El pasado sábado salimos a dar una vuelta hasta Begues. Los intrépidos fuimos los Xavis (Ensenyat y Vilanova), Òscar, Asun, Rubén y la compañía por sorpresa de Ernest, que se dejó ver después de sus entrenamientos secretos del invierno.
Salimos por la Diagonal barcelonesa pero, a la altura de las oficinas de La Caixa, Vilanova pinchó y esperamos a que arreglase la rueda. No tardamos demasiado en recoger a Òscar, que esperaba en el ayuntamiento de Esplugues.
Bajo un sol espectacular, casi veraniego, subimos el Ordal, donde los triatletas hicieron una magnífica exhibición. Sin duda están preparados para las próximas citas.
Reagrupamos en el pueblo y bajamos hacia Avinyonet, donde giramos a la izquierda para coger la carretera que nos lleva a Olesa de Bonesvalls y Begues. Llevamos un ritmo tranquilo y nos da tiempo a hablar de todo, desde mitología clásica hasta discotecas gays de Estonia (!!!).
Después de un opíparo desayuno, como buenos globeretes que somos, a base de bocatas de tortilla y panceta regados por esas latas de cocacola en El Pi Gros, sólo nos quedaba descender hasta Gavà y volver por la carretera interior entrando de nuevo a Barcelona por Cornellà y Bellvitge. Por cierto, las obras del nuevo estadio del RCD Espanyol van viento en popa, jejeje.
Crónica y más fotos en el blog de Òscar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario