Crónica de Carles Duran
Morir de éxito cómo el Bicing es lo que le pasará a esta pedalada popular. Cómo cada año, la participación va en aumento y el dia 16 de noviembre éramos cerca de 1.800 bikers para rodar: 1.400 en el recorrido de 35 kms y 400 en el de 20 kms.
El problema de tanta gente se produce al llegar a los senderos y trialeras, en los que las colas son interminables. Al no haber chip de salida, unos cuantos -entre ellos yo- nos fuimos a la salida del pueblo para engancharnos delante de la marcha, pues la policía dijo que no daba la salida hasta que todo el mundo estuviera detrás de la cinta.
Después del amotinamiento, se dio la salida y me puse delante de todo, con la juventud, que me llevó a todo trapo por los 12 primeros kms. que hicimos en sólo 22 minutos. ¡¡Bufff, cómo tiraban los malditos!!
Al entrar en los senderos ya cogí mi ritmo, pues tarde o temprano tocaría bajar y con los figuras que había me pondrían nervioso. Así pues, yendo a tope, acabé la marcha haciendo 37 kms. en 2h15. Todo un tiempazo, quedando el 182 de 1.480 clasificados en la marcha larga.
A la llegada, bocata de butifarra y el regalo de rigor: una camiseta igual que la del año pasado. Después una muy buena ducha de agua caliente y hacia la población de Mura, a comer barbacoa con los compañeros de curro de Eva.
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