Crónica de Emilio Cebrián
El pasado domingo día 3 sólo se podía decir una palabra... ¡¡CHORREO!!
Es lo que ocurrió el sábado por la noche en el Santiago Bernabéu: R. Madrid 2 – F.C. Barcelona 6.
En el punto de encuentro (Navas de Tolosa con Aragón) estábamos los socios Joaquín, Francisco, Jordi Martínez (vino en moto), Antonio Nuño, Javier Berdún, Pedro Llorca, Rafael Toro, Juan Fitó, Esther y yo.
Para crear un poco de ambiente llegué con la camiseta del Barça. Risas, celebración a lo grande. En el momento de la salida, le doy la camiseta a Jordi ya que, al ir en moto, me hizo el favor de llevarla.
Cuando partimos, Rafael Toro y Juan Fitó se quedan. Esperan para salir y hacer la variante.
Nosotros proseguimos la marcha y, al llegar al cruce de Aragón con la Diagonal, recogemos a Rafael Mas que nos esperaba allí. Seguimos todos por la calle Aragón comentando el partidazo del Barça. Luego subimos por Avenida Sarrià hasta la Diagonal y así fuimos más rápidos y cogimos menos semáforos.
A la altura de Molins de Rei hacía tanto aire que nos frenaba. No podíamos rodar a más de 23 km/h. Y no queríamos apretar más porque sabíamos lo que nos quedaba.
Cuando estamos parados en el último semáforo que hay en Molins, antes de cruzar el río, nos alcanza Jordi Santín que nos pregunta si nos pasaron los de la variante. Le dije que a nosotros no nos había adelantado nadie. Entonces se para antes de llegar a Pallejà para llamar a Jaime y decirle que él no hace la variante solo y que viene con nosotros.
Cuando pasamos el túnel que hay después de Pallejà, se unen a nosotros Juan Fitó, Rafael Toro y Marc Cabezos, teóricamente los de la variante. La pregunta del millón es... ¿Por qué no hicieron la variante?
Respuesta: no sabían el camino... :-P (Nota de la redacción: no sabemos para qué la Junta edita el boletín en papel con los recorridos detallados de las excursiones ni por qué los pone hasta con mapas en el blog... para lo que sirven, ya ves tú).
Fuimos todos juntos hasta Martorell. Subiendo hacia Gelida el aire desapareció y se hicieron dos grupos. Rafa Toro y Juan Fitó fueron tirando hacia delante y los perdimos. El resto fuimos juntos, total once unidades.
Al principio el grupo iba muy estirado hasta que al final nos reagrupamos todos y fuimos hasta Sant Sadurní juntos.
Cuando faltaba poco para llegar a Sant Sadurni, Jaime se unió a nosotros y en la entrada al pueblo hicimos reagrupamiento para ir todos juntos al nuevo bar.
Como sabía donde estaba, ya que Rubén lo indicó perfectamente en el blog, me adelanté para encontrarlo. Fue más fácil de lo que me imaginaba :-P. Me esperé en el cruce para llamar al grupo que venía en pelotón.
Una vez llegados al bar (La Terrassa del Cava), éste estaba lleno, así que entré y pregunté a ver si tenían sitio para catorce. En un plis-plas nos prepararon una mesa para todos.
Se estaba de coña, con una temperatura magnífica. Además estábamos instalados al lado mismo de la barbacoa donde preparaban las butifarras, mmmm… qué olorcito que hacían.
Mientras desayunábamos, nos hicimos algunas fotos. A la hora de pagar lo hicieron todo junto y a dividir por partes. Nos salió todo por unos 6 € y pico por cabeza.
Cuando salgo del bar me encuentro que solo estamos cinco socios, el resto desapareció... Más adelante quedamos cuatro: Joaquín, Francisco, Esther y yo. Fuimos a una buena marcha pero nunca conseguimos alcanzar a los demás. En fin...
El camino por la carretera de Gelida fue muy bueno y los cuatro íbamos en grupo toda la bajada. Llegamos a Martorell. Siempre temo lo mismo: los badenes para que los coches no corran. Bajar es chungo pero hacerlo en subida es aún peor, porque te rompe todo el ritmo.
Subimos el Congost muy bien. El sol ya pica un poco. Seguimos la marcha con una brisa que se hacía muy agradable circulando en la bici. Cuando salimos del túnel le digo a Esther que controle la subida de la rampa que se agarra mucho. Estamos llegando a ella y oigo clac, clac. Miro y veo que Esther baja piñones y la veo decidida a hacer algo sospechoso.
Me preparo y ¡¡PAM!! Lo que me temía se hizo realidad: Esther pega un palo de subida a la rampa de entrada a Pallejà que dejó clavados a Francisco y a Joaquín. La subió a 29 km/h... ¡¡una CRACK!! Vaya momento de gloria que se metió. Por detrás se oían los comentarios de Joaquín y Francisco: Esther va dopada, esto no puede ser, JAJAJAJAJAJA.
La entrada a BCN se hizo muy bien. En la Diagonal con Rosellón Francisco se despide y va para su casa. Joaquín, Esther y yo vamos a tomar una cervecita a un bar que conocemos que ya habían montado la terraza.
En la calle Rosellón veo el bar de un amigo que tenía abierto, así que fuimos allí a tomar una buena cerveza alemana. El día acabo perfectamente y sin ningún incidente.
Más información y fotos en el Blog de Esther y Emilio.
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