Estrenamos el mes de agosto y con él las salidas de verano, porque ¡¡aquí no se descansa!!
El próximo domingo nos vamos hasta Cànoves. El itinerario nos llevará por la Meridiana y la autovía de Vic hasta Parets del Vallès. Desde aquí seguiremos por Lliçà de Vall, Lliçà de Munt, Santa Eulàlia de Ronçana, L'Ametlla, La Garriga, Samalús y Cànoves.
La hora de salida será a las 7:00 (OJO, cambia la hora que pone en el boletín) para los más madrugadores o a las 8:30 para los que quieran dormir un poco más. El lugar de almuerzo será el Bar La Terraza (Calle Ajuntament, 2).
La vuelta para todos será por Corró d'Amunt, Corró d'Avall, Granollers, Montmeló, Sant Fost y Santa Coloma.
miércoles, 29 de julio de 2009
sábado, 25 de julio de 2009
Ya están de "Camino"
Esta mañana nuestros amigos Xavier Vilanova y Carles Garrido partieron hacia Santiago desde la sede del Club.
Algunos socios les acompañamos durante los primeros kilómetros de la primera etapa que les llevó a Cervera pasando por Montserrat y Manresa.
En la foto, con el primer sello de la acreditación, en la plaza del Monasterio de Montserrat.
¡¡¡Buen viaje!!!
Algunos socios les acompañamos durante los primeros kilómetros de la primera etapa que les llevó a Cervera pasando por Montserrat y Manresa.
En la foto, con el primer sello de la acreditación, en la plaza del Monasterio de Montserrat.
¡¡¡Buen viaje!!!
viernes, 24 de julio de 2009
Comença el Camino!!!
Dissabte 25, a les 7 hores, comença el Camí de Santiago pels nostres intrèpids Xavier Vilanova i Carles Garrido. Camí que els portarà fins a Santiago de Compostela en onze etapes i més de 1.100 quilòmetres.
A la primera etapa, BCN-Cervera de 130 quilòmetres, altres socis del Club els acompanyarem durant aquestes primeres pedalades. Més endavant, a Burgos, s'afegiran l'Asun i el Pere per completar l'última part del recorregut.
Esteu "al loro" del seu blog, que allà tindreu tota la informació de com va aquesta aventura.
A la primera etapa, BCN-Cervera de 130 quilòmetres, altres socis del Club els acompanyarem durant aquestes primeres pedalades. Més endavant, a Burgos, s'afegiran l'Asun i el Pere per completar l'última part del recorregut.
Esteu "al loro" del seu blog, que allà tindreu tota la informació de com va aquesta aventura.
jueves, 23 de julio de 2009
Excursión a Mosqueroles
Este domingo despedimos el mes de julio con la tradicional excursión que nos llevará a Mosqueroles.
Los más valientes saldrán del punto habitual a las 7:00 horas para ir por la carretera de La Roca y continuar por el lateral de la autopista pasando por Vilalba Sasserra hasta llegar a Sant Celoni. Desde aquí arranca la subida al Turó de l'Home pasando por Mosqueroles, La Costa del Montseny y Fontmartina. Arriba, reagrupamiento y bajada hasta Fontmartina para el almuerzo.
Los que no quieran subir al Turó, pueden salir a las 7:30 y seguir el itinerario anterior hasta Mosqueroles. El lugar de parada es el de otras veces, el Restaurant Can Net (Plaça Sant Martí).
La vuelta para todos hasta Barcelona es por el mismo recorrido.
Los más valientes saldrán del punto habitual a las 7:00 horas para ir por la carretera de La Roca y continuar por el lateral de la autopista pasando por Vilalba Sasserra hasta llegar a Sant Celoni. Desde aquí arranca la subida al Turó de l'Home pasando por Mosqueroles, La Costa del Montseny y Fontmartina. Arriba, reagrupamiento y bajada hasta Fontmartina para el almuerzo.
Los que no quieran subir al Turó, pueden salir a las 7:30 y seguir el itinerario anterior hasta Mosqueroles. El lugar de parada es el de otras veces, el Restaurant Can Net (Plaça Sant Martí).
La vuelta para todos hasta Barcelona es por el mismo recorrido.
martes, 21 de julio de 2009
Marcha Cicloturista Ruta del Vino 2009
Crónica de Emilio Cebrián
Sábado 18
El sábado a las 6:20 de la mañana quedamos en el punto habitual desde donde sale el club, calle Navas esquina calle Guipúzcoa. En el coche de Joaquín cargamos las siete máquinas y en el mío y el de Juan Alarcón cargamos las maletas y demás enseres...
En el primer coche iban Juan Alarcón, M. Carmen, Francisco Zorrilla y Silvia. En el segundo, Joaquín Mallenco y Juan Fitó. Y en el tercero, Emilio, Esther, Montse y Antonio Nuño. A las 6:40 nos ponemos en ruta...
La salida de Barcelona se hace sin apenas circulación, así que no perdimos nada de tiempo. Cogimos la NII. Todo el viaje estuvo tranquilo. Al llegar a la Panadella, parada técnica para tomar un cafecito y poner gasofa.
Después de un cuarto de hora volvimos a ponernos en marcha, pasamos Fraga y en Pina entramos a la autopista. La circulación empezaba a ser ya más densa ya que eran las 10:05. A las 10:30 estábamos en el Hotel La Romareda.
Entré a preguntar si tenían alguna de las cinco habitaciones listas. Nos dijeron que sí, así que descargamos las bicis, los paquetes y los distribuimos en las habitaciones.
Una vez ya descargado todo, volvimos a los coches para ir al centro comercial Alcampo donde estaba situado el punto de recogida de dorsales para la Ruta del Vino.
Ya estamos en el centro comercial, fue fácil verlos con la carpa que tenían montada. Recogimos el sobre con el dorsal de cada uno y sus bridas correspondientes, la hoja de ruta y el boletín del Club Ciclista Ebro, firmamos en el poster de la carrera y nos dieron una bolsa que en interior contenía una botella de vino tinto de Cariñena, un bidón de Coca Cola o Aquarius, propaganda de la ciudad de Zaragoza y varios caramelos.
Nos despendimos de Adolfo, que es el organizador de la ruta. Cogimos los coches y nos fuimos a comprar a La Almunia de Doña Godina, pueblo situado a 50 kilómetros de Zaragoza. Allí entramos en un pequeño súper llamado Cosanse donde está todo a muy buen precio. Compramos garrafas de aceite de cinco litros, olivas negras de Aragón y, como no, las típicas frutas de Aragón. Con todo ello ya eran las 13:10...
Como soy muy previsor, ya tenía encargada hace una semana la mesa para diez a las 14:00 en el restaurante El Mesón que está en el pueblo de Almonacid de la Sierra, a 12 km de La Almunia.
Ya estamos en Almonacid. El calor que hacía era para cocer huevos. Entramos al restaurante y, mientras hacíamos tiempo, nos pedimos unas cervezas, Coca-Colas y olivitas rellenas. En este restaurante se come de muerte. Además te ponen una gran cantidad de comida que no tienes narices para acabarla y, lo mejor de todo, es el precio.
Entramos y nos sentamos en la mesa. Al momento viene la camarera, quien nos pregunta si queremos el menú, la carta o el menú de los 20 platos... Nos miramos todos y decimos "menú". Entonces la camarera nos recita una lista de platos que, cuando la acabó, ninguno de nosotros se acordaba el primer plato que nos dijo!!!, jajaja. Muy amablemente la repitió de nuevo. Ahora sí está claro y fuimos pidiendo.
Pasó al segundo plato y lo mismo. Antonio Nuño le preguntó dónde estaba leyendo eso. Ella se ríe y le dice que lo tiene todo en la cabeza. No veas qué otra lista de platos tenían de segundo.
Mientras esperamos nos trajo una cacerola de sopa de entrante. ¡Dios, qué buena estaba! Le pedimos una segunda cacerola...
El precio total incluyendo las sopas, el primer plato, el segundo, los postres, los cafés, los chupitos y la consumición que tomamos en el bar fue de 137 euros.
Acabamos de comer que serian las 16:00 más o menos, así que nos fuimos a Cariñena a comprar vino. Compramos garrafas de cinco litros de tinto, paquetes de tres botellas para regalo y va Joaquín mallenco y se pilla una caja de seis botellas, jajajaja.
Cuando salimos de la bodega y cargamos las botellas en el coche, llega una pareja de la Guardia Civil de moto escoltando a dos coches. Vaya puro que les metieron a los dos. Nosotros nos hicimos los locos, nos montamos en los coches y nos fuimos a Zaragoza.
Ya estamos en el hotel. Subimos a las habitaciones y quedamos a las 20:30 en la recepción para ir a cenar algo. La verdad es que nadie tenía mucha hambre después del comilón, jajajaja.
Algunos aprovechamos el tiempo dejando las máquinas listas, pusimos los dorsales, etc... Otros a ducharse y estirarse un poco. Son las 20:30, ya estamos todos en la recepción. Salimos del hotel y fuimos a tomar algo.
Detrás del hotel había una zona de bares. Por lo menos había cinco juntos. ¿A cuál vamos? ¡A ése! Pues a ése mismo...
Y así fue. Nos sentamos, pedimos unas cervecitas y coca colas. Francisco les preguntó si hacían bocadillos, así que nos trajeron una carta... De no tener hambre, acabamos cenando todos, jajajaja.
En la terraza se estaba de muerte. Qué fresquito corría. Pero no podíamos estar mucho más tiempo allí, ya que al día siguiente nos tenemos que levantar otra vez pronto para la marcha cicloturista.
Juan y Emilio fueron a coger los coches y meterlos en el parking. Cuando llegan a la recepción allí estaba Francisco mirando por internet algo de ciclismo. Silvia, M. Carmen nos esperaban. Hablamos un poco y nos fuimos a dormir. Entramos los cinco en el ascensor y va y se estropea. Jejejeje.
Nos quedamos los cinco encerrados. Activamos la sirena para que nos saquen. El ascensor por suerte aún está en la planta baja. Se abren las puertas y todos fuera. Venga, vamos al otro ascensor pero esta vez subimos de dos en dos no vaya a ser que se estropee también.
Domingo 19
Son las 6:45 de la mañana. Estamos los siete en la recepción esperando que nos abran el comedor para poder desayunar algo antes de ir a la marcha. Abren el comedor entramos y empezamos a prepararnos los desayunos.
Ya son las 6:55 y faltaban cinco minutos para la salida. Corre, corre, que llegamos tarde. Al llegar a la salida hay muchos ciclistas pero todo estaba en calma. Bufff menos mal que nos ha dado tiempo...
Estando allí veo a participantes con los que he tenido el placer de rodar a su lado otros años. Son ciclistas de Donostia, de Madrid, de Zaragoza, del Club Ciclista Ebro,... Me alegra un montón el poder verlos y saludarlos nuevamente.
Por fin llega la hora de la salida, eran las 7:12. El motivo del retraso fue que la Guardia Urbana se durmió, jajaja.
Hacen el corte de la cinta para abrir la marcha y las fuerzas del orden abren la circulación y se ponen en cabeza de carrera. No hemos andado cien metros que el coche patrulla de la Urbana se equivoca de calle. No veáis qué risas. Todo el mundo decía: "ese TONTON que no funciona..."
Vamos saliendo de Zaragoza en un pelotón agrupado, pero cada vez se va cogiendo más velocidad. No habíamos hecho ni cinco kilómetros y ya estábamos rodando a 35 km/h, picando hacia arriba y con aire en contra.
Eso produjo una escabechina en la marcha que no veáis, se formaron cuatro grupos. Cuatro de nosotros nos quedamos en el segundo grupo y tres de los nuestros pudieron seguir al primer grupo... que luego pagarían ese esfuerzo adicional.
En nuestro grupo los únicos que daban relevos y que llevaban al grupo a una velocidad de 25 a 27 km/h eran Francisco y Emilio, el resto chupando rueda. Había ciclistas que no podían darnos ningún relevo pero había unos mamones que si podían y pasaron de todo. A falta de tres kilómetros para el primer avituallamiento (líquido) y reagrupamiento, que está situado en la población de Longares, nos dan un palo seis tíos que nos dejan allí tirados. ¡Qué cabrones! Me fijé bien en ellos para devolverles el favor más adelante...
Cuando estamos en el avituallamiento, vienen varios de la organización a Esther a meterle la bronca que por qué las chicas habían roto la carrera. Esther se quedó perpleja. Les dijo que ella no tenía nada que ver, que iba en el segundo grupo, que se lo dijeran a las otras dos. Resulta que las otras dos chicas, son sudamericanas y son pros o se lo creen y la cosa es que partieron la marcha.
Pero a partir de allí se acabó. El coche ya no pasó de una velocidad y no dejó a nadie apretar, ni irse... Fuimos todos rodando de Longares a Cariñena a una velocidad de 28-29 km/h. De Cariñena a Encinacorba, como picaba hacia arriba, el coche aceleró y nos dejo que cada uno subiera a su ritmo...
Allí fuimos cogiendo a los que fueron en el primer grupo, jijiji. Vi a los que me hicieron "el favor", así que me puse a su par, fui subiendo el ritmo muy lentamente para desgastarlos. Se juntaron dos chavales mas del CC Zaragozano y los tres fuimos incrementando el ritmo hasta que los perdimos, tomaaaaaaaaaaaaa.
Me encontré con Francisco y fuimos los dos juntos hasta entrar a Encinacorba. Allí me encuentro a un amigo de mis padres y paré a saludarlo, mientras Francisco va subiendo y ya no me ve. Coñe, dónde se ha metido Emilio...
Del pueblo de Encinacorba a Aguaron es un rompepiernas soportable, pero de Aguaron a Cosuenda es el rompepiernas duro. Allí están los dos mortirolos que joden al personal y algunos tienen que poner pie en tierra.
Cuando pasamos por Cosuenda empiezo a saludar a la familia y amigos que están viendo pasar la marcha. De Cosuenda a Almonacid de la Sierra es otro rompepiernas pero más llevadero y no tan duro. Por fin, Almonacid de la Sierra segundo avituallamiento (sólido y líquido).
Allí se hace un parón y todos a comer jamón, queso, sandía, melocotón, etc. Beber Coca Cola y nosotros al vinito con porrón, doping, doping, jajajaja.
Llega la hora de partir de nuevo... Salimos de Almonacid a Alfamen con una bajada tendida donde llegamos a coger los 60 km/h.
De Alfamen a Longares la carretera está en mal estado, muy rugosa y picando hacia arriba. El sol ya estaba calentando de lo lindo pero como corría un poco de aire y éste era fresquito no se notaba mucho. Esther subía a ritmo, consiguiendo pasar a un grupo de cinco o seis ciclistas que ya no pudieron darle relevo, con lo que acabó la subida tirando de ellos. Al coronar, uno de ellos le pidió disculpas por no relevarla, pero iban justos de fuerzas.
Cuando llegamos a Longares en el cruce de la carretera nacional, se hace un reagrupamiento para poder cruzarla todos juntos. Por fin llegaron los últimos. Les esperamos unos diez minutos.
Reanudamos la marcha, cruzamos la nacional y el pelotón pone rumbo a Zaragoza. Los siete componentes del equipo CCP están juntos en medio del pelotón, con un ritmo de 42km/h con aire en contra. Rodando por la nacional el ritmo se va incrementando, 44, 46, 48, 49 km/h... pero dentro del pelotón no se nota.
Al final llegamos al último de los avituallamientos (líquido) y reagrupamiento de la marcha. Está en el polígono industrial donde tiene el almacén los patrocinadores del Club Ciclista Ebro, Mármoles y Granitos GARBEL, S.A. Zaragoza está tan sólo a 9 kilómetros.
Se reanuda la marcha y la Guardia Civil nos va abriendo paso, todos los coches a la cuneta. Entramos a Zaragoza y llegamos a la zona universitaria. Allí es el punto habitual de la entrega de trofeos.
Esta vez se hizo la marcha en un tiempo record. Eran las 13:15 cuando lo más normal hubiera sido llegar a las 14:00.
Una vez que dejamos las bicicletas apoyadas, nos fundimos en abrazos por haber acabado la marcha bien y sin ninguna incidencia.
Llega la hora de la entrega de premios y nos llevamos el trofeo al club más lejano, trofeo a club con más de cinco miembros, trofeo a la chica más veterana (Esther) y trofeo a la participación de chicas (Esther).
Aparte del recuerdo individual para cada uno de los participantes... Una vez recogidos los trofeos y hechas las fotos de rigor, nos fuimos al hotel a ducharnos. El Hotel Romareda se portó muy bien con todos nosotros, tal como ha hecho siempre. Nos cedió una de nuestras habitaciones, nos suministró siete toallas, jabón para todos y nos duchamos la mar de bien.
Mientras algunos estábamos duchándonos, el resto que nos esperaba, les preguntamos a las chicas de recepción dónde podíamos ir a comer. Nos recomendaron un restaurante que está a pocos metros del hotel. Juan Alarcón se acercó y reservó una mesa para diez a las 15:15 de la tarde.
Ya duchados, dejamos las bicis y las maletas en la consigna y nos fuimos a comer. El restaurante está muy bien y la mesa estaba delante de la televisión, así que mientras comíamos estuvimos viendo el Tour de Francia. Lo mejor de todo vino en el postre, al ver el hachazo de Contador a Armstrong.
Una vez acabada la etapa, fuimos al hotel a recoger las cosas, cargamos nuevamente los coches y pusimos rumbo a casa. Y a las 21:45 ya estábamos de nuevo en BCN.
Más fotos de la marcha en el blog de Esther y Emilio y en la web del Club Ciclista Ebro.
Sábado 18
El sábado a las 6:20 de la mañana quedamos en el punto habitual desde donde sale el club, calle Navas esquina calle Guipúzcoa. En el coche de Joaquín cargamos las siete máquinas y en el mío y el de Juan Alarcón cargamos las maletas y demás enseres...
En el primer coche iban Juan Alarcón, M. Carmen, Francisco Zorrilla y Silvia. En el segundo, Joaquín Mallenco y Juan Fitó. Y en el tercero, Emilio, Esther, Montse y Antonio Nuño. A las 6:40 nos ponemos en ruta...
La salida de Barcelona se hace sin apenas circulación, así que no perdimos nada de tiempo. Cogimos la NII. Todo el viaje estuvo tranquilo. Al llegar a la Panadella, parada técnica para tomar un cafecito y poner gasofa.
Después de un cuarto de hora volvimos a ponernos en marcha, pasamos Fraga y en Pina entramos a la autopista. La circulación empezaba a ser ya más densa ya que eran las 10:05. A las 10:30 estábamos en el Hotel La Romareda.
Entré a preguntar si tenían alguna de las cinco habitaciones listas. Nos dijeron que sí, así que descargamos las bicis, los paquetes y los distribuimos en las habitaciones.
Una vez ya descargado todo, volvimos a los coches para ir al centro comercial Alcampo donde estaba situado el punto de recogida de dorsales para la Ruta del Vino.
Ya estamos en el centro comercial, fue fácil verlos con la carpa que tenían montada. Recogimos el sobre con el dorsal de cada uno y sus bridas correspondientes, la hoja de ruta y el boletín del Club Ciclista Ebro, firmamos en el poster de la carrera y nos dieron una bolsa que en interior contenía una botella de vino tinto de Cariñena, un bidón de Coca Cola o Aquarius, propaganda de la ciudad de Zaragoza y varios caramelos.
Nos despendimos de Adolfo, que es el organizador de la ruta. Cogimos los coches y nos fuimos a comprar a La Almunia de Doña Godina, pueblo situado a 50 kilómetros de Zaragoza. Allí entramos en un pequeño súper llamado Cosanse donde está todo a muy buen precio. Compramos garrafas de aceite de cinco litros, olivas negras de Aragón y, como no, las típicas frutas de Aragón. Con todo ello ya eran las 13:10...
Como soy muy previsor, ya tenía encargada hace una semana la mesa para diez a las 14:00 en el restaurante El Mesón que está en el pueblo de Almonacid de la Sierra, a 12 km de La Almunia.
Ya estamos en Almonacid. El calor que hacía era para cocer huevos. Entramos al restaurante y, mientras hacíamos tiempo, nos pedimos unas cervezas, Coca-Colas y olivitas rellenas. En este restaurante se come de muerte. Además te ponen una gran cantidad de comida que no tienes narices para acabarla y, lo mejor de todo, es el precio.
Entramos y nos sentamos en la mesa. Al momento viene la camarera, quien nos pregunta si queremos el menú, la carta o el menú de los 20 platos... Nos miramos todos y decimos "menú". Entonces la camarera nos recita una lista de platos que, cuando la acabó, ninguno de nosotros se acordaba el primer plato que nos dijo!!!, jajaja. Muy amablemente la repitió de nuevo. Ahora sí está claro y fuimos pidiendo.
Pasó al segundo plato y lo mismo. Antonio Nuño le preguntó dónde estaba leyendo eso. Ella se ríe y le dice que lo tiene todo en la cabeza. No veas qué otra lista de platos tenían de segundo.
Mientras esperamos nos trajo una cacerola de sopa de entrante. ¡Dios, qué buena estaba! Le pedimos una segunda cacerola...
El precio total incluyendo las sopas, el primer plato, el segundo, los postres, los cafés, los chupitos y la consumición que tomamos en el bar fue de 137 euros.
Acabamos de comer que serian las 16:00 más o menos, así que nos fuimos a Cariñena a comprar vino. Compramos garrafas de cinco litros de tinto, paquetes de tres botellas para regalo y va Joaquín mallenco y se pilla una caja de seis botellas, jajajaja.
Cuando salimos de la bodega y cargamos las botellas en el coche, llega una pareja de la Guardia Civil de moto escoltando a dos coches. Vaya puro que les metieron a los dos. Nosotros nos hicimos los locos, nos montamos en los coches y nos fuimos a Zaragoza.
Ya estamos en el hotel. Subimos a las habitaciones y quedamos a las 20:30 en la recepción para ir a cenar algo. La verdad es que nadie tenía mucha hambre después del comilón, jajajaja.
Algunos aprovechamos el tiempo dejando las máquinas listas, pusimos los dorsales, etc... Otros a ducharse y estirarse un poco. Son las 20:30, ya estamos todos en la recepción. Salimos del hotel y fuimos a tomar algo.
Detrás del hotel había una zona de bares. Por lo menos había cinco juntos. ¿A cuál vamos? ¡A ése! Pues a ése mismo...
Y así fue. Nos sentamos, pedimos unas cervecitas y coca colas. Francisco les preguntó si hacían bocadillos, así que nos trajeron una carta... De no tener hambre, acabamos cenando todos, jajajaja.
En la terraza se estaba de muerte. Qué fresquito corría. Pero no podíamos estar mucho más tiempo allí, ya que al día siguiente nos tenemos que levantar otra vez pronto para la marcha cicloturista.
Juan y Emilio fueron a coger los coches y meterlos en el parking. Cuando llegan a la recepción allí estaba Francisco mirando por internet algo de ciclismo. Silvia, M. Carmen nos esperaban. Hablamos un poco y nos fuimos a dormir. Entramos los cinco en el ascensor y va y se estropea. Jejejeje.
Nos quedamos los cinco encerrados. Activamos la sirena para que nos saquen. El ascensor por suerte aún está en la planta baja. Se abren las puertas y todos fuera. Venga, vamos al otro ascensor pero esta vez subimos de dos en dos no vaya a ser que se estropee también.
Domingo 19
Son las 6:45 de la mañana. Estamos los siete en la recepción esperando que nos abran el comedor para poder desayunar algo antes de ir a la marcha. Abren el comedor entramos y empezamos a prepararnos los desayunos.
Ya son las 6:55 y faltaban cinco minutos para la salida. Corre, corre, que llegamos tarde. Al llegar a la salida hay muchos ciclistas pero todo estaba en calma. Bufff menos mal que nos ha dado tiempo...
Estando allí veo a participantes con los que he tenido el placer de rodar a su lado otros años. Son ciclistas de Donostia, de Madrid, de Zaragoza, del Club Ciclista Ebro,... Me alegra un montón el poder verlos y saludarlos nuevamente.
Por fin llega la hora de la salida, eran las 7:12. El motivo del retraso fue que la Guardia Urbana se durmió, jajaja.
Hacen el corte de la cinta para abrir la marcha y las fuerzas del orden abren la circulación y se ponen en cabeza de carrera. No hemos andado cien metros que el coche patrulla de la Urbana se equivoca de calle. No veáis qué risas. Todo el mundo decía: "ese TONTON que no funciona..."
Vamos saliendo de Zaragoza en un pelotón agrupado, pero cada vez se va cogiendo más velocidad. No habíamos hecho ni cinco kilómetros y ya estábamos rodando a 35 km/h, picando hacia arriba y con aire en contra.
Eso produjo una escabechina en la marcha que no veáis, se formaron cuatro grupos. Cuatro de nosotros nos quedamos en el segundo grupo y tres de los nuestros pudieron seguir al primer grupo... que luego pagarían ese esfuerzo adicional.
En nuestro grupo los únicos que daban relevos y que llevaban al grupo a una velocidad de 25 a 27 km/h eran Francisco y Emilio, el resto chupando rueda. Había ciclistas que no podían darnos ningún relevo pero había unos mamones que si podían y pasaron de todo. A falta de tres kilómetros para el primer avituallamiento (líquido) y reagrupamiento, que está situado en la población de Longares, nos dan un palo seis tíos que nos dejan allí tirados. ¡Qué cabrones! Me fijé bien en ellos para devolverles el favor más adelante...
Cuando estamos en el avituallamiento, vienen varios de la organización a Esther a meterle la bronca que por qué las chicas habían roto la carrera. Esther se quedó perpleja. Les dijo que ella no tenía nada que ver, que iba en el segundo grupo, que se lo dijeran a las otras dos. Resulta que las otras dos chicas, son sudamericanas y son pros o se lo creen y la cosa es que partieron la marcha.
Pero a partir de allí se acabó. El coche ya no pasó de una velocidad y no dejó a nadie apretar, ni irse... Fuimos todos rodando de Longares a Cariñena a una velocidad de 28-29 km/h. De Cariñena a Encinacorba, como picaba hacia arriba, el coche aceleró y nos dejo que cada uno subiera a su ritmo...
Allí fuimos cogiendo a los que fueron en el primer grupo, jijiji. Vi a los que me hicieron "el favor", así que me puse a su par, fui subiendo el ritmo muy lentamente para desgastarlos. Se juntaron dos chavales mas del CC Zaragozano y los tres fuimos incrementando el ritmo hasta que los perdimos, tomaaaaaaaaaaaaa.
Me encontré con Francisco y fuimos los dos juntos hasta entrar a Encinacorba. Allí me encuentro a un amigo de mis padres y paré a saludarlo, mientras Francisco va subiendo y ya no me ve. Coñe, dónde se ha metido Emilio...
Del pueblo de Encinacorba a Aguaron es un rompepiernas soportable, pero de Aguaron a Cosuenda es el rompepiernas duro. Allí están los dos mortirolos que joden al personal y algunos tienen que poner pie en tierra.
Cuando pasamos por Cosuenda empiezo a saludar a la familia y amigos que están viendo pasar la marcha. De Cosuenda a Almonacid de la Sierra es otro rompepiernas pero más llevadero y no tan duro. Por fin, Almonacid de la Sierra segundo avituallamiento (sólido y líquido).
Allí se hace un parón y todos a comer jamón, queso, sandía, melocotón, etc. Beber Coca Cola y nosotros al vinito con porrón, doping, doping, jajajaja.
Llega la hora de partir de nuevo... Salimos de Almonacid a Alfamen con una bajada tendida donde llegamos a coger los 60 km/h.
De Alfamen a Longares la carretera está en mal estado, muy rugosa y picando hacia arriba. El sol ya estaba calentando de lo lindo pero como corría un poco de aire y éste era fresquito no se notaba mucho. Esther subía a ritmo, consiguiendo pasar a un grupo de cinco o seis ciclistas que ya no pudieron darle relevo, con lo que acabó la subida tirando de ellos. Al coronar, uno de ellos le pidió disculpas por no relevarla, pero iban justos de fuerzas.
Cuando llegamos a Longares en el cruce de la carretera nacional, se hace un reagrupamiento para poder cruzarla todos juntos. Por fin llegaron los últimos. Les esperamos unos diez minutos.
Reanudamos la marcha, cruzamos la nacional y el pelotón pone rumbo a Zaragoza. Los siete componentes del equipo CCP están juntos en medio del pelotón, con un ritmo de 42km/h con aire en contra. Rodando por la nacional el ritmo se va incrementando, 44, 46, 48, 49 km/h... pero dentro del pelotón no se nota.
Al final llegamos al último de los avituallamientos (líquido) y reagrupamiento de la marcha. Está en el polígono industrial donde tiene el almacén los patrocinadores del Club Ciclista Ebro, Mármoles y Granitos GARBEL, S.A. Zaragoza está tan sólo a 9 kilómetros.
Se reanuda la marcha y la Guardia Civil nos va abriendo paso, todos los coches a la cuneta. Entramos a Zaragoza y llegamos a la zona universitaria. Allí es el punto habitual de la entrega de trofeos.
Esta vez se hizo la marcha en un tiempo record. Eran las 13:15 cuando lo más normal hubiera sido llegar a las 14:00.
Una vez que dejamos las bicicletas apoyadas, nos fundimos en abrazos por haber acabado la marcha bien y sin ninguna incidencia.
Llega la hora de la entrega de premios y nos llevamos el trofeo al club más lejano, trofeo a club con más de cinco miembros, trofeo a la chica más veterana (Esther) y trofeo a la participación de chicas (Esther).
Aparte del recuerdo individual para cada uno de los participantes... Una vez recogidos los trofeos y hechas las fotos de rigor, nos fuimos al hotel a ducharnos. El Hotel Romareda se portó muy bien con todos nosotros, tal como ha hecho siempre. Nos cedió una de nuestras habitaciones, nos suministró siete toallas, jabón para todos y nos duchamos la mar de bien.
Mientras algunos estábamos duchándonos, el resto que nos esperaba, les preguntamos a las chicas de recepción dónde podíamos ir a comer. Nos recomendaron un restaurante que está a pocos metros del hotel. Juan Alarcón se acercó y reservó una mesa para diez a las 15:15 de la tarde.
Ya duchados, dejamos las bicis y las maletas en la consigna y nos fuimos a comer. El restaurante está muy bien y la mesa estaba delante de la televisión, así que mientras comíamos estuvimos viendo el Tour de Francia. Lo mejor de todo vino en el postre, al ver el hachazo de Contador a Armstrong.
Una vez acabada la etapa, fuimos al hotel a recoger las cosas, cargamos nuevamente los coches y pusimos rumbo a casa. Y a las 21:45 ya estábamos de nuevo en BCN.
Más fotos de la marcha en el blog de Esther y Emilio y en la web del Club Ciclista Ebro.
domingo, 19 de julio de 2009
New pepinos
sábado, 18 de julio de 2009
Excursión a Piera
El próximo domingo 19 nos vamos hasta Piera. El recorrido de ida nos llevará por Esplugues, Molins, Pallejà, Martorell, Sant Esteve Sesrovires, La Beguda, Masquefa y Piera.
El horario de salida desde el punto habitual será a las 7:30 o a las 8:00 horas.
La vuelta para todos hasta Barcelona será por Sant Llorenç d'Hortons, Gelida, Martorell, Molins y Esplugues.
El horario de salida desde el punto habitual será a las 7:30 o a las 8:00 horas.
La vuelta para todos hasta Barcelona será por Sant Llorenç d'Hortons, Gelida, Martorell, Molins y Esplugues.
viernes, 17 de julio de 2009
Stage verano 2009. Sustenpass, Grimselpass, Furkapass y Oberalppass
Jueves 16 de julio. Día espectacular de ciclismo. Sol por un tubo desde primera hora de la mañana, cielo despejado y muy buena temperatura.
En el menú de hoy tenemos para empezar la bajadita hasta Wassen para comenzar el primer plato, el Sustenpass. Subimos tranquilos los 17 kilómetros al 7,50% de media pensando en lo que nos queda. Arriba las fotos de rigor junto con un grupo de moteros.
Bajada rapidísima hasta Innertkirchen donde nos quitamos la ropa de abrigo ya que nos tenemos que enfrentar con el coco del día, el Grimselpass y sus nada menos que 26 kilómetros de longitud.
Abajo hacía un calor infernal, con lo que algunos optamos por parar un segundo para rellenar los bidones en una fuente a falta de 18 kilómetros. Se trata de un puerto bastante distraido ya que los paisajes son muy bonitos, con varios lagos en la parte de arriba, y hay algo de circulación turística.
Arriba nos reagrupamos y nos metemos entre pecho y espalda un wratwurst con patatas fritas y medio litro de cocacola que nos sentó de muerte. El camarero del restaurante nos comentó que la carretera se abrió este año el 4 de junio y se suele cerrar en octubre. El resto del año ni se molestan en mantenerla ya que las nevadas son tremendas, cubriendo totalmente las casas que hay en la cima.
Bajamos hasta Gletsch y, sin más, tenemos que ascender los últimos 11 kilómetros del Furkapass, que ya bajamos el pasado martes. Arriba reagrupamos, nos volvemos a poner algo de abrigo y nueva bajada hasta Realp y llaneo hasta Andermatt.
Aquí podríamos haber terminado la etapa pero como había fuerzas y la previsión del tiempo para el viernes eran muy negativas, decidimos subir el Oberalppass, último puerto del stage.
Son diez kilómetros al 5,70% que se suben bien, pensando que ya son los últimos. Arriba el paisaje es espectacular, con un gran lago en la cima y la vía del tren cremallera que viene desde Andermatt y baja hasta Disentis, en el otro valle.
Después de las fotos y abrigarnos, bajada y, después de una ducha reparadora, cenamos sopa y una espectacular tartiflette gentileza de Chez Charly. La bici por este verano acabada... para algunos.
En el menú de hoy tenemos para empezar la bajadita hasta Wassen para comenzar el primer plato, el Sustenpass. Subimos tranquilos los 17 kilómetros al 7,50% de media pensando en lo que nos queda. Arriba las fotos de rigor junto con un grupo de moteros.
Bajada rapidísima hasta Innertkirchen donde nos quitamos la ropa de abrigo ya que nos tenemos que enfrentar con el coco del día, el Grimselpass y sus nada menos que 26 kilómetros de longitud.
Abajo hacía un calor infernal, con lo que algunos optamos por parar un segundo para rellenar los bidones en una fuente a falta de 18 kilómetros. Se trata de un puerto bastante distraido ya que los paisajes son muy bonitos, con varios lagos en la parte de arriba, y hay algo de circulación turística.
Arriba nos reagrupamos y nos metemos entre pecho y espalda un wratwurst con patatas fritas y medio litro de cocacola que nos sentó de muerte. El camarero del restaurante nos comentó que la carretera se abrió este año el 4 de junio y se suele cerrar en octubre. El resto del año ni se molestan en mantenerla ya que las nevadas son tremendas, cubriendo totalmente las casas que hay en la cima.
Bajamos hasta Gletsch y, sin más, tenemos que ascender los últimos 11 kilómetros del Furkapass, que ya bajamos el pasado martes. Arriba reagrupamos, nos volvemos a poner algo de abrigo y nueva bajada hasta Realp y llaneo hasta Andermatt.
Aquí podríamos haber terminado la etapa pero como había fuerzas y la previsión del tiempo para el viernes eran muy negativas, decidimos subir el Oberalppass, último puerto del stage.
Son diez kilómetros al 5,70% que se suben bien, pensando que ya son los últimos. Arriba el paisaje es espectacular, con un gran lago en la cima y la vía del tren cremallera que viene desde Andermatt y baja hasta Disentis, en el otro valle.
Después de las fotos y abrigarnos, bajada y, después de una ducha reparadora, cenamos sopa y una espectacular tartiflette gentileza de Chez Charly. La bici por este verano acabada... para algunos.
Stage verano 2009. Grosse Scheidegg, Männlinchen y Axalp
El miércoles 15 teníamos traslado hasta la bonita y turística localidad de Grindelwald, a más de dos horas de coche desde Andermatt. El reto era subir dos muros infernales, el Grosse Scheidegg (10 kms al 9,10%) y el Männlinchen (13,5 kms al 9,90%).
Rajada general del sector barcelonés, que se quedó haciendo turismo. Por lo que nos comentan los mesetarios, los puertos durísimos, especialmente el Männlinchen.
De vuelta a Andermatt, en Brienz, paramos para que Mario subiese el Axalp, otro "murete" de 10 kilómetros al 9,70%. Mientras el resto nos quedamos degustando unos capuccinos y unas cervezas en una terraza a pie del lago Brienzer See.
Y ya en casita, cena y a descansar del tute que al día siguiente tenemos etapa reina...
Rajada general del sector barcelonés, que se quedó haciendo turismo. Por lo que nos comentan los mesetarios, los puertos durísimos, especialmente el Männlinchen.
De vuelta a Andermatt, en Brienz, paramos para que Mario subiese el Axalp, otro "murete" de 10 kilómetros al 9,70%. Mientras el resto nos quedamos degustando unos capuccinos y unas cervezas en una terraza a pie del lago Brienzer See.
Y ya en casita, cena y a descansar del tute que al día siguiente tenemos etapa reina...
miércoles, 15 de julio de 2009
Stage verano 2009. Furkapass, Nufenenpass y Passo San Gottardo
Segundo día en Suiza. Hoy tocaba un bucle clásico de la zona sin apenas un metro llano. El día no pintaba bien, con bastantes nubes amenazadoras pero sin demasiado frío.
De salida, el Furkapass, con sus 12 kilómetros al 7,3% de media. Este lo hemos subido tranquilos pensando en lo que nos quedaba. En el descenso paramos en el Hotel Belvedere a hacer fotos del paisaje y de las marmotas que ya se preparan para el invierno.
Bajada hasta Ulrichen donde, sin descanso, atacamos el Nufenenpass. Este era el puerto más duro del día, con 13 kilómetros al 8,5%. Paisajes alucinantes, con bastante nieve en las cunetas pasada la cota de los 2.000 metros. Arriba hacemos una cocacola rápida y bajamos hacia Airolo.
Aquí vemos un supermercado abierto y compramos dos barras de pan y seis tabletas de chocolate (suizo, ¿eh?) que nos comemos en la calle ante la atónita mirada de los peatones.
Después del piscolabis, iniciamos la subida al Passo San Gottardo, que tiene tres posibles variantes: por la autopista para los coches y camiones, por la carretera normal y por la que elegimos nosotros, la Via Tremola.
Como seguro habéis podido ver en fotos de la Vuelta a Suiza, se trata de un puerto cuya gran parte de sus 13 kilómetros están adoquinados, dándole un rollo clásico impresionante. Pues por allí lo subimos, disfrutando de cada metro. Sin duda uno de los mejores que hemos hecho.
Y ya desde arriba, descenso trepidante hasta Andermatt justo a tiempo para ver el final de la etapa del Tour.
De salida, el Furkapass, con sus 12 kilómetros al 7,3% de media. Este lo hemos subido tranquilos pensando en lo que nos quedaba. En el descenso paramos en el Hotel Belvedere a hacer fotos del paisaje y de las marmotas que ya se preparan para el invierno.
Bajada hasta Ulrichen donde, sin descanso, atacamos el Nufenenpass. Este era el puerto más duro del día, con 13 kilómetros al 8,5%. Paisajes alucinantes, con bastante nieve en las cunetas pasada la cota de los 2.000 metros. Arriba hacemos una cocacola rápida y bajamos hacia Airolo.
Aquí vemos un supermercado abierto y compramos dos barras de pan y seis tabletas de chocolate (suizo, ¿eh?) que nos comemos en la calle ante la atónita mirada de los peatones.
Después del piscolabis, iniciamos la subida al Passo San Gottardo, que tiene tres posibles variantes: por la autopista para los coches y camiones, por la carretera normal y por la que elegimos nosotros, la Via Tremola.
Como seguro habéis podido ver en fotos de la Vuelta a Suiza, se trata de un puerto cuya gran parte de sus 13 kilómetros están adoquinados, dándole un rollo clásico impresionante. Pues por allí lo subimos, disfrutando de cada metro. Sin duda uno de los mejores que hemos hecho.
Y ya desde arriba, descenso trepidante hasta Andermatt justo a tiempo para ver el final de la etapa del Tour.
martes, 14 de julio de 2009
Stage verano 2009. Nos vamos a Suiza. Klausenpass
El lunes tocaba traslado al segundo punto de nuestro stage, Andermatt, en el corazón de Suiza. Salimos pronto de nuestro alojamiento en BSM y seguimos la ruta hacia el país helvético pasando por el San Bernardo, túnel del Montblanc, Chamonix, Col de la Forclaz, Martigny, Sion, Brig y subir y bajar el Furkapass.
Ya en el viaje nos dimos cuenta de los impresionantes paisajes suizos y que estos días íbamos a disfrutar.
Llegamos a nuestro apartamento -de categoría y muy asequible- y, después de juntarnos con los compañeros Carles Garrido y Xavier Vilanova que venían de Barcelona y hacer un piscolabis, cogimos la furgoneta para ir a Altdorf y hacer el primer puerto, el Klausenpass.
Tremenda ascensión de 25 kilómetros a 6,1% de media para salvar un desnivel de 1.500 metros. Además tuvimos la compañía de ciclistas "invitados" y ya sabéis que los piques están en el Parpers o por aquí arriba...
Ya en el viaje nos dimos cuenta de los impresionantes paisajes suizos y que estos días íbamos a disfrutar.
Llegamos a nuestro apartamento -de categoría y muy asequible- y, después de juntarnos con los compañeros Carles Garrido y Xavier Vilanova que venían de Barcelona y hacer un piscolabis, cogimos la furgoneta para ir a Altdorf y hacer el primer puerto, el Klausenpass.
Tremenda ascensión de 25 kilómetros a 6,1% de media para salvar un desnivel de 1.500 metros. Además tuvimos la compañía de ciclistas "invitados" y ya sabéis que los piques están en el Parpers o por aquí arriba...
lunes, 13 de julio de 2009
Stage verano 2009. Petit Saint Bernard (x2) y Colle San Carlo
Para acabar con la estancia en BSM, hoy domingo teniamos etapa reina. El menú es fácil. Salida desde el hotel y, sin anestesia, subir el Col de Petit Saint Bernard. 31 kilómetros de puerto con una pendiente media del 5,10%. Se trata de una ascensión entretenida ya que se pueden ver al fondo la estación de Les Arcs o la carretera que sube a Val-d'Isère y el Col d'Iseran.
Como es domingo, también había bastante tránsito dominguero, a destacar un grupo de unos 10 a 15 Porsches que iban a un ritmo "cannonball" un poco animal. También había muchas motos, bicis...
Después de casi dos horas, fotos, abrigo y nos vamos para abajo, hacia Italia. Bajamos hasta la localidad de La Thuile, muy concurrida y pintoresca, a 14 kilómetros de la cima. Desde aquí, Carles y Rubén seguimos el itinerario previsto y subimos el Colle San Carlo por esta vertiente sur mientras que Mario y Guillermo bajan hasta Pré-Saint-Didier y Morgex para subirlo por la banda norte.
El puerto apenas tiene 7 kilómetros con una media del 7,60% pero los cuatro últimos al 10, 10, 7 y 9,6%. O sea, que corto pero intenso. Arriba nos comimos unos panini di salami e crudo acompañados de un helado y la cocacola de rigor en la terraza del Refugio Genzianella que nos supieron a gloria.
Y solo quedaba volver a casa deshaciendo el camino, bajando de nuevo a La Thuile y subiendo los 14 kilómetros del Piccolo San Bernardo (versión italiana) con la dificultad añadida del fuerte viento en contra. Una vez arriba, abrigo y a bajar los treinta kilómetros hasta BSM... un descenso para aburrirse.
Después de ver la etapa del Tour y descansar un rato seguimos con la tradición de los últimos años y nos fuimos al McDonalds local a llenar los bodies de grasaza, que nos lo hemos ganado.
Mañana, traslado a Andermatt (Suiza), lugar donde también llegarán nuevos refuerzos desde Barcelona...
Como es domingo, también había bastante tránsito dominguero, a destacar un grupo de unos 10 a 15 Porsches que iban a un ritmo "cannonball" un poco animal. También había muchas motos, bicis...
Después de casi dos horas, fotos, abrigo y nos vamos para abajo, hacia Italia. Bajamos hasta la localidad de La Thuile, muy concurrida y pintoresca, a 14 kilómetros de la cima. Desde aquí, Carles y Rubén seguimos el itinerario previsto y subimos el Colle San Carlo por esta vertiente sur mientras que Mario y Guillermo bajan hasta Pré-Saint-Didier y Morgex para subirlo por la banda norte.
El puerto apenas tiene 7 kilómetros con una media del 7,60% pero los cuatro últimos al 10, 10, 7 y 9,6%. O sea, que corto pero intenso. Arriba nos comimos unos panini di salami e crudo acompañados de un helado y la cocacola de rigor en la terraza del Refugio Genzianella que nos supieron a gloria.
Y solo quedaba volver a casa deshaciendo el camino, bajando de nuevo a La Thuile y subiendo los 14 kilómetros del Piccolo San Bernardo (versión italiana) con la dificultad añadida del fuerte viento en contra. Una vez arriba, abrigo y a bajar los treinta kilómetros hasta BSM... un descenso para aburrirse.
Después de ver la etapa del Tour y descansar un rato seguimos con la tradición de los últimos años y nos fuimos al McDonalds local a llenar los bodies de grasaza, que nos lo hemos ganado.
Mañana, traslado a Andermatt (Suiza), lugar donde también llegarán nuevos refuerzos desde Barcelona...
domingo, 12 de julio de 2009
Stage verano 2009. La Plagne y Cormet d'Arêches
El sábado 11 teníamos una doble cita. Desde BSM fuimos hasta Aime por la carretera nacional N90, un poco pestosilla pero casi todo el tramo picando hacia abajo, lo que nos permitió ir calentando.
En Aime, giramos a la izquierda para subir a la estación de esquí de La Plagne, 23 kilómetros de ascensión "hasta donde acaba el asfalto", esto es, pasada la cota 2.000. Se trata de una subida dura, carretera ancha con asfalto nuevo en un buen tramo y 21 curvas de herradura numeradas. Arriba encontramos una pequeña ciudad como suele ser habitual en estas estaciones hivernales.
Después de hacer las fotos de rigor y del rapidísimo descenso, llegamos de nuevo a Aime, donde comenzamos la subida del Cormet d'Arêches. Aquí el calor ya aprieta fuerte. La subida es totalmente diferente a la Plagne. Son 17 kilómetros a una media del 6,6% de carretera estrecha sin circulación, cruzando algunos pueblitos de cuatro casas.
Después de Granier la cosa se pone seria con un par de kilómetros a más del 8% y tres seguidos al 10% en un tramo que atraviesa un frondoso bosque. Desde aquí entramos en el valle hasta llegar a la aldea de Laval donde la carretera empeora de calidad por momentos.
Un kilómetro más y tenemos que parar porque, desde aquí, la mala carretera se convierte en una pista llena de piedras intransitable en bici de carreras, con lo que decidimos bajar de nuevo hasta Aime. A la cima del puerto se puede acceder desde la vertiente norte de Beaufort. Lo que está claro es que si adecentaran estos kilómetros de carretera, esta subida sería tremenda.
En Aime atracamos una pastelería que estaba abierta y cada uno comimos una porción de pizza acompañada de una cocacola que nos supo a gloria. Después sólo quedaba volver a BSM por la famosa N90, ahora con más repechos hacia arriba que bajadas pero con el aire a favor.
Ya en el hotel, vimos la primera victoria española de la mano de Luis León Sánchez, un paseo y compras por el pueblo -muy animado ya que están en fiestas- y a llenar depósitos a base de ensalada y pasta para unos y pizza para otros ya que al día siguiente tenemos la etapa reina de esta primera parte del stage.
En Aime, giramos a la izquierda para subir a la estación de esquí de La Plagne, 23 kilómetros de ascensión "hasta donde acaba el asfalto", esto es, pasada la cota 2.000. Se trata de una subida dura, carretera ancha con asfalto nuevo en un buen tramo y 21 curvas de herradura numeradas. Arriba encontramos una pequeña ciudad como suele ser habitual en estas estaciones hivernales.
Después de hacer las fotos de rigor y del rapidísimo descenso, llegamos de nuevo a Aime, donde comenzamos la subida del Cormet d'Arêches. Aquí el calor ya aprieta fuerte. La subida es totalmente diferente a la Plagne. Son 17 kilómetros a una media del 6,6% de carretera estrecha sin circulación, cruzando algunos pueblitos de cuatro casas.
Después de Granier la cosa se pone seria con un par de kilómetros a más del 8% y tres seguidos al 10% en un tramo que atraviesa un frondoso bosque. Desde aquí entramos en el valle hasta llegar a la aldea de Laval donde la carretera empeora de calidad por momentos.
Un kilómetro más y tenemos que parar porque, desde aquí, la mala carretera se convierte en una pista llena de piedras intransitable en bici de carreras, con lo que decidimos bajar de nuevo hasta Aime. A la cima del puerto se puede acceder desde la vertiente norte de Beaufort. Lo que está claro es que si adecentaran estos kilómetros de carretera, esta subida sería tremenda.
En Aime atracamos una pastelería que estaba abierta y cada uno comimos una porción de pizza acompañada de una cocacola que nos supo a gloria. Después sólo quedaba volver a BSM por la famosa N90, ahora con más repechos hacia arriba que bajadas pero con el aire a favor.
Ya en el hotel, vimos la primera victoria española de la mano de Luis León Sánchez, un paseo y compras por el pueblo -muy animado ya que están en fiestas- y a llenar depósitos a base de ensalada y pasta para unos y pizza para otros ya que al día siguiente tenemos la etapa reina de esta primera parte del stage.
sábado, 11 de julio de 2009
Stage verano 2009. Cormet de Roselend
Desde el pasado viernes 10 de julio estamos inmersos en nuestro tradicional stage veraniego. Esta vez tendremos dos campos base, Bourg-Saint-Maurice (BSM) -en pleno corazón de la Savoya francesa- y Andermatt, en las montañas suizas.
Mientras tengamos disponible conexión a internet iremos actualizando nuestras andanzas.
Como deciamos, llegamos a BSM sobre las 15:30 del pasado viernes, después de un placentero viaje de unos 780 kilómetros, todo por autopista y autovía.
Buscamos el Hotel Angival, totalmente recomendable, y después de ver la etapa del Tour con final en Andorra, montamos las bicis para hacer una sesión vespertina y subir el primer puerto de estos días, el Cormet de Roselend.
Ascensión dura: 20 kilómetros para salvar un desnivel de 1.150 metros con un porcentaje medio del 6%. Lo más destacable fue un frío viento en contra que nos hizo huir rápidamente de la cima ya que arriba estábamos a 9 grados pero la sensación era de bastantes menos.
Ya de vuelta a casa, duchita y a reponer fuerzas con una ensalada Savoyarde y la ya mítica tartiflette.
Por cierto, arriba del Roselend ya había autocaravanas. ¿Estarán esperando ya la etapa del 22 de julio?
Mientras tengamos disponible conexión a internet iremos actualizando nuestras andanzas.
Como deciamos, llegamos a BSM sobre las 15:30 del pasado viernes, después de un placentero viaje de unos 780 kilómetros, todo por autopista y autovía.
Buscamos el Hotel Angival, totalmente recomendable, y después de ver la etapa del Tour con final en Andorra, montamos las bicis para hacer una sesión vespertina y subir el primer puerto de estos días, el Cormet de Roselend.
Ascensión dura: 20 kilómetros para salvar un desnivel de 1.150 metros con un porcentaje medio del 6%. Lo más destacable fue un frío viento en contra que nos hizo huir rápidamente de la cima ya que arriba estábamos a 9 grados pero la sensación era de bastantes menos.
Ya de vuelta a casa, duchita y a reponer fuerzas con una ensalada Savoyarde y la ya mítica tartiflette.
Por cierto, arriba del Roselend ya había autocaravanas. ¿Estarán esperando ya la etapa del 22 de julio?
9 de julio: el Tour en Barcelona
El pasado jueves 9 de julio el Tour de Francia visitó tierras catalanas, con la celebración de la etapa Girona-Barcelona.
Nuestros planes iniciales eran salir desde Barcelona en bici para dirigirnos hasta el Alto de Collsacreu y ver allí el paso de la caravana publicitaria y de los corredores.
Quedamos a las 10 de la mañana LoGarri, Richy y Rubén junto con la compañía de Mario y Guillermo, que venían desde Talavera y Guadalajara respectivamente para iniciar el tradicional stage veraniego el día siguiente.
Las previsiones meteorológicas no eran demasiado buenas y a la hora de la partida en Fabra i Puig empezó a llover. Estuvimos esperando en una terraza mientras desayunábamos a ver si paraba, aunque el cielo estaba muy cubierto.
Pues allí estuvimos dos horas esperando. Manda narices que no llueva en Barcelona en dos meses y el día que llega el Tour diluvie de la forma que lo hizo durante toda la mañana.
Montamos un plan B que fue volver a casa, comer, e ir a Montjuïc a ver el final de etapa. Por lo menos allí el tiempo dio una tregua y nos permitió ver la llegada y toda la parafernalia que se monta en el Tour.
Para redondear la jornada, por la noche fuimos -gentileza de Xavi Martín- a la fiesta Cervélo que se celebró en la disco Ribelino's. Allí pudimos ver las nuevas bicis que están usando Carlos Sastre y sus chicos en la ronda francesa, como el modelo P4 de contrarreloj o esta R3 SL especialmente decorada para la ocasión, y también echar unas risas, comer canapés y beber por la patilla y ver chicas guapas. ¡Glamour du Tour!
Nuestros planes iniciales eran salir desde Barcelona en bici para dirigirnos hasta el Alto de Collsacreu y ver allí el paso de la caravana publicitaria y de los corredores.
Quedamos a las 10 de la mañana LoGarri, Richy y Rubén junto con la compañía de Mario y Guillermo, que venían desde Talavera y Guadalajara respectivamente para iniciar el tradicional stage veraniego el día siguiente.
Las previsiones meteorológicas no eran demasiado buenas y a la hora de la partida en Fabra i Puig empezó a llover. Estuvimos esperando en una terraza mientras desayunábamos a ver si paraba, aunque el cielo estaba muy cubierto.
Pues allí estuvimos dos horas esperando. Manda narices que no llueva en Barcelona en dos meses y el día que llega el Tour diluvie de la forma que lo hizo durante toda la mañana.
Montamos un plan B que fue volver a casa, comer, e ir a Montjuïc a ver el final de etapa. Por lo menos allí el tiempo dio una tregua y nos permitió ver la llegada y toda la parafernalia que se monta en el Tour.
Para redondear la jornada, por la noche fuimos -gentileza de Xavi Martín- a la fiesta Cervélo que se celebró en la disco Ribelino's. Allí pudimos ver las nuevas bicis que están usando Carlos Sastre y sus chicos en la ronda francesa, como el modelo P4 de contrarreloj o esta R3 SL especialmente decorada para la ocasión, y también echar unas risas, comer canapés y beber por la patilla y ver chicas guapas. ¡Glamour du Tour!
viernes, 10 de julio de 2009
Excursión a Talamanca
El domingo 12 de julio la excursión del Club llegará hasta Talamanca. Los que opten por el recorrido normal, partirán a las 7:30 horas desde el punto habitual para dirigirse por Montcada, Cerdanyola, Barberà, Sabadell y Matadepera. Desde aquí, solo queda subir el alto de Estenalles y bajar a Talamanca.
Quien quiera dormir media horita más, puede salir a las 8:00 con los de la variante y hacer el mismo recorrido.
Para volver a Barcelona, se sube de nuevo Estenalles y se baja por Terrassa, Les Fonts, Rubí y Sant Cugat. Desde aquí, dos opciones para volver a casa: directos por Cerdanyola y Montcada o subiendo por Les Planes y Vallvidrera para bajar por la Arrabasada para los más motivados.
Quien quiera dormir media horita más, puede salir a las 8:00 con los de la variante y hacer el mismo recorrido.
Para volver a Barcelona, se sube de nuevo Estenalles y se baja por Terrassa, Les Fonts, Rubí y Sant Cugat. Desde aquí, dos opciones para volver a casa: directos por Cerdanyola y Montcada o subiendo por Les Planes y Vallvidrera para bajar por la Arrabasada para los más motivados.
miércoles, 8 de julio de 2009
Próxima reunión de Junta
Os informamos de que la siguiente reunión de la Junta será el próximo martes 21 de julio en el local social de la calle Bilbao 220 (Ludoteca del Clot) de 18:30 a 20:00 horas. Recordad que será el último encuentro antes del periodo de vacaciones. El siguiente será durante el mes de septiembre.
Ya sabéis que estamos a vuestra disposición para lo que necesitéis.
Ya sabéis que estamos a vuestra disposición para lo que necesitéis.
martes, 7 de julio de 2009
Marxa Cicloturista Montsec-Montsec 2009
El pasado sábado 4 de julio estrenamos una nueva marcha en la localidad leridana de Balaguer. En el menú, un duro recorrido de más de 150 kilómetros y cuatro puertos para totalizar más de 3.000 metros de desnivel acumulado. Para aderezarlo, previsión de mucho calor, con temperaturas claramente por encima de los 30 grados.
Nos apuntamos a esta aventura tres socios del Provençalenc: Xavier Vilanova, Carles Garrido y, quien escribe estas líneas, Rubén Carro. Nos alojamos en el Hotel Balaguer, alias "la sauna". Este año parece que estamos abonados a pasar calores durante las noches (recordar el alojamiento en Benabarri, Puertos Ribagorza). Es lo que tiene el estar en un hotel entre el local de la Peña Barcelonista y la sede de Convergència de la localidad: nada bueno, jejeje.
Para cenar nos juntamos con la peña del foro APM, que habían montado quedada con la excusa de la marcha. Velada muy agradable en la pizzería Sapore con una conversación monotemática pero que es la que nos gusta. Allí, entre pasta y pizzas, hablamos de puertos, marchas -actuales, míticas e históricas- y excursiones varias.
El despertador sonó a las seis y media de la mañana del sábado. Después de un desayuno algo frugal, pagar y prepararnos, nos dirigimos con el coche hasta el polideportivo donde se daba la salida a la marcha. La temperatura ya era alta a esas horas pero tal vez menos de lo esperado debido a un pequeño chubasco que parece cayó de madrugada. Ni nos enteramos...
Después de las últimas indicaciones por parte de la organización y del corte de la cinta por parte de Sergi Escobar, corredor ilerdense campeón olímpico y actualmente en las filas del equipo Andorra-GrandValira, empezamos el recorrido cuando pasan minutos de las ocho.
La cosa sale bastante tranquila pero, como los primeros kilómetros van picando hacia arriba, pronto se forman los grupitos. Hasta el kilómetro 15 la carretera sube hasta Vilanova de la Sal y Les Avellanes, donde giramos a la izquierda y, después de una breve bajada, atacamos las primeras rampas del Port d'Àger.
Este puerto no tiene demasiada historia. Carretera ancha y muy tranquila con la Serra del Montsec que ya se adivina al fondo. Subimos hasta arriba LoGarri y yo a un ritmo muy cómodo. Como había "pacto de no agresión", esperamos a Vilanews y a Xavi Òdena y Lluís Tirapu -compañeros de fatigas del Montjuïc- en el avituallamiento de arriba.
Nos ponemos las botas con mucho líquido, trozos de melón, plátanos y frutos secos. Cuando Vilanova llega nos dice que tirará por el recorrido corto -se ahorrará dos puertos- porque durante la semana ha estado enfermo y no tiene buenas sensaciones. ¡Sabia decisión!
Bajamos el puerto a toda velocidad y en Àger giramos a la izquierda para, sin más dilación, comenzar la subida del puerto del día: el Coll d'Ares. Son 14 kilómetros de carretera estrecha, muy buen asfalto y una pendiente media del 6,6%. El coll es muy constante con una zona central sobre el 7,5% de media, un kilómetro llano y los cuatro últimos kilómetros un poco más duros pero que se suben bien.
LoGarri y yo nos volvemos a "escapar" y ascendemos a un ritmo constante pasando a bastante gente. Buena prueba de ello es la buena cara que llevamos en la penúltima curva antes de la cima. Gràcies per la foto Amadeu!!!
Vale la pena ir mirando el paisaje de todo el Montsec d'Ares y del Port d'Àger que dejamos atrás. El día es espectacular y todavía no aprieta el calor.
Paramos en el avituallamiento de arriba. Se nota que la gente no va en "modo competitivo" y se explayan ya que vale la pena. Todos los avituallamientos están de lujo, especialmente la bebida, donde no faltaron agua, isotónica de limón y naranja y cocacola fresquitas. Los organizadores estuvieron al loro y resolvieron la contingencia del calor con nota.
El descenso de Ares es de los técnicos. Los primeros kilómetros transcurren entre un bosque y curvas de herradura muy bien señalizadas. La bici se embala pero no conviene coger mucha velocidad. Pasamos por un cortado con unas impresionantes vistas vírgenes pasando por la localidad de Alsamora. Por aquí hay zonas de asfalto en mal estado pero, con un poco de precaución, se va haciendo.
Llegamos a Pont de Montanyana y, después de girar a la derecha, atacamos la tercera dificultad del día, el Coll de Montllobar. Había miedo porque este es el típico puerto que no es muy duro sobre el papel pero que se engancha debido al calor que suele haber en la zona y la ausencia de sombras. El sol ya picaba y la temperatura rondaba los 35 grados, aunque podía haber sido peor... LoGarri y yo damos una nueva exhibición (¡qué fantasma!) y, después de reagrupar, bajamos hasta Tremp.
Desde aquí seguimos por la carretera que se interna por el desfiladero de Terradets y que bordea el pantano de Camarasa, con la dificultad del Alt de Fontllonga, típica subida de tres carriles con el sol cayendo, ahora sí, a plomo. Aquí ya se encienden las alarmas y tengo que aflojar un poco, pero con la tranquilidad de que el resto de kilómetros son prácticamente favorables.
A falta de un par de kilómetros para llegar a Fontllonga se encuentra el último avituallamiento completo. Comemos y bebemos y, justo antes de coger mi bici, oímos como revienta la cámara de la rueda trasera. Cosas del calor. Reparamos y nos ponemos en marcha descendiendo el alto, siguiendo por los túneles, Camarasa, Sant Llorenç de Montgai y Gerb, donde vamos en un grupo de unos diez donde Xodena y LoGarri llevan la voz cantante... tirando del "carro", que se esconde hábilmente para no perder comba, jejeje.
Llegamos por fin a la alfombra de cronometraje situada en la entrada de Balaguer y, ya sin prisas, volvemos al pabellón donde tenemos a Vilanova duchado y avituallado desde hace un buen rato. Nosotros nos pegamos un piscinazo, nos duchamos y comemos la ensalada de arroz y el gazpacho fresquito que nos ofrece la organización.
Después de una animada tertulia, un cafelito y una parada para repostar, volvimos a Barcelona escuchando el prólogo del Tour 2009 por la radio para llegar a la city sobre las 19:30.
En definitiva, marcha muy recomendable con una organización de auténtico sobresaliente. Si continúan en esta línea, sin duda será uno de los referentes del cicloturismo catalán de los próximos años. Algunos participantes pedían un cambio de fecha para el mes de mayo o junio pero... ¿no decían que las bicicletas son para el verano?
Nos apuntamos a esta aventura tres socios del Provençalenc: Xavier Vilanova, Carles Garrido y, quien escribe estas líneas, Rubén Carro. Nos alojamos en el Hotel Balaguer, alias "la sauna". Este año parece que estamos abonados a pasar calores durante las noches (recordar el alojamiento en Benabarri, Puertos Ribagorza). Es lo que tiene el estar en un hotel entre el local de la Peña Barcelonista y la sede de Convergència de la localidad: nada bueno, jejeje.
Para cenar nos juntamos con la peña del foro APM, que habían montado quedada con la excusa de la marcha. Velada muy agradable en la pizzería Sapore con una conversación monotemática pero que es la que nos gusta. Allí, entre pasta y pizzas, hablamos de puertos, marchas -actuales, míticas e históricas- y excursiones varias.
El despertador sonó a las seis y media de la mañana del sábado. Después de un desayuno algo frugal, pagar y prepararnos, nos dirigimos con el coche hasta el polideportivo donde se daba la salida a la marcha. La temperatura ya era alta a esas horas pero tal vez menos de lo esperado debido a un pequeño chubasco que parece cayó de madrugada. Ni nos enteramos...
Después de las últimas indicaciones por parte de la organización y del corte de la cinta por parte de Sergi Escobar, corredor ilerdense campeón olímpico y actualmente en las filas del equipo Andorra-GrandValira, empezamos el recorrido cuando pasan minutos de las ocho.
La cosa sale bastante tranquila pero, como los primeros kilómetros van picando hacia arriba, pronto se forman los grupitos. Hasta el kilómetro 15 la carretera sube hasta Vilanova de la Sal y Les Avellanes, donde giramos a la izquierda y, después de una breve bajada, atacamos las primeras rampas del Port d'Àger.
Este puerto no tiene demasiada historia. Carretera ancha y muy tranquila con la Serra del Montsec que ya se adivina al fondo. Subimos hasta arriba LoGarri y yo a un ritmo muy cómodo. Como había "pacto de no agresión", esperamos a Vilanews y a Xavi Òdena y Lluís Tirapu -compañeros de fatigas del Montjuïc- en el avituallamiento de arriba.
Nos ponemos las botas con mucho líquido, trozos de melón, plátanos y frutos secos. Cuando Vilanova llega nos dice que tirará por el recorrido corto -se ahorrará dos puertos- porque durante la semana ha estado enfermo y no tiene buenas sensaciones. ¡Sabia decisión!
Bajamos el puerto a toda velocidad y en Àger giramos a la izquierda para, sin más dilación, comenzar la subida del puerto del día: el Coll d'Ares. Son 14 kilómetros de carretera estrecha, muy buen asfalto y una pendiente media del 6,6%. El coll es muy constante con una zona central sobre el 7,5% de media, un kilómetro llano y los cuatro últimos kilómetros un poco más duros pero que se suben bien.
LoGarri y yo nos volvemos a "escapar" y ascendemos a un ritmo constante pasando a bastante gente. Buena prueba de ello es la buena cara que llevamos en la penúltima curva antes de la cima. Gràcies per la foto Amadeu!!!
Vale la pena ir mirando el paisaje de todo el Montsec d'Ares y del Port d'Àger que dejamos atrás. El día es espectacular y todavía no aprieta el calor.
Paramos en el avituallamiento de arriba. Se nota que la gente no va en "modo competitivo" y se explayan ya que vale la pena. Todos los avituallamientos están de lujo, especialmente la bebida, donde no faltaron agua, isotónica de limón y naranja y cocacola fresquitas. Los organizadores estuvieron al loro y resolvieron la contingencia del calor con nota.
El descenso de Ares es de los técnicos. Los primeros kilómetros transcurren entre un bosque y curvas de herradura muy bien señalizadas. La bici se embala pero no conviene coger mucha velocidad. Pasamos por un cortado con unas impresionantes vistas vírgenes pasando por la localidad de Alsamora. Por aquí hay zonas de asfalto en mal estado pero, con un poco de precaución, se va haciendo.
Llegamos a Pont de Montanyana y, después de girar a la derecha, atacamos la tercera dificultad del día, el Coll de Montllobar. Había miedo porque este es el típico puerto que no es muy duro sobre el papel pero que se engancha debido al calor que suele haber en la zona y la ausencia de sombras. El sol ya picaba y la temperatura rondaba los 35 grados, aunque podía haber sido peor... LoGarri y yo damos una nueva exhibición (¡qué fantasma!) y, después de reagrupar, bajamos hasta Tremp.
Desde aquí seguimos por la carretera que se interna por el desfiladero de Terradets y que bordea el pantano de Camarasa, con la dificultad del Alt de Fontllonga, típica subida de tres carriles con el sol cayendo, ahora sí, a plomo. Aquí ya se encienden las alarmas y tengo que aflojar un poco, pero con la tranquilidad de que el resto de kilómetros son prácticamente favorables.
A falta de un par de kilómetros para llegar a Fontllonga se encuentra el último avituallamiento completo. Comemos y bebemos y, justo antes de coger mi bici, oímos como revienta la cámara de la rueda trasera. Cosas del calor. Reparamos y nos ponemos en marcha descendiendo el alto, siguiendo por los túneles, Camarasa, Sant Llorenç de Montgai y Gerb, donde vamos en un grupo de unos diez donde Xodena y LoGarri llevan la voz cantante... tirando del "carro", que se esconde hábilmente para no perder comba, jejeje.
Llegamos por fin a la alfombra de cronometraje situada en la entrada de Balaguer y, ya sin prisas, volvemos al pabellón donde tenemos a Vilanova duchado y avituallado desde hace un buen rato. Nosotros nos pegamos un piscinazo, nos duchamos y comemos la ensalada de arroz y el gazpacho fresquito que nos ofrece la organización.
Después de una animada tertulia, un cafelito y una parada para repostar, volvimos a Barcelona escuchando el prólogo del Tour 2009 por la radio para llegar a la city sobre las 19:30.
En definitiva, marcha muy recomendable con una organización de auténtico sobresaliente. Si continúan en esta línea, sin duda será uno de los referentes del cicloturismo catalán de los próximos años. Algunos participantes pedían un cambio de fecha para el mes de mayo o junio pero... ¿no decían que las bicicletas son para el verano?
Cursa per la integració La Maquinista 2009
El pasado domingo 5 de julio Frank y Montse volvieron a la competición después de un merecido descanso tras su participación en la Quebrantahuesos.
La cita fue en la segunda edición de la Cursa per la Integració, que se celebró en un circuito de 10 kilómetros por los alrededores del Centro Comercial La Maquinista. El tiempo final para los dos fue de 46 minutos.
Esta carrera fue la última puntuable de las cinco pruebas que formaban la Challenge 10k BCN Divina Pastora, en la que Montse ha sido la primera clasificada en la categoría F35. ¡¡Muchas felicidades!!
Crónica y más fotos en Somos una Banda.
La cita fue en la segunda edición de la Cursa per la Integració, que se celebró en un circuito de 10 kilómetros por los alrededores del Centro Comercial La Maquinista. El tiempo final para los dos fue de 46 minutos.
Esta carrera fue la última puntuable de las cinco pruebas que formaban la Challenge 10k BCN Divina Pastora, en la que Montse ha sido la primera clasificada en la categoría F35. ¡¡Muchas felicidades!!
Crónica y más fotos en Somos una Banda.
lunes, 6 de julio de 2009
Triatló Pont de Suert 2009
Nuestros incansables socios Blanca Trenas, Jordi Olivella y Òscar Gómez Pau participaron el pasado domingo 5 en la sexta edición del triatlón que se celebra en la localidad leridana de Pont de Suert.
Las distancias de las tres disciplinas eran de 1.500 metros de natación, 40 kilómetros de bici y 10 kilómetros de carrera a pie para finalizar.
El tiempo de Jordi fue de 2 horas y 19 minutos, el de Òscar 2 horas y 32 minutos, mientras que Blanca finalizó con 2 horas y 46 minutos.
Tenéis crónicas y más fotos en el blog de Òscar y en el del Triatló Cariñena-BCN.
Las distancias de las tres disciplinas eran de 1.500 metros de natación, 40 kilómetros de bici y 10 kilómetros de carrera a pie para finalizar.
El tiempo de Jordi fue de 2 horas y 19 minutos, el de Òscar 2 horas y 32 minutos, mientras que Blanca finalizó con 2 horas y 46 minutos.
Tenéis crónicas y más fotos en el blog de Òscar y en el del Triatló Cariñena-BCN.
jueves, 2 de julio de 2009
Excursión a Monistrol
La primera excursión del mes de julio unirá Barcelona y Monistrol de Montserrat el próximo domingo día 5. Debido a la ola de calor que nos está afectando, la hora de salida se adelanta una hora, a las 7:00 horas. De todas formas, para que nadie se despiste, también habrá un grupo que saldrá a las 8:00 horas tal y como estaba previsto.
Los que quieran subir al Monasterio de Montserrat saldrán, como estaba anunciado, desde el punto habitual a las 6:30. Almorzaremos en la Fonda Xica, en Monistrol. Tenéis todos los detalles de las rutas en el calendario de excursiones, pulsando en la imagen de la columna derecha.
Los que quieran subir al Monasterio de Montserrat saldrán, como estaba anunciado, desde el punto habitual a las 6:30. Almorzaremos en la Fonda Xica, en Monistrol. Tenéis todos los detalles de las rutas en el calendario de excursiones, pulsando en la imagen de la columna derecha.
miércoles, 1 de julio de 2009
Triatlón Valle de Buelna 2009
Nuestro buen amigo Javi Serrano nos envía esta crónica de su debut en el mundillo del triatlón, nada menos que en el de Valle de Buelna, en Cantabria, sobre distancias de 1,9 kms de natación, 90 kms de bici y 21,1 kms de carrera a pie.
MI PRIMER TRIATLÓN ¡CHISPAS!
Tras llevar todo el año pensando en este momento, por fin había llegado: el momento en que haría mi primer triatlón. Tras un año de altibajos, entrenamientos anárquicos y algún examen de por medio, haber realizado dos medias maratones y una marcha descafeinada, llega el día en el que, además de dos deportes conocidos, me tengo que embutir en un neopreno para nadar en las frías aguas del Cantábrico. Y encima, para colmo, en lugar de hacer un triatlón cortito, me embarco en la aventura de un 1/2 ironman. Sólo me faltó haber debutado en un ironman.
La verdad es que, aunque la recogida de dorsales y el ambiente es muy parecido a las marchas cicloturistas, luego te das cuenta de que también es diferente, pues tienes que estar más pendiente del material: que si lleva a la primera transición la bici y sus accesorios, que si lleva las zapatillas a la segunda... Y como todo era nuevo para mí, pues no hacía más que preguntar.
Total, que me salto estos trámites y cuento la experiencia en sí del triatlón.
A las dos y media estaba prevista la salida, con lo que me tenía que adaptar a ese nuevo horario, por lo que tras desayunar un poco (sólo un poco) más ligero que de costumbre, a las doce menos cuarto me zampo dos platos de espaguetis, con un ligero chorro de aceite, algo de especias y taquitos de pavo. Tras coger el autobús que nos transportaba desde Corrales de Buelna hasta Comillas, llegamos a la playa.
El mar, que por la mañana estaba tranquilo, ya estaba picado. Lo que me faltaba. La primera vez que nado en el mar y encima picado. Tras discutir con un amigo sobre quien saldrá el último del agua de los dos, llega la hora de la verdad. Allí estábamos trescientos zumbados, esperando el pitido de salida.
Sale la mayoría de la gente escopetada para zambullirse en el agua. Yo me lo tomo con calma y, para evitar los golpes típicos, me echo agua por el cuello, por las axilas... es broma,je,je. Bueno, salgo de los últimos, pues es una guerra que de momento no me interesa. Aún así, me meto en el pelotón. Y ocurre lo que me temía: que me empiezo a agobiar. Me intento tranquilizar y para no parar me pongo a nadar a braza (voy casi más rápido) y llego a la primera boya ¡nadando a braza! Giro a la izquierda y a por la siguiente boya, y como nado, pues a braza también. Ya en la siguiente boya, se me va el agobio y empiezo a nadar de verdad, y empiezo a disfrutar un poco, pero sólo un poco, porque me siguen merodeando temores varios: qué cojones hago yo aquí, si lo mío es la bici; que si voy a hacer el ridículo porque saldré el último. Total que hago la primera vuelta y salimos del mar para volver a meternos en él.
Ahora ya sí que ya está la selección hecha, con lo que por qué me voy a agobiar. Eso sí llegar de nuevo a la boya fue una odisea, porque el mar estaba cada vez más picado y cuando sacaba la cabeza del agua daba cada hostia las olas... Total que no solo no iba el último, sino que encima me permitía el lujo de pasar a alguno que otro.
Así por fin salgo del agua (estoy esperando la clasificación para ver los tiempos) y voy a por la bici, eso sí, no sin antes correr por la playa durante 300-400 mts (lo tendrán que descontar de la carrera, je,je). Me quito el neopreno y me pongo el casco y las zapatillas, no sin antes ponerme unos calcetines y ver como estaba la venda del dedo gordo: perfecto pues había puesto doble esparadrapo para quitar un poco que estaba con arena. Meto todos los utensilios en la bolsa y me pongo el dorsal con una goma de fabricación casera, al que le puse una especie de cartucheras, donde me metí dos barritas energéticas y un gel. Tras comerme el plátano que había dejado me pongo en marcha con la bici.
A ver que tal se me da rodar 90 kms casi a tope. Salgo con plato pequeño porque de salida hay una fuerte rampa, y veo como empiezo a superar gente con una facilidad pasmosa. Tanto es así que me vengo arriba ¡grave error! Me subí el primer puerto del día a 25-26 kms/h agarrado a los acoples que puse en el manillar. ¡Que momentos! Venga a pasar gente, diez, veinte, treinta, cuarenta, yo que sé, muchos. Cuando llevaba una hora y tras superar otro puerto, miro la media: 35.8 kms/h "¡Dónde vas so bestia! Así no llego con fuerzas a la carrera a pie", me digo.
Total, que aflojo un poco, y sigo pasando gente, hasta que sobre el km 60 me entra una pequeña crisis en una zona muy pestosa, llena de toboganes y pequeñas subidas y bajadas. Ya no sólo no paso gente, sino que además me empieza a pasar alguno (pocos, eso sí) Se me encienden las alarmas, pero sigo regulando. Afronto el último puerto, que tiene rampas de hasta el 10% volviendo a pasar a gente, y tras la bajada llego a la segunda transición, no si antes ver que el primero me saca casi ocho kilómetros de ventaja.
Me cogen la bici y me dirijo a por las zapatillas. Como tenía los pies destrozados de la media de hace quince días, tenía un bote de vaselina y calcetines limpios para esta transición. Me siento en el suelo y veo como la gente a la que había pasado se quita el casco y se pone las zapatillas a la carrera... en cambio, yo me siento en el suelo dejo colocaditas mis Shimano, mi casco, me quito los calcetines, me embadurno los dedos de vaselina y me vuelvo a poner calcetines limpios, me pongo las zapatillas (solo me faltó pintarme la uñas) y una gorra, porque hacía un sol de justicia, tras amenazar tormenta en el agua, y a correr, después de dar la vuelta al dorsal.
Total que empiezo a correr como con la bici, escopetado. Los dos primeros kms a 4 minutos el kilómetro. A ese ritmo no llego ni al diez, con lo que aflojo y voy a 4:30 aproximadamente cada kilómetro, hasta completar los 7 primeros kilómetros con 31 minutos justos. Como me encontraba bien, veía que podía hacer la carrera en 1:32-1:33, aunque me había fijado después de hacer 1:25 hace quince días, hacerla en 1:35. Total que llego a la pista de atletismo después de 11 kms con buen ritmo, y lo que es mejor, con buenas sensaciones.
Pero todo cambió, tras cruzar la primera vez meta, porque la organización nos había preparado un circuito de 2 kms al que había que dar 5 vueltas. La primera vale, pero luego fue un calvario. Ya no sabía en que vuelta estaba, y el ritmo decrecía. Eso sí, para mi consuelo, veía a gente que iba peor que yo. Así, vuelta tras vuelta iba completando la media maratón hasta que por fin llego a la última curva y la entrada en la pista, donde tras ver que me daba alcance uno, saco fuerzas para esprintar, aunque el jodío tuvo más fuerzas que yo y me superó. Lástima, porque el quedó el 69, je,je.
Tras caminar unos metros y recuperarme, me voy directo a por comida en forma de melón y galletas de turrón. Estiro un poco en la hierba y tras recuperarme y darme la pertinente ducha, voy a ver la clasificación donde me veo en el puesto 70 y un tiempo de 5 horas y 4 minutos. Me hubiera gustado bajar de las cinco horas, pero ya tendré tiempo. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
MI PRIMER TRIATLÓN ¡CHISPAS!
Tras llevar todo el año pensando en este momento, por fin había llegado: el momento en que haría mi primer triatlón. Tras un año de altibajos, entrenamientos anárquicos y algún examen de por medio, haber realizado dos medias maratones y una marcha descafeinada, llega el día en el que, además de dos deportes conocidos, me tengo que embutir en un neopreno para nadar en las frías aguas del Cantábrico. Y encima, para colmo, en lugar de hacer un triatlón cortito, me embarco en la aventura de un 1/2 ironman. Sólo me faltó haber debutado en un ironman.
La verdad es que, aunque la recogida de dorsales y el ambiente es muy parecido a las marchas cicloturistas, luego te das cuenta de que también es diferente, pues tienes que estar más pendiente del material: que si lleva a la primera transición la bici y sus accesorios, que si lleva las zapatillas a la segunda... Y como todo era nuevo para mí, pues no hacía más que preguntar.
Total, que me salto estos trámites y cuento la experiencia en sí del triatlón.
A las dos y media estaba prevista la salida, con lo que me tenía que adaptar a ese nuevo horario, por lo que tras desayunar un poco (sólo un poco) más ligero que de costumbre, a las doce menos cuarto me zampo dos platos de espaguetis, con un ligero chorro de aceite, algo de especias y taquitos de pavo. Tras coger el autobús que nos transportaba desde Corrales de Buelna hasta Comillas, llegamos a la playa.
El mar, que por la mañana estaba tranquilo, ya estaba picado. Lo que me faltaba. La primera vez que nado en el mar y encima picado. Tras discutir con un amigo sobre quien saldrá el último del agua de los dos, llega la hora de la verdad. Allí estábamos trescientos zumbados, esperando el pitido de salida.
Sale la mayoría de la gente escopetada para zambullirse en el agua. Yo me lo tomo con calma y, para evitar los golpes típicos, me echo agua por el cuello, por las axilas... es broma,je,je. Bueno, salgo de los últimos, pues es una guerra que de momento no me interesa. Aún así, me meto en el pelotón. Y ocurre lo que me temía: que me empiezo a agobiar. Me intento tranquilizar y para no parar me pongo a nadar a braza (voy casi más rápido) y llego a la primera boya ¡nadando a braza! Giro a la izquierda y a por la siguiente boya, y como nado, pues a braza también. Ya en la siguiente boya, se me va el agobio y empiezo a nadar de verdad, y empiezo a disfrutar un poco, pero sólo un poco, porque me siguen merodeando temores varios: qué cojones hago yo aquí, si lo mío es la bici; que si voy a hacer el ridículo porque saldré el último. Total que hago la primera vuelta y salimos del mar para volver a meternos en él.
Ahora ya sí que ya está la selección hecha, con lo que por qué me voy a agobiar. Eso sí llegar de nuevo a la boya fue una odisea, porque el mar estaba cada vez más picado y cuando sacaba la cabeza del agua daba cada hostia las olas... Total que no solo no iba el último, sino que encima me permitía el lujo de pasar a alguno que otro.
Así por fin salgo del agua (estoy esperando la clasificación para ver los tiempos) y voy a por la bici, eso sí, no sin antes correr por la playa durante 300-400 mts (lo tendrán que descontar de la carrera, je,je). Me quito el neopreno y me pongo el casco y las zapatillas, no sin antes ponerme unos calcetines y ver como estaba la venda del dedo gordo: perfecto pues había puesto doble esparadrapo para quitar un poco que estaba con arena. Meto todos los utensilios en la bolsa y me pongo el dorsal con una goma de fabricación casera, al que le puse una especie de cartucheras, donde me metí dos barritas energéticas y un gel. Tras comerme el plátano que había dejado me pongo en marcha con la bici.
A ver que tal se me da rodar 90 kms casi a tope. Salgo con plato pequeño porque de salida hay una fuerte rampa, y veo como empiezo a superar gente con una facilidad pasmosa. Tanto es así que me vengo arriba ¡grave error! Me subí el primer puerto del día a 25-26 kms/h agarrado a los acoples que puse en el manillar. ¡Que momentos! Venga a pasar gente, diez, veinte, treinta, cuarenta, yo que sé, muchos. Cuando llevaba una hora y tras superar otro puerto, miro la media: 35.8 kms/h "¡Dónde vas so bestia! Así no llego con fuerzas a la carrera a pie", me digo.
Total, que aflojo un poco, y sigo pasando gente, hasta que sobre el km 60 me entra una pequeña crisis en una zona muy pestosa, llena de toboganes y pequeñas subidas y bajadas. Ya no sólo no paso gente, sino que además me empieza a pasar alguno (pocos, eso sí) Se me encienden las alarmas, pero sigo regulando. Afronto el último puerto, que tiene rampas de hasta el 10% volviendo a pasar a gente, y tras la bajada llego a la segunda transición, no si antes ver que el primero me saca casi ocho kilómetros de ventaja.
Me cogen la bici y me dirijo a por las zapatillas. Como tenía los pies destrozados de la media de hace quince días, tenía un bote de vaselina y calcetines limpios para esta transición. Me siento en el suelo y veo como la gente a la que había pasado se quita el casco y se pone las zapatillas a la carrera... en cambio, yo me siento en el suelo dejo colocaditas mis Shimano, mi casco, me quito los calcetines, me embadurno los dedos de vaselina y me vuelvo a poner calcetines limpios, me pongo las zapatillas (solo me faltó pintarme la uñas) y una gorra, porque hacía un sol de justicia, tras amenazar tormenta en el agua, y a correr, después de dar la vuelta al dorsal.
Total que empiezo a correr como con la bici, escopetado. Los dos primeros kms a 4 minutos el kilómetro. A ese ritmo no llego ni al diez, con lo que aflojo y voy a 4:30 aproximadamente cada kilómetro, hasta completar los 7 primeros kilómetros con 31 minutos justos. Como me encontraba bien, veía que podía hacer la carrera en 1:32-1:33, aunque me había fijado después de hacer 1:25 hace quince días, hacerla en 1:35. Total que llego a la pista de atletismo después de 11 kms con buen ritmo, y lo que es mejor, con buenas sensaciones.
Pero todo cambió, tras cruzar la primera vez meta, porque la organización nos había preparado un circuito de 2 kms al que había que dar 5 vueltas. La primera vale, pero luego fue un calvario. Ya no sabía en que vuelta estaba, y el ritmo decrecía. Eso sí, para mi consuelo, veía a gente que iba peor que yo. Así, vuelta tras vuelta iba completando la media maratón hasta que por fin llego a la última curva y la entrada en la pista, donde tras ver que me daba alcance uno, saco fuerzas para esprintar, aunque el jodío tuvo más fuerzas que yo y me superó. Lástima, porque el quedó el 69, je,je.
Tras caminar unos metros y recuperarme, me voy directo a por comida en forma de melón y galletas de turrón. Estiro un poco en la hierba y tras recuperarme y darme la pertinente ducha, voy a ver la clasificación donde me veo en el puesto 70 y un tiempo de 5 horas y 4 minutos. Me hubiera gustado bajar de las cinco horas, pero ya tendré tiempo. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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