Os presentamos una página web en la que podréis encontrar consejos muy adecuados e importantes para protegeros correctamente del sol durante la prática del deporte y especialmente del ciclismo.
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Es muy importante estar alerta, la radiación solar puede causarnos daños que deriven en lesiones graves para nuestra piel.
Si haces deporte en verano, protégete del sol
De todos es sabido que durante los meses de verano el calor se debe
principalmente a la radiación visible e infrarroja, pero la más
peligrosa es la radiación ultravioleta. Desde el Centro de Medicina
Deportiva de la Comunidad de Madrid nos informan, que si vamos a hacer
ejercicio físico o deporte al aire libre, debemos conocer los índices de
radiación ultravioleta de ese día y tomar las precauciones precisas con
el fin de evitar en lo posible problemas de salud.
Los niveles de radiación ultravioleta alcanzan en el mes de junio sus valores máximos. Durante las horas centrales del día, desde las 12 de la mañana a las 4 de la tarde, la radiación ultravioleta alcanza sus niveles más altos,
por lo tanto a estas horas aumenta el riesgo de que tengamos algún
problema de salud. Por esta razón debemos evitar realizar deporte o
actividad física en esas horas del día.
En el hemisferio norte que es donde nos encontramos y en el mes de
junio, con el solsticio de verano, es cuando el sol se encuentra en una
posición más alta y hay más horas de luz. Debido a estas circunstancias
se produce un aumento en el riesgo de encontrarnos con niveles de
radiación ultravioleta en los valores altos.
Hay otros factores ambientales que también influyen en el grado de
radiación al que estamos expuestos como son la altitud, la nubosidad y
la reflexión del suelo, entre otros. Hay que tener presente que los
techados y sombrillas no nos protege de la radiación reflejada y que si
ésta es muy abundante puede producirnos las mismas lesiones que si nos
encontráramos expuestos directamente al sol.
Todas las precauciones son pocas al hacer deporte al aire libre
Si vamos a hacer deporte o actividad física al aire libre debemos protegernos con cremas de protección solar alta (30, 50, 50+).
En caso de tener la piel clara o poco bronceada, para evitar
quemaduras, debemos extremar las precauciones. En cualquier caso,
debemos de incrementar progresivamente el tiempo de exposición al sol
para evitar problemas en la piel, incluso si usamos cremas de alta
protección.
Cuando la piel esté más morena es señal de que tenemos más melanina que
es un factor natural de protección, así se pueden utilizar cremas de
protección media (15, 20, 25). Si tenemos una piel muy oscura y que
nunca se quema podemos utilizar cremas de protección baja (de 10 o
menos) pero siempre debemos protegernos.
Es importante calcular la cantidad de crema a utilizar en cada
aplicación. Esta debe de rondar aproximadamente los 35 gramos como
mínimo. Las aplicaciones deben realizarse siempre un tiempo antes de ponerse al sol,
debemos tener en cuenta que en pieles sensibles su aplicación debe
realizarse por lo menos dos horas antes de dicha exposición.
Debemos repetir las aplicaciones cada dos horas, tras el baño si
nadamos aunque utilicemos cremas resistentes al agua, o tras haber
sudado durante el ejercicio. Hay que insistir en las zonas más expuestas
al sol como pueden ser las orejas, la nariz y los hombros, brazos,
piernas y pies.
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