta marcha, sabía del tapón que se podía formar al empezarla, con lo que me puse en cabeza del grupo que se había formado, y tras meter la reductora, un 34X25 en mi caso, escalé sin mucha dificultad ese muro, al más estilo clásica de primavera. Eso sí, tampoco me sobraba mucho porque la rampa es de órdago: picos del 20 %.
Paramos en el avituallamiento, donde cojo un poco de todo, por aquí un puñado de cacahuetes, por allí un pastelito, que si una rodaja de naranja o una de manzana, y un vaso de coca-cola para pasarlo todo mejor. Comentar que esta vez la organización si que puso coca-cola en condiciones, ya que el año pasado o era sin azúcar o sin cafeína. Continuamos la marcha y nos adentramos camino del alto de Azpegi por un precioso bosque de hayas. Nos enfrentamos a kilómetros enteros con dos dígitos de pendiente media y nos adentramos en una espesa niebla que impide ver a apenas 10 metros.
Ya no hay vuelta atrás, aunque queda lo peor. La pena es que la intensa niebla impide ver los majestuosos paisajes que ante nosotros tenemos. Tras bajar un poco subimos unos metros hasta el collado de nos conduce hasta Organbide y su penosa bajada. Es lo malo de ir por estos inhóspitos parajes, que a veces las carreteras no acompañan y esta es este caso está muy descarnada y para colmo está muy húmeda, lo que unido a su fuerte pendiente hace que bajemos con mucha precaución.
Sin continuidad, hacemos un giro de 180º, y tras haber quitado el plato grande y metido el piñón más grande, piñón 25 al que saqué lustre en esta jornada, nos metemos de lleno en la bestia del día Errozate-Artaburu. Así, la primera rampa del 16% es su tarjeta de visita. A esas alturas Mario y yo nos hemos quedado solos y vamos pasando gente, los dos con el 25, con la salvedad de que servidor va con 34 y Mario con 39. A veces creo que tenía que haber metido un piñón más grande (el año pasado iba con 27), pero como no forzamos lo subí bien, aunque hubo alguna rampa al 20% que hacía que gastara unos gramos de fuerza más de los necesarios. Por una vez este año me puse el pulsímetro y ví que no pasaba de las 160 ppm, lo cual era bueno, ya que puedo llegar a las 190. Lo normal era ir en torno a las 154-156 ppm.
Ahora la niebla se había disipado un poco y nos permitía observar como habíamos ganado altura y lo bonitos que estaban los prados, un paraíso para las ovejas y las vacas de la zona. Tras superar los kilómetros enteros en los que no se bajaba del 11% llegamos a la zona más llevadera del final, eso sí, sin confiarse, ya que de repente te venía un rampón de impresión. Alguno de los participantes ya echaba el pie a tierra y Mario alucinaba con el puerto, diciéndome que era más duro que Larrau.
La bajada de Errozate es muy mala ya que está llena de grava, y si nos andas fino, te derrapan las ruedas con el consiguiente riesgo de caída. Afortunadamente ésta no se produjo y llegamos al avituallamiento principal del día, donde apalancamos las bicis y nos pusimos a comer sándwiches y pasteles varios. Cogimos de nuevo las bicis y comenzamos a subir Surzai, puerto que salvo algunas rampas al principio se sube a ritmo hasta coronar y bajar hacia chalet Pedro, donde enlazamos con la siguiente del día: Iratí-Bagargi. La carretera es buena por aquí, hasta que sorpresa: los franceses la han levantado y está llena de grava y alquitrán. Hace un año estaba en perfectas condiciones y no entiendo que hayan hecho semejante estropicio. Encima coincide con las kilómetros finales del puerto, que son los más duros. En fin, que con paciencia coronamos y volvemos a para a beber un poco en el avituallamiento, ya que salimos con sólo un bote, con la intención de parar lo que fuese necesario.
Afortunadamente la bajada de Bagargi está sin levantar y aunque el asfalto no es de lo mejor, permite hacerlo sin los sobresaltos de los anteriores. Esta bajada permite observar un valle precioso, donde al fondo se adivina el puerto de Larrau y el collado de Erroimendi, y de paso ver lo duro que este puerto ya que la bici se embala y de qué manera. Doy fe de su dureza, ya que lo subí el año pasado.
Sin solución de continuidad llegamos al objetivo del día: el puerto de Larrau y su cronoescalada. Antes de pasar por la alfombra, que está a la entrada del pueblo, tenemos dos kilómetros de subida, que sirven para ir cogiendo gusto a esto de subir, ¡¡ya que apenas hemos subido hoy!! El sol ya nos acompaña, afortunadamente, con que antes de llegar me paro a quitarme el chaleco y guardarlo en un bolsillo. Y así llegamos los dos al paso de la alfombra, que no es mágica precisamente.
Con la experiencia del año pasado, donde empecé muy fuerte y reventé sobre el km 7, esta vez empiezo algo más tranquilo, aunque con buen ritmo. Poco el pulsómetro en funcionamiento y empiezan a marcarme 177-178 ppm. Mi objetivo es coronar Erroimendi sin pasar de 180 ppm. Ante mi sorpresa, Mario no me sigue y a las primeras de cambio decide ir a su ritmo, con lo que no voy a tener referencias. La referencia seré yo mismo. Empiezo con el 21-23, hasta que el 23 se hace más hueco en la cadena, hasta que llegan los kms al 11%, donde el 25 no lo quito hasta coronar Erroimendi, salvo algún tramo que me permite poner el 23. Lo voy moviendo con soltura, ya que me gusta ir con cadencia alta, y voy pasando gente. Voy devorando kilómetros y sigo disfrutando, aunque sufiendo a la vez, masoca que es uno a veces.
Llego a la parte más complicada que es el final de Erroimendi, y su rampa del 14%. Ahí he de reconocer que me costó más de lo pensado superarla. Aún así lo supero y llego a los casi tres kilómetros de toboganes, siempre hacía arriba, que ahora vienen. Quizás pequé de conservador en esta zona, ya que bajé el pulso hasta las 165 ppm. Me vino bien para medio descansar un rato, y afrontar los últimos dos kilómetros al 10 y 10,5 %. En estas estoy, cuando me coge uno del Edelweiss por detrás, y se pone a la par. No consigue superarme. Vamos a la par durante un kilómetro, permitiéndome incluso animarle, pensando en que me superaría, aunque su respiración era más forzada que la mía. Decido que es hora de ver si supero las 180 ppm, bajo un piñón y ante mi asombro al superar la penúltima herradura, éste se me queda, quedándome otra vez solo. Llego a las 186 ppm, y ahora si que voy a tope, supero la última paella y voy directo a la cima, sufriendo, ahora sí, más de lo que yo creía que podía dar. Vuelvo a meter el 25 y corono. Paro el pulsómetro, y sorpresón: no sólo he bajado de los 56 minutos, sino también de los 50, con un tiempo oficial de 47:39. (He conseguido un honroso puesto 16. )No doy crédito, y tras recuperar el aliento, visito el avituallamiento y me meto un par de pinchos de tortilla. ¡Qué bien me hubiera venido una copita de vino! En estas viene Mario, que también ha bajado de 50 minutos, y me dice que aunque no ha podido seguirme, ha subido con buenas sensaciones, ya que esta semana tiene su cita anual con la QH, en la que seguro que vuelve a bajar de las 6:15.
Como arriba hace fresquito, nos ponemos los chalecos, bajamos hasta Ochagavía y vamos disfrutando de la maravilla de día que al final ha salido. Ducha, comida y para casa y hasta la próxima ¿L'Ariegeoise? Ya lo sabréis.
Día D. 14 de junio de 2008. Tenía señalada esta fecha en mi calendario ciclista para este 2008, porque después de una primavera no muy afortunada en muchos sentidos, había puesto mi objetivo muy claro: hacer la Iratí Xtrem por segundo año, y además bajar los 56 minutos justos que había hecho en la edición anterior.
Atrás quedan los sinsabores que esta primavera extraña estaba dejando, empezando con mi desafortunada participación en la Terra de Remences, donde debido a una gastroenteritis, tuve que abandonar, haciendo la marcha corta. A finales de mayo empecé a ver un poco la luz, y sin perder nunca las ganas por la bicicleta, empecé a sacar un poco la cabeza y de forma in extremis me apunté a la Iratí, ya que de 650 plazas, conseguí el dorsal 594, por lo que casi me pilla el toro.
Así, con ilusión salimos Mario y un servidor hacía el pirineo navarro y tras cenar, comer y dormir en un albergue de Oronz en compañía de otros 10 compañeros de fatigas barceloneses (si, si, dormir, ya que estuvimos en una habitación para 12) nos presentamos en la salida de Ochagavía para realizar la fantástica marcha que recorre una de las zonas más bellas que conozco de los Pirineos: la selva de Iratí.
Tras demorarse un poco la salida, esta se realiza como el año pasado, sin agobios de ningún tipo. Es tanta la tranquilidad que Mario alucinaba y nos decía a Xavi Ódena, Albert (con los que coincidía en bici después de haber compartido kms con ellos en el verano de 2006 por los Alpes), el gran Soto y servidor que era la primera vez que en una marcha no se pegaba el calentón para coger los puestos delanteros.
Con tranquilidad nos presentamos en el primer puerto, donde vamos subiendo en buena armonía y compañía, encadenando de manera consecutiva tres puertos, aunque sin grandes números, pero que servían para ir cogiendo el gusto a esto de subir. Buenas carreteras, con lo que el bajar era una delicia, para observar el primer valle antes de llegar a Orbaizeta, donde empezaba la primera rampa seria de verdad: el muro de hormigón que teníamos antes del primer avituallamiento. Como soy veterano en esta marcha, sabía del tapón que se podía formar al empezarla, con lo que me puse en cabeza del grupo que se había formado, y tras meter la reductora, un 34X25 en mi caso, escalé sin mucha dificultad ese muro, al más estilo clásica de primavera. Eso sí, tampoco me sobraba mucho porque la rampa es de órdago: picos del 20 %.
Paramos en el avituallamiento, donde cojo un poco de todo, por aquí un puñado de cacahuetes, por allí un pastelito, que si una rodaja de naranja o una de manzana, y un vaso de coca-cola para pasarlo todo mejor. Comentar que esta vez la organización si que puso coca-cola en condiciones, ya que el año pasado o era sin azúcar o sin cafeína. Continuamos la marcha y nos adentramos camino del alto de Azpegi por un precioso bosque de hayas. Nos enfrentamos a kilómetros enteros con dos dígitos de pendiente media y nos adentramos en una espesa niebla que impide ver a apenas 10 metros.
Ya no hay vuelta atrás, aunque queda lo peor. La pena es que la intensa niebla impide ver los majestuosos paisajes que ante nosotros tenemos. Tras bajar un poco subimos unos metros hasta el collado de nos conduce hasta Organbide y su penosa bajada. Es lo malo de ir por estos inhóspitos parajes, que a veces las carreteras no acompañan y esta es este caso está muy descarnada y para colmo está muy húmeda, lo que unido a su fuerte pendiente hace que bajemos con mucha precaución.
Sin continuidad, hacemos un giro de 180º, y tras haber quitado el plato grande y metido el piñón más grande, piñón 25 al que saqué lustre en esta jornada, nos metemos de lleno en la bestia del día Errozate-Artaburu. Así, la primera rampa del 16% es su tarjeta de visita. A esas alturas Mario y yo nos hemos quedado solos y vamos pasando gente, los dos con el 25, con la salvedad de que servidor va con 34 y Mario con 39. A veces creo que tenía que haber metido un piñón más grande (el año pasado iba con 27), pero como no forzamos lo subí bien, aunque hubo alguna rampa al 20% que hacía que gastara unos gramos de fuerza más de los necesarios. Por una vez este año me puse el pulsímetro y ví que no pasaba de las 160 ppm, lo cual era bueno, ya que puedo llegar a las 190. Lo normal era ir en torno a las 154-156 ppm.
Ahora la niebla se había disipado un poco y nos permitía observar como habíamos ganado altura y lo bonitos que estaban los prados, un paraíso para las ovejas y las vacas de la zona. Tras superar los kilómetros enteros en los que no se bajaba del 11% llegamos a la zona más llevadera del final, eso sí, sin confiarse, ya que de repente te venía un rampón de impresión. Alguno de los participantes ya echaba el pie a tierra y Mario alucinaba con el puerto, diciéndome que era más duro que Larrau.
La bajada de Errozate es muy mala ya que está llena de grava, y si nos andas fino, te derrapan las ruedas con el consiguiente riesgo de caída. Afortunadamente ésta no se produjo y llegamos al avituallamiento principal del día, donde apalancamos las bicis y nos pusimos a comer sándwiches y pasteles varios. Cogimos de nuevo las bicis y comenzamos a subir Surzai, puerto que salvo algunas rampas al principio se sube a ritmo hasta coronar y bajar hacia chalet Pedro, donde enlazamos con la siguiente del día: Iratí-Bagargi. La carretera es buena por aquí, hasta que sorpresa: los franceses la han levantado y está llena de grava y alquitrán. Hace un año estaba en perfectas condiciones y no entiendo que hayan hecho semejante estropicio. Encima coincide con las kilómetros finales del puerto, que son los más duros. En fin, que con paciencia coronamos y volvemos a para a beber un poco en el avituallamiento, ya que salimos con sólo un bote, con la intención de parar lo que fuese necesario.
Afortunadamente la bajada de Bagargi está sin levantar y aunque el asfalto no es de lo mejor, permite hacerlo sin los sobresaltos de los anteriores. Esta bajada permite observar un valle precioso, donde al fondo se adivina el puerto de Larrau y el collado de Erroimendi, y de paso ver lo duro que este puerto ya que la bici se embala y de qué manera. Doy fe de su dureza, ya que lo subí el año pasado.
Sin solución de continuidad llegamos al objetivo del día: el puerto de Larrau y su cronoescalada. Antes de pasar por la alfombra, que está a la entrada del pueblo, tenemos dos kilómetros de subida, que sirven para ir cogiendo gusto a esto de subir, ¡¡ya que apenas hemos subido hoy!! El sol ya nos acompaña, afortunadamente, con que antes de llegar me paro a quitarme el chaleco y guardarlo en un bolsillo. Y así llegamos los dos al paso de la alfombra, que no es mágica precisamente.
Con la experiencia del año pasado, donde empecé muy fuerte y reventé sobre el km 7, esta vez empiezo algo más tranquilo, aunque con buen ritmo. Poco el pulsómetro en funcionamiento y empiezan a marcarme 177-178 ppm. Mi objetivo es coronar Erroimendi sin pasar de 180 ppm. Ante mi sorpresa, Mario no me sigue y a las primeras de cambio decide ir a su ritmo, con lo que no voy a tener referencias. La referencia seré yo mismo. Empiezo con el 21-23, hasta que el 23 se hace más hueco en la cadena, hasta que llegan los kms al 11%, donde el 25 no lo quito hasta coronar Erroimendi, salvo algún tramo que me permite poner el 23. Lo voy moviendo con soltura, ya que me gusta ir con cadencia alta, y voy pasando gente. Voy devorando kilómetros y sigo disfrutando, aunque sufiendo a la vez, masoca que es uno a veces.
Llego a la parte más complicada que es el final de Erroimendi, y su rampa del 14%. Ahí he de reconocer que me costó más de lo pensado superarla. Aún así lo supero y llego a los casi tres kilómetros de toboganes, siempre hacía arriba, que ahora vienen. Quizás pequé de conservador en esta zona, ya que bajé el pulso hasta las 165 ppm. Me vino bien para medio descansar un rato, y afrontar los últimos dos kilómetros al 10 y 10,5 %. En estas estoy, cuando me coge uno del Edelweiss por detrás, y se pone a la par. No consigue superarme. Vamos a la par durante un kilómetro, permitiéndome incluso animarle, pensando en que me superaría, aunque su respiración era más forzada que la mía. Decido que es hora de ver si supero las 180 ppm, bajo un piñón y ante mi asombro al superar la penúltima herradura, éste se me queda, quedándome otra vez solo. Llego a las 186 ppm, y ahora si que voy a tope, supero la última paella y voy directo a la cima, sufriendo, ahora sí, más de lo que yo creía que podía dar. Vuelvo a meter el 25 y corono. Paro el pulsómetro, y sorpresón: no sólo he bajado de los 56 minutos, sino también de los 50, con un tiempo oficial de 47:39. (He conseguido un honroso puesto 16. )No doy crédito, y tras recuperar el aliento, visito el avituallamiento y me meto un par de pinchos de tortilla. ¡Qué bien me hubiera venido una copita de vino! En estas viene Mario, que también ha bajado de 50 minutos, y me dice que aunque no ha podido seguirme, ha subido con buenas sensaciones, ya que esta semana tiene su cita anual con la QH, en la que seguro que vuelve a bajar de las 6:15.
Como arriba hace fresquito, nos ponemos los chalecos, bajamos hasta Ochagavía y vamos disfrutando de la maravilla de día que al final ha salido. Ducha, comida y para casa y hasta la próxima ¿L'Ariegeoise? Ya lo sabréis.
miércoles, 18 de junio de 2008
Zarauzko Triatloia 2008
Doncs ja tenim de tornada al senyor Òscar Gómez Pau després del seu periple per terres basques. I tenim bones notícies perquè ja tenim un altre finisher del Triatló de Zarautz al CCP!!
Aquest era el seu objectiu de la temporada i ha estat assolit amb un rotund èxit després de superar el sector de natació a aigües cantàbriques, el sector ciclista amb el duríssim alt d'Aia i la mítica cursa a peu pels carrers de Zarautz.
Teniu la crònica i més fotos al blog Sprintcraig.
Aquest era el seu objectiu de la temporada i ha estat assolit amb un rotund èxit després de superar el sector de natació a aigües cantàbriques, el sector ciclista amb el duríssim alt d'Aia i la mítica cursa a peu pels carrers de Zarautz.
Teniu la crònica i més fotos al blog Sprintcraig.
lunes, 16 de junio de 2008
Irati Xtrem 2008
Dos de nuestros simpatizantes de la zona centro fueron vistos el pasado sábado en el Pirineo Navarro, participando en la segunda edición de la marcha Irati Xtrem.
Esta marcha no es competitiva pero, para dar un poco de vidilla, la ascensión al Larrau es cronometrada. Tanto Javi (puesto 16) como Mario (puesto 26) dejaron el pabellón altísimo bajando los dos de los 50 minutos, que en un puertazo de 12 kilómetros con una pendiente media del 8 por ciento no está nada mal.
En esta página tenéis fotos y en esta otra las clasificaciones.
Esta marcha no es competitiva pero, para dar un poco de vidilla, la ascensión al Larrau es cronometrada. Tanto Javi (puesto 16) como Mario (puesto 26) dejaron el pabellón altísimo bajando los dos de los 50 minutos, que en un puertazo de 12 kilómetros con una pendiente media del 8 por ciento no está nada mal.
En esta página tenéis fotos y en esta otra las clasificaciones.
Marxa BTT Cingles de Bertí 2008
Muy cerca de la zona por donde estábamos con la bici de carretera, en Gallifa, se celebró la tercera edición de la marcha de bici de montaña Cingles de Bertí.
Frank y Montse se desplazaron para cumplimentar los 35 kilómetros de recorrido y comer la inevitable y obligatoria BUTIFARRA.
Crónica y fotos en Somos una Banda.
Frank y Montse se desplazaron para cumplimentar los 35 kilómetros de recorrido y comer la inevitable y obligatoria BUTIFARRA.
Crónica y fotos en Somos una Banda.
domingo, 15 de junio de 2008
Excursión a Moià
De muy completo podríamos calificar este fin de semana ciclista. El sábado por la mañana salimos por la zona sur Xavi Martin y Rubén Carro. Parecía que el sol quería hacer acto de presencia pero rápidamente el cielo se cubrió con unas amenazantes nubes negras.
El recorrido fue uno que ya se está convirtiendo en un clásico: Plaça Francesc Macià - Molins - Ordal - Avinyonet - Olesa de Bonesvalls - Begues. Después de reponer fuerzas, seguimos por Gavà y Viladecans para desviarnos por Sant Climent, Sant Boi, Sant Vicenç, Molins, Sant Joan Despí y Esplugues. Pese a ser sólo dos, nos compenetramos muy bien, tirando cada uno en su terreno, y el ritmo fue alto.
Ya el domingo, salida con el Club hasta Moià. La táctica era ir a un ritmo asequible para no malgastar fuerzas de cara a la Quebrantahuesos del próximo sábado. El recorrido por Caldes, Sant Feliu de Codines, Sant Miquel del Fai, Centelles, Tona y el Coll de la Pollosa estaba precioso debido a las lluvias del último mes.
En Moià almuerzo en la Granja El Jardinet, descubrimiento de este invierno que causó sensación debido a los buenos bocatas y la belleza y simpatía de las camareras, jeje. Justo cuando estábamos terminando se nos unieron Dani, Miki y Álex González, quienes nos acompañaron a la vuelta que fue rapidísima hasta Caldes. Desde aquí y hasta Barcelona reagrupamos y seguimos con un ritmo más tranquilo bajo las nubes. No nos mojamos, pero tampoco vimos el sol en todo el día y la temperatura era bastante fresca... ¡increíble estando a mediados de junio!
El recorrido fue uno que ya se está convirtiendo en un clásico: Plaça Francesc Macià - Molins - Ordal - Avinyonet - Olesa de Bonesvalls - Begues. Después de reponer fuerzas, seguimos por Gavà y Viladecans para desviarnos por Sant Climent, Sant Boi, Sant Vicenç, Molins, Sant Joan Despí y Esplugues. Pese a ser sólo dos, nos compenetramos muy bien, tirando cada uno en su terreno, y el ritmo fue alto.
Ya el domingo, salida con el Club hasta Moià. La táctica era ir a un ritmo asequible para no malgastar fuerzas de cara a la Quebrantahuesos del próximo sábado. El recorrido por Caldes, Sant Feliu de Codines, Sant Miquel del Fai, Centelles, Tona y el Coll de la Pollosa estaba precioso debido a las lluvias del último mes.
En Moià almuerzo en la Granja El Jardinet, descubrimiento de este invierno que causó sensación debido a los buenos bocatas y la belleza y simpatía de las camareras, jeje. Justo cuando estábamos terminando se nos unieron Dani, Miki y Álex González, quienes nos acompañaron a la vuelta que fue rapidísima hasta Caldes. Desde aquí y hasta Barcelona reagrupamos y seguimos con un ritmo más tranquilo bajo las nubes. No nos mojamos, pero tampoco vimos el sol en todo el día y la temperatura era bastante fresca... ¡increíble estando a mediados de junio!
jueves, 12 de junio de 2008
Stage Navarra 2008
Crónica de Carles Duran
Se hizo lo que se pudo. Salida el lunes bien prontito para llegar a Isaba sobre las 13 horas y salir a rodar sobre las 14, con un recorrido por Roncal, Ansó y Zuriza con un total de 56 kms y un par de subidillas para ir calentando piernas. En la primera ascension, por una carretera recién asfaltada con muchas paellas, nos cayó un chaparrón que no nos llegó a calar. Menos mal.
Después ducha, cerveza en el bar Gorrindo y cena espectacular en el Hostal Lola, del todo recomendable.
Martes 10, 9:20 de la mañana. Isaba. Destino: Irati Xtrem. Recorrio previsto: Isaba-Ochagavía-Recorrido Irati Xtrem-Isaba. En total, 160 kms con 10 puertos.
Salimos demasiado tarde, ya que pasamos por Ochagavía sobre las 10:15. Demasiado tarde para empezar el recorrido de la Irati Xtrem. Llevábamos ya 25 kms con el alto de Laza en la piernas y a la salida de Ochagavía empezamos a subir de forma consecutiva los altos de Jaurrieta, Erremendia y Abaurreagaina que discurren por carreteras muy bien asfaltadas y parajes preciosos. Llegamos a Aribe y, desde allí, pasamos hacia Orbaizeta en dirección a la fábrica de armas. Es un solar con cuatro piedras, así que no os penséis encontrar cañones ni nada por el estilo. Eso sí, al llegar a mano derecha hay un monumento a Mikel Zabalza.
A partir de allí la cosa cambia. Dejamos el buen asfalto para empezar el alto de Azpegi, que nos llevará a Francia. Carretera que combina asfalto con hormigón con dos últimos kilómetros a casi el 10%. Arriba, decenas de caballos, vacas, ovejas y paisajes de ensueño. El descenso es muy peligroso (asfalto + gravilla) ya que el paisaje tan maravilloso hace que no mires el suelo.
Una vez llegamos al Valle rodamos muy poco rato en un tramo cómodo para, de golpe y gracias a unas flechas en el suelo, vemos el inicio de Errozate (Artaburu/Errozate). Si no es por las flechas el desvío te lo pasas, ya que hay un letrero que pone Iraty que queda de espaldas y no lo ves. Allí se pasa del plato grande al pequeño en un giro de 180 grados en el que hay que hacer maniobras para girar, debido a la gravilla suelta.
Allí empieza el calvario: rampas muy duras (13-16%) con algún pequeño descansillo hacen llevadero el calentón, pero se llega a un trozo larguísimo donde hay un kilómetro al 12% que la niebla no nos deja ver. Donde parece que acaba, eso sigue y, después de una "zeta" la carretera se mete en un bosque donde, al llegar a una granja, un giro a la derecha nos mete en una rampa larguísima al 17% en la que Frank y un servidor nos retorcemos de dolor en la bici. Luego llega una zona más llevadera pero la niebla no nos deja ver dónde estamos ni cuánto nos queda. Al final coronamos (NO HAY LETRERO !!) y descendemos por asfalto con gravilla y niebla.
Muy peligroso, pero al final llegamos a un valle donde esperamos al resto. Sólo llegan Edu y Tigero, ya que el resto se sube al coche de apoyo que ya va lleno. Jaume, Joan y Alfredo hincan la rodilla en el Errozate. En la espera del grupo aparece una rubia italiana que está de turismo por allí. Gracias a nosotros se da cuenta que se ha perdido: pensaba que estaba en España!!! Total, que dice que va a Aribe y tiene que subir el Errozate y el Azpegi. Nuestro consejo fue: "¡¡¡Que la fuerza te acompañe!!!"
Reagrupamiento. Comemos segovianos, manzanas, etc... y seguimos por una carretera que aún nos hace subir un poco más hasta llevarnos al cruce con el Chalet de Pedro (no busquéis a Heidi, eso es otro cuento).
Allí ya nos indica dirección a Larrau pero hay que subir el Col de Iraty/Bagargi. Sólo 6 kms por la zona de los Chalets de Irati. Alguna rampa del 9% pero puerto llevadero con asfalto nuevo y de dos carriles. La bajada de este col tiene 12 kms. de auténtico “puertaco” de alta montaña. Aquí ya voy sólo pues mi compañero de viaje Frank ha sucumbido al esfuerzo y ya no lo veo al coronar.
Una vez descendido Iraty empieza una subida de 1.5 kms que me lleva al pueblo de Larra, exactamente dónde está el avituallamiento de la Larra-Larrau. Allí empieza a diluviar y paro a estirar y comerme otro puto segoviano, que se me atraganta. Como no hace frío, decido subir. Además el coche ya va lleno y no hay sitio para más abandonos.
Subo Larrau con unas piernas inmejorables, a buen ritmo. De hecho tardo solo 1h10 en subirlo pero el problema es que el coche lleva mi chubasquero para el descenso y no lo veo en toda la subida. Antes de coronar Errozmendi veo bajar a la super-Caddy con Montse ya que el otro grupo la ha llamado para que los fuera a buscar. Sólo el gran Tigero consigue coronar Larrau y subirse al coche para el descenso. Su guerra ha terminado a lo grande. El diluvio les ha pillado en Larra y con lo que llevan ya hay bastante. Me cruzo con ella y me dice que arriba no se ve un pijo. Yo sigo y corono Larrau. Menos mal que no hace frío, ya que voy mojado como un pollo.
Me espero cinco minutos, no más, a ver si aparece el coche. Pues sí, aparece, me pongo el chubasquero. Descenso a tumba abierta y, antes de llegar al cruce con Laza, empieza a diluviar. Me da igual, ¡¡¡ya voy mojado!!! Subo Laza (décimo puerto) y llego a Isaba. Prueba conseguida y una conclusión: no voy a hacer nunca esta marcha. Esto ya es rizar el rizo. Son pistas forestales asfaltadas para subir el ganado. Lo peor los descensos...
Estuve 8 horas sobre la bici y 10 en total, con una media de 19.6 kms/h.
Al día siguiente toca el recorrido de la Larra-Larrau pero al revés. Al despertar llueve y abortamos la misión. ¡¡¡Menos mal!!! Compra de vino, pan y queso y volvemos a BCN.
Ahora a la QH a bajar de 7 horas !!!
Desde aquí, otra vez dar las gracias a Jesus por su acompañamiento en coche y las fotos que nos ha hecho.
Más crónicas y fotos en el blog y en el Picasa de Frank y Montse.
Se hizo lo que se pudo. Salida el lunes bien prontito para llegar a Isaba sobre las 13 horas y salir a rodar sobre las 14, con un recorrido por Roncal, Ansó y Zuriza con un total de 56 kms y un par de subidillas para ir calentando piernas. En la primera ascension, por una carretera recién asfaltada con muchas paellas, nos cayó un chaparrón que no nos llegó a calar. Menos mal.
Después ducha, cerveza en el bar Gorrindo y cena espectacular en el Hostal Lola, del todo recomendable.
Martes 10, 9:20 de la mañana. Isaba. Destino: Irati Xtrem. Recorrio previsto: Isaba-Ochagavía-Recorrido Irati Xtrem-Isaba. En total, 160 kms con 10 puertos.
Salimos demasiado tarde, ya que pasamos por Ochagavía sobre las 10:15. Demasiado tarde para empezar el recorrido de la Irati Xtrem. Llevábamos ya 25 kms con el alto de Laza en la piernas y a la salida de Ochagavía empezamos a subir de forma consecutiva los altos de Jaurrieta, Erremendia y Abaurreagaina que discurren por carreteras muy bien asfaltadas y parajes preciosos. Llegamos a Aribe y, desde allí, pasamos hacia Orbaizeta en dirección a la fábrica de armas. Es un solar con cuatro piedras, así que no os penséis encontrar cañones ni nada por el estilo. Eso sí, al llegar a mano derecha hay un monumento a Mikel Zabalza.
A partir de allí la cosa cambia. Dejamos el buen asfalto para empezar el alto de Azpegi, que nos llevará a Francia. Carretera que combina asfalto con hormigón con dos últimos kilómetros a casi el 10%. Arriba, decenas de caballos, vacas, ovejas y paisajes de ensueño. El descenso es muy peligroso (asfalto + gravilla) ya que el paisaje tan maravilloso hace que no mires el suelo.
Una vez llegamos al Valle rodamos muy poco rato en un tramo cómodo para, de golpe y gracias a unas flechas en el suelo, vemos el inicio de Errozate (Artaburu/Errozate). Si no es por las flechas el desvío te lo pasas, ya que hay un letrero que pone Iraty que queda de espaldas y no lo ves. Allí se pasa del plato grande al pequeño en un giro de 180 grados en el que hay que hacer maniobras para girar, debido a la gravilla suelta.
Allí empieza el calvario: rampas muy duras (13-16%) con algún pequeño descansillo hacen llevadero el calentón, pero se llega a un trozo larguísimo donde hay un kilómetro al 12% que la niebla no nos deja ver. Donde parece que acaba, eso sigue y, después de una "zeta" la carretera se mete en un bosque donde, al llegar a una granja, un giro a la derecha nos mete en una rampa larguísima al 17% en la que Frank y un servidor nos retorcemos de dolor en la bici. Luego llega una zona más llevadera pero la niebla no nos deja ver dónde estamos ni cuánto nos queda. Al final coronamos (NO HAY LETRERO !!) y descendemos por asfalto con gravilla y niebla.
Muy peligroso, pero al final llegamos a un valle donde esperamos al resto. Sólo llegan Edu y Tigero, ya que el resto se sube al coche de apoyo que ya va lleno. Jaume, Joan y Alfredo hincan la rodilla en el Errozate. En la espera del grupo aparece una rubia italiana que está de turismo por allí. Gracias a nosotros se da cuenta que se ha perdido: pensaba que estaba en España!!! Total, que dice que va a Aribe y tiene que subir el Errozate y el Azpegi. Nuestro consejo fue: "¡¡¡Que la fuerza te acompañe!!!"
Reagrupamiento. Comemos segovianos, manzanas, etc... y seguimos por una carretera que aún nos hace subir un poco más hasta llevarnos al cruce con el Chalet de Pedro (no busquéis a Heidi, eso es otro cuento).
Allí ya nos indica dirección a Larrau pero hay que subir el Col de Iraty/Bagargi. Sólo 6 kms por la zona de los Chalets de Irati. Alguna rampa del 9% pero puerto llevadero con asfalto nuevo y de dos carriles. La bajada de este col tiene 12 kms. de auténtico “puertaco” de alta montaña. Aquí ya voy sólo pues mi compañero de viaje Frank ha sucumbido al esfuerzo y ya no lo veo al coronar.
Una vez descendido Iraty empieza una subida de 1.5 kms que me lleva al pueblo de Larra, exactamente dónde está el avituallamiento de la Larra-Larrau. Allí empieza a diluviar y paro a estirar y comerme otro puto segoviano, que se me atraganta. Como no hace frío, decido subir. Además el coche ya va lleno y no hay sitio para más abandonos.
Subo Larrau con unas piernas inmejorables, a buen ritmo. De hecho tardo solo 1h10 en subirlo pero el problema es que el coche lleva mi chubasquero para el descenso y no lo veo en toda la subida. Antes de coronar Errozmendi veo bajar a la super-Caddy con Montse ya que el otro grupo la ha llamado para que los fuera a buscar. Sólo el gran Tigero consigue coronar Larrau y subirse al coche para el descenso. Su guerra ha terminado a lo grande. El diluvio les ha pillado en Larra y con lo que llevan ya hay bastante. Me cruzo con ella y me dice que arriba no se ve un pijo. Yo sigo y corono Larrau. Menos mal que no hace frío, ya que voy mojado como un pollo.
Me espero cinco minutos, no más, a ver si aparece el coche. Pues sí, aparece, me pongo el chubasquero. Descenso a tumba abierta y, antes de llegar al cruce con Laza, empieza a diluviar. Me da igual, ¡¡¡ya voy mojado!!! Subo Laza (décimo puerto) y llego a Isaba. Prueba conseguida y una conclusión: no voy a hacer nunca esta marcha. Esto ya es rizar el rizo. Son pistas forestales asfaltadas para subir el ganado. Lo peor los descensos...
Estuve 8 horas sobre la bici y 10 en total, con una media de 19.6 kms/h.
Al día siguiente toca el recorrido de la Larra-Larrau pero al revés. Al despertar llueve y abortamos la misión. ¡¡¡Menos mal!!! Compra de vino, pan y queso y volvemos a BCN.
Ahora a la QH a bajar de 7 horas !!!
Desde aquí, otra vez dar las gracias a Jesus por su acompañamiento en coche y las fotos que nos ha hecho.
Más crónicas y fotos en el blog y en el Picasa de Frank y Montse.
miércoles, 11 de junio de 2008
Cursa Bellavista 2008
El pasado domingo Frank y Montse se desplazaron hasta Les Franqueses del Vallès para participar en esta carrera atlética de 10 kilómetros.
Al final Montse hizo cuarta de la general y primera de su categoría con un tiempo de 44:46 y se llevó unos valiosos puntos para la Liga ChampionChip.
Crónica y fotos en el blog Somos una Banda.
Al final Montse hizo cuarta de la general y primera de su categoría con un tiempo de 44:46 y se llevó unos valiosos puntos para la Liga ChampionChip.
Crónica y fotos en el blog Somos una Banda.
martes, 10 de junio de 2008
Excursión a St.Llorenç Savall
El pasado domingo la lluvia por fin nos dio una tregua y no nos mojamos en nuestra excursión habitual.
Como teníamos el club en diferentes frentes -marchas, triatlones, carreras atléticas, carreras de motos...- no salimos muchos, pero lo pasamos bien recorriendo la Serra de l'Obac, que está preciosa después del agua que ha caído en las últimas semanas.
El almuerzo, en el mítico restaurant Cal Ramon, que hace su agosto los fines de semana con los ciclistas, al más puro estilo Can Coll en Barcelona.
Como teníamos el club en diferentes frentes -marchas, triatlones, carreras atléticas, carreras de motos...- no salimos muchos, pero lo pasamos bien recorriendo la Serra de l'Obac, que está preciosa después del agua que ha caído en las últimas semanas.
El almuerzo, en el mítico restaurant Cal Ramon, que hace su agosto los fines de semana con los ciclistas, al más puro estilo Can Coll en Barcelona.
Triatló Olímpic de Salou 2008
Los socios Òscar Gómez Pau, Jordi Olivella y Blanca Trenas participaron el pasado domingo 8 de junio en el Triatló Olímpic celebrado en la localidad tarraconense de Salou.
Podéis ver los resultados, crónicas y fotos en el blog del Club Triatló Cariñena y en el blog de Òscar.
Por cierto, Òscar viaja este fin de semana para participar en uno de los triatlones más míticos del calendario, el Zarauzko Triatloia. La semana que viene... ¡crónica!
Podéis ver los resultados, crónicas y fotos en el blog del Club Triatló Cariñena y en el blog de Òscar.
Por cierto, Òscar viaja este fin de semana para participar en uno de los triatlones más míticos del calendario, el Zarauzko Triatloia. La semana que viene... ¡crónica!
lunes, 9 de junio de 2008
Marxa Cicloturista La Bonaigua 2008
Crónica de Carles Duran
Después de un año de transición para hacer la Javier Castellar (vaya mierda marcha), este año hemos vuelto a lo seguro, a la alta montaña, a La Bonaigua.
Salida el viernes tarde y caravana por obras en la A-2 en la zona del Bruc. Al final llegamos sobre las 20:00 a recoger dorsales y sobre las 20:30 al camping donde habíamos alquilado un bungalow para seis. Como habíamos traído cena desde BCN, cocinamos un arroz a la cubana y de segundo lomo con butifarras.
Como incidencia decir que no llevamos utensilios para fregar platos ni aceite para cocinar (que fallo!!!), así que pedimos el aceite al bar del camping y dejamos los platos sucios en el fregadero. Supongo que la jefa del camping se debió cagar en nosotros.
Allí descubrimos varias cosas de la gente:
- Miki Lapedriza se come todo lo que encuentra de por medio, ya que no sobró nada.
- Miki Lapedriza ronca como un energúmeno y habla (más bien chilla) en sueños.
- El Sr. Xavi Martín, tiene una clase exquisita para esquivar todo lo relacionado con las tareas del hogar. Xavi, en la casa GH de la QH vas a fregar platos, por mis c... jeje.
- Bueno, y lo mas heavy lo de Richi, que después de cenar se fue con LoGarri a tomar una copa al pueblo. Hay cosas que no cambian...
Decir también que LoGarri ha forzado tanto su preparación que la rodilla le ha hecho crack y después de deleitarnos con su pomanda y hielo en la rodilla, tuvo que abandonar en Perves. Cómo debe estar la rodilla para que abandone LoGarri.
Por la mañana desayuno rápido, visitas al lavabo y cogemos el coche para ir a la salida. Salida puntual a las 8:27 y empezamos la marcha con la subida a Perves. Allí se selecciona el grupo y por delante vamos Xavi Vilanova, Ricardo Delgado y un servidor. Por detrás se quedan Miki, Xavi "fregaplatos" y LoGarri.
A media subida Ricardo incrementa el ritmo y se pone a tirar. Yo no tengo el día y prefiero subir tranquilamente ya que me duelen mucho las piernas. Coronamos Perves y bajamos hacia Pont de Suert. Allí hace un viento huracanado que no nos abandona hasta el túnel de Vielha. En el llano pillamos al grupo de Ricardo quien, a diferencia de la subida, ahora iba a rueda de grupo. Al empezar la subida, Richi se pone a tirar y se va con otro grupo. Con el viento que hacía no sé que coño hacía tirando del grupo. Yo me refugio en un grupo que me lleva hasta la entrada del túnel nuevo. Una auténtica joya de túnel, por piso y por iluminación.
En el descenso hacia Vielha hacía mucho frio, y yo que me quité las perneras antes de la salida pensando que haría calor. Llego al avituallamiento de Vielha. Allí no veo a Richi y pienso que o me ha sacado una minutada o no ha parado a comer. Allí como, estiro y, cuando ya me iba, llega Xavi Vilanova que, con la bici de carbono, ha mejorado una barbaridad. Salgo y subo Bonaigua muy bien. Las piernas no me duelen tanto y veo que subo a muy buen ritmo.
Después de Vaqueira y antes de las curvas finales, hay una recta de unos cuatro kilómetros. Allí pillo a Ricardo a quien de lejos ya veía dar chepazos de lo petao que iba. Resulta que no paró en el avituallamiento de Vielha, ¡¡¡con dos cojones!!! Lo paso y corono Bonaigua donde aprovecho para tomar un vaso de coca-cola y ponerme el chaleco.
El descenso horrible por las obras (gravilla y piedras) en casi toda la bajada. Cuando llego abajo del todo me pongo a rodar con viento a favor, pero pasan los kilómetros y no me pilla ningún grupo. Voy lanzado, con unas piernas totalmente distintas a las de Perves. Voy muy bien y pienso y espero que no me pillen a poco de meta. Al final me pillan pasado Sort, o sea, que me he cascao 36 kms. de llano solito rodando entre 35-40 km/h, una gozada.
Veo de lejos llegar al grupo pero no me pillan. Cuando lo hacen, veo que ahí no tira nadie y me pongo a tirar. Al final, consigo cabrearme y un par me ayudan en los relevos. Durante unos cinco kilómetros me voy a la oficina a descansar, ya que seguro que a la hora de esprintar lo van a hacer todos los que van chupando rueda.
Así pues, a falta de cinco para meta vuelvo delante y freno un poco el grupo. Cuando entramos en el pueblo, efectivamente saltan dos que consigo controlar, y en la recta uno lanza un esprint que consigo neutralizar y rebasarlo para llegar primero. ¡¡¡Madre mía que piernas que llevaba en el km 182!!! La verdad, jode mucho que alguien te meta un palo cuando no han dado un relevo en 30 kilómetros.
Pues nada, al final 7h02 (perdí la plata por 2 minutos) que hubieran sido unas 6h30 si no fuera por el viento, las malas sensaciones en Perves, el descenso de la Bonaigua y el haberme cascado 36 kms de llano completamente solo. Luego llegó Ricardo (7h08), Xavi Vilanova (7h15) y al final Xavi "fregaplatos" (7h50) y Mikki (7h51).
Ducha, comida, café y para casa con aquel refrán que dice "en casa de herrero cuchillo de palo". Resulta que todo el tramo de Camarassa hasta Balaguer lo hicimos detrás del coche escoba de la Volta a Lleida. Ahí perdimos más de media hora. ¿Pero cómo es posible que se haga una carrera a las siete de la tarde? Muy claro señores, estamos en España...
Sensacions de Xavi Martín Ensenyat
Carles, Xavi Vilanova i Ricardo (ens va sorprende a tots...) van demostrar que porten el cicloturisme a la sang. Van sortir a un fort ritme... i així fins al final. Com el Carles Garrido, però ell tenia mal a un genoll i disortadament va haver d'abandonar de seguida.
El Miki i jo ens la vam prendre com un entrenament de fons que ha de venir molt bé per als propers triatlons. Òbviament vam parar a molts avituallaments. I també per aprendre: mai havia fet 185 qms i, a sobre, amb Perves, Túnel de Viella i Bonaigua als primers 100 qms.
Vaig passar el moment més crític pujant cap al Túnel de Vielha: vent (no et podies posar de peu sobre la bici perque podies acabar a terra), pluja i fred: vaig tenir calfreds i mal de cap tot i anar ben abrigat; en canvi el Miki és un roure i amb menys roba ni es va inmutar. A la Bonaigua em vaig trobar millor i el Miki i un servidor vam avançar a molta gent. Com bé havia advertit l'amic Oriol Simon, el descens era infernal, amb molts quilòmetres d'obres amb terra i grava. Però el més complicat ja estava fet, els 85 qms restants eren molt favorables.
El Miki, com que baixa amb molta prudència (o hauriem de dir por, je je), es va quedar per darrera, però em va atrapar al qm 170 tirant ell solet (com no!!) d'un grup. Total, ens vam ajuntar una vintena de corredors i llavors em vaig al.lucinar una mica: vaig posar-los en fila a tots dins un túnel a 45 qm/h i em vaig escapar en el darrer repecho abans d'arribar a la Pobla de Segur. Em van atrapar, però com que em volia provar amb tants quilòmetres a les cames, vaig demostrar la meva punta de velocitat guanyant l'esprint del grup.
En total, quasi vuit hores sobre la bici... Volia sortir a fer una copa per la nit però del cansanci em vaig quedar dormit (crec que això de les marxes no és lo meu). Això sí, al dia següent vaig nedar 2.250 metres a la piscina pel matí i còrrer 10 qms per la tarda. Un cap de setmana complet!!!
Después de un año de transición para hacer la Javier Castellar (vaya mierda marcha), este año hemos vuelto a lo seguro, a la alta montaña, a La Bonaigua.
Salida el viernes tarde y caravana por obras en la A-2 en la zona del Bruc. Al final llegamos sobre las 20:00 a recoger dorsales y sobre las 20:30 al camping donde habíamos alquilado un bungalow para seis. Como habíamos traído cena desde BCN, cocinamos un arroz a la cubana y de segundo lomo con butifarras.
Como incidencia decir que no llevamos utensilios para fregar platos ni aceite para cocinar (que fallo!!!), así que pedimos el aceite al bar del camping y dejamos los platos sucios en el fregadero. Supongo que la jefa del camping se debió cagar en nosotros.
Allí descubrimos varias cosas de la gente:
- Miki Lapedriza se come todo lo que encuentra de por medio, ya que no sobró nada.
- Miki Lapedriza ronca como un energúmeno y habla (más bien chilla) en sueños.
- El Sr. Xavi Martín, tiene una clase exquisita para esquivar todo lo relacionado con las tareas del hogar. Xavi, en la casa GH de la QH vas a fregar platos, por mis c... jeje.
- Bueno, y lo mas heavy lo de Richi, que después de cenar se fue con LoGarri a tomar una copa al pueblo. Hay cosas que no cambian...
Decir también que LoGarri ha forzado tanto su preparación que la rodilla le ha hecho crack y después de deleitarnos con su pomanda y hielo en la rodilla, tuvo que abandonar en Perves. Cómo debe estar la rodilla para que abandone LoGarri.
Por la mañana desayuno rápido, visitas al lavabo y cogemos el coche para ir a la salida. Salida puntual a las 8:27 y empezamos la marcha con la subida a Perves. Allí se selecciona el grupo y por delante vamos Xavi Vilanova, Ricardo Delgado y un servidor. Por detrás se quedan Miki, Xavi "fregaplatos" y LoGarri.
A media subida Ricardo incrementa el ritmo y se pone a tirar. Yo no tengo el día y prefiero subir tranquilamente ya que me duelen mucho las piernas. Coronamos Perves y bajamos hacia Pont de Suert. Allí hace un viento huracanado que no nos abandona hasta el túnel de Vielha. En el llano pillamos al grupo de Ricardo quien, a diferencia de la subida, ahora iba a rueda de grupo. Al empezar la subida, Richi se pone a tirar y se va con otro grupo. Con el viento que hacía no sé que coño hacía tirando del grupo. Yo me refugio en un grupo que me lleva hasta la entrada del túnel nuevo. Una auténtica joya de túnel, por piso y por iluminación.
En el descenso hacia Vielha hacía mucho frio, y yo que me quité las perneras antes de la salida pensando que haría calor. Llego al avituallamiento de Vielha. Allí no veo a Richi y pienso que o me ha sacado una minutada o no ha parado a comer. Allí como, estiro y, cuando ya me iba, llega Xavi Vilanova que, con la bici de carbono, ha mejorado una barbaridad. Salgo y subo Bonaigua muy bien. Las piernas no me duelen tanto y veo que subo a muy buen ritmo.
Después de Vaqueira y antes de las curvas finales, hay una recta de unos cuatro kilómetros. Allí pillo a Ricardo a quien de lejos ya veía dar chepazos de lo petao que iba. Resulta que no paró en el avituallamiento de Vielha, ¡¡¡con dos cojones!!! Lo paso y corono Bonaigua donde aprovecho para tomar un vaso de coca-cola y ponerme el chaleco.
El descenso horrible por las obras (gravilla y piedras) en casi toda la bajada. Cuando llego abajo del todo me pongo a rodar con viento a favor, pero pasan los kilómetros y no me pilla ningún grupo. Voy lanzado, con unas piernas totalmente distintas a las de Perves. Voy muy bien y pienso y espero que no me pillen a poco de meta. Al final me pillan pasado Sort, o sea, que me he cascao 36 kms. de llano solito rodando entre 35-40 km/h, una gozada.
Veo de lejos llegar al grupo pero no me pillan. Cuando lo hacen, veo que ahí no tira nadie y me pongo a tirar. Al final, consigo cabrearme y un par me ayudan en los relevos. Durante unos cinco kilómetros me voy a la oficina a descansar, ya que seguro que a la hora de esprintar lo van a hacer todos los que van chupando rueda.
Así pues, a falta de cinco para meta vuelvo delante y freno un poco el grupo. Cuando entramos en el pueblo, efectivamente saltan dos que consigo controlar, y en la recta uno lanza un esprint que consigo neutralizar y rebasarlo para llegar primero. ¡¡¡Madre mía que piernas que llevaba en el km 182!!! La verdad, jode mucho que alguien te meta un palo cuando no han dado un relevo en 30 kilómetros.
Pues nada, al final 7h02 (perdí la plata por 2 minutos) que hubieran sido unas 6h30 si no fuera por el viento, las malas sensaciones en Perves, el descenso de la Bonaigua y el haberme cascado 36 kms de llano completamente solo. Luego llegó Ricardo (7h08), Xavi Vilanova (7h15) y al final Xavi "fregaplatos" (7h50) y Mikki (7h51).
Ducha, comida, café y para casa con aquel refrán que dice "en casa de herrero cuchillo de palo". Resulta que todo el tramo de Camarassa hasta Balaguer lo hicimos detrás del coche escoba de la Volta a Lleida. Ahí perdimos más de media hora. ¿Pero cómo es posible que se haga una carrera a las siete de la tarde? Muy claro señores, estamos en España...
Sensacions de Xavi Martín Ensenyat
Carles, Xavi Vilanova i Ricardo (ens va sorprende a tots...) van demostrar que porten el cicloturisme a la sang. Van sortir a un fort ritme... i així fins al final. Com el Carles Garrido, però ell tenia mal a un genoll i disortadament va haver d'abandonar de seguida.
El Miki i jo ens la vam prendre com un entrenament de fons que ha de venir molt bé per als propers triatlons. Òbviament vam parar a molts avituallaments. I també per aprendre: mai havia fet 185 qms i, a sobre, amb Perves, Túnel de Viella i Bonaigua als primers 100 qms.
Vaig passar el moment més crític pujant cap al Túnel de Vielha: vent (no et podies posar de peu sobre la bici perque podies acabar a terra), pluja i fred: vaig tenir calfreds i mal de cap tot i anar ben abrigat; en canvi el Miki és un roure i amb menys roba ni es va inmutar. A la Bonaigua em vaig trobar millor i el Miki i un servidor vam avançar a molta gent. Com bé havia advertit l'amic Oriol Simon, el descens era infernal, amb molts quilòmetres d'obres amb terra i grava. Però el més complicat ja estava fet, els 85 qms restants eren molt favorables.
El Miki, com que baixa amb molta prudència (o hauriem de dir por, je je), es va quedar per darrera, però em va atrapar al qm 170 tirant ell solet (com no!!) d'un grup. Total, ens vam ajuntar una vintena de corredors i llavors em vaig al.lucinar una mica: vaig posar-los en fila a tots dins un túnel a 45 qm/h i em vaig escapar en el darrer repecho abans d'arribar a la Pobla de Segur. Em van atrapar, però com que em volia provar amb tants quilòmetres a les cames, vaig demostrar la meva punta de velocitat guanyant l'esprint del grup.
En total, quasi vuit hores sobre la bici... Volia sortir a fer una copa per la nit però del cansanci em vaig quedar dormit (crec que això de les marxes no és lo meu). Això sí, al dia següent vaig nedar 2.250 metres a la piscina pel matí i còrrer 10 qms per la tarda. Un cap de setmana complet!!!
martes, 3 de junio de 2008
Triatló sprint de Mataró 2008
Crònica d'Ernest Girós
Diumenge vaig fer el meu primer tri de la temporada. Ja era hora! L'organització i la fede van decidir fer la proba malgrat que estava plovent. Crec que van fer bé ja que el prestigi del triatló català estava decaient.
Els meus ojectius es van assolir plenament:
1. fer un triatló.
2. no caure de la bici
3. buscar sensacions en la transició bici-còrrer.
Però... el punt numero 2 no es va complir plenament: tornant cap a casa, al carrer Mallorca i amb un excés de confiança em vaig fotre un castenyot. La roda de davant em va patinar i vaig caure en sec sense poder posar el braç per protegir-me. Vaig impactar amb les costelles. Demà vaig al traumatòleg, espero que no s'hagin fisurat. Quasi bé no puc caminar!
Diumenge vaig fer el meu primer tri de la temporada. Ja era hora! L'organització i la fede van decidir fer la proba malgrat que estava plovent. Crec que van fer bé ja que el prestigi del triatló català estava decaient.
Els meus ojectius es van assolir plenament:
1. fer un triatló.
2. no caure de la bici
3. buscar sensacions en la transició bici-còrrer.
Però... el punt numero 2 no es va complir plenament: tornant cap a casa, al carrer Mallorca i amb un excés de confiança em vaig fotre un castenyot. La roda de davant em va patinar i vaig caure en sec sense poder posar el braç per protegir-me. Vaig impactar amb les costelles. Demà vaig al traumatòleg, espero que no s'hagin fisurat. Quasi bé no puc caminar!
lunes, 2 de junio de 2008
Cursa de Granollers 2008
Crònica de Xavi Martín Ensenyat
El passat dissabte 31 de maig, el Sr. Carles "Búfalo" Del Estal i un servidor vam participar a la Cursa de Granollers, organitzada pel Club Triatló Granollers.
10 qms bastant plans sobre terra i amb quatre escales que trencaven una mica el ritme. El circuit era a la vora del riu. La sortida i l'arribada estava situada a les pistes d'atletisme, cosa que sempre s'agraeix.
Pel que fa a un servidor, vaig sortir massa ràpid i al primer 5.000 estava situat entre els 15 primers amb un parcial de 18:30. Però després em vaig desfondar i em va començar a passar gent... No obstant, em sento força satisfet del resultat final (38:50) d'una cursa dominada per dos marroquins (són d'una altra raça i corren millor).
Per cert, si voleu fer marca de 10.000 us heu de proposar fer Pineda de Mar l'any vinent (enguany es va celebrar ahir 1 de juny). Els temps dels participants són espectaculars!!!
El passat dissabte 31 de maig, el Sr. Carles "Búfalo" Del Estal i un servidor vam participar a la Cursa de Granollers, organitzada pel Club Triatló Granollers.
10 qms bastant plans sobre terra i amb quatre escales que trencaven una mica el ritme. El circuit era a la vora del riu. La sortida i l'arribada estava situada a les pistes d'atletisme, cosa que sempre s'agraeix.
Pel que fa a un servidor, vaig sortir massa ràpid i al primer 5.000 estava situat entre els 15 primers amb un parcial de 18:30. Però després em vaig desfondar i em va començar a passar gent... No obstant, em sento força satisfet del resultat final (38:50) d'una cursa dominada per dos marroquins (són d'una altra raça i corren millor).
Per cert, si voleu fer marca de 10.000 us heu de proposar fer Pineda de Mar l'any vinent (enguany es va celebrar ahir 1 de juny). Els temps dels participants són espectaculars!!!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)