Crónica de Carles "el papi volador" Duran
¿Alguien ha visto la película "El curioso caso de Benjamin Button"? Pues a mí me pasa lo mismo. A medida que me hago más "viejo", mejor me encuentro.
El pasado domingo en Remences pulvericé el marcador: 6 horas y 3 minutos -llevaba tres años haciendo entre 6h10 y 6h13- y eso que llovía y en la bajada de Canes fui muy despacio. Pero es que incluso el Bracons lo subí mejor que nunca. Al final, el 276 de una general de 776 corredores.
En fin. A las ocho de la mañana, salida en tromba (no de agua) para llegar a la base del primer puerto con una media de 39 kms/h haciendo tándem con Frank y Álex. A medio puerto, Frank se escapa por delante y ya no lo veo más. Del resto del equipo tampoco se nada pues en la salida se quedan por detrás siempre con la esperanza de que Garrido me atrape en Bracons y tener así un aliado.
En la bajada del primer puerto y todo el llano hasta Ripoll nos cae una tromba de agua que nos deja caladitos. Las zapatillas inundadas de agua indican que más ya no te puedes mojar, así que pienso que, si en la zona de meta sigue lloviendo, hago la corta, pues con Martina en meta para qué voy a jugármela.
Descendemos Canes y me seco todo hasta llegar al cruce de la larga. Allí veo que en Bracons el tiempo está despejado, así que hago la larga. En Joanetes paro a beber coca-cola y pillar algo de comer. Subo Bracons en unos 40 minutos en grupeta y tomo el descenso hasta Torelló con mucha cautela pues es una bajada muy peligrosa. La variante-repecho de Torelló lo subo en grupeta, a plato y con unas piernas que no flaquean por primera vez desde que hacemos este recorrido. Al llegar a Manlleu, la grupeta no para así que tiro con ellos y pienso ¡¡que no coja la pájara!!
En la subida hasta Cantonigrós las piernas ya notan la fatiga, pero aguanto en el grupo en el que va la tercera y cuarta chicas. Nos llevan en volandas hasta Cantonigrós. Allí bajamos el Coll de Bac y subimos lo que queda de Condreu con la chica que acaba cuarta. En el descenso de Condreu me pasa Aleix del Montjuïc, que nos baja a muerte hasta la recta final.
Con él viene un numeroso grupo pero soy yo el que le da un relevo en el llano: dos kilómetros en que los pongo en fila a 45 kms/hora y al llegar al repechón de la meta ya oigo como suben piñones para atacar, así que pienso: "una mierda para todos. Después de tirar a muerte aquí no pasa ni dios". Y así es: aprieto desde abajo a todo gas y bajando piñones. El único que me puede pasar lo dejo ahogado en pocos metros, entrando en meta primero ante los ojos de Eva y Martina, que allí me esperan.
Y aquí hago otra pregunta peliculera: ¿alguien ha visto la película "El día de la Marmota"? Pues eso. En meta no hay ni dios y me dice Eva que todos han hecho la corta así que, como cada año, llego al hospedaje y estaban todos comiendo. ¡¡Vaya banda!!
De este tema escribiré en mi blog próximamente. De ésto se salva el Òscar Gómez Pau que, con dos cojones, hizo la larga, cómo debe ser. Del resto, los mandé a Flandes a hacer un máster de cómo pedalear bajo la lluvia, pero no debieron tomar apuntes, jeje.
Por este año ya he acabado las marchas de carretera pues, al no haber QH y coincidir Terra de l'Aigua con el bautizo de Martina, ésto se ha acabado. Ahora a preparar la Transcatalunya en BTT.
Más fotos y crónica en Somos una Banda y en el blog de Òscar.
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