Crónica de Emilio Cebrián
Domingo a las 8:00 de la mañana. Punto habitual de salida, cruce de las calles Navas y Guipúzcoa. Nueve socios a punto de salir. Damos los cinco minutos de rigor como siempre y llegan dos más que iban hacer la variante y nos preguntan por la ruta. Les comento que este fin de semana algunos socios habían ido a Graus a una marcha. Entonces decidieron ir con nosotros, pero la sorpresa se la llevaron ellos ya que el grupo B tenía la intención de hacer la variante, para hacer un poco más de piernas y poder aguantar mejor la salida de la semana que viene.
El grupo parte a las 8:05 de la mañana. Cuando nos incorporamos a la Meridiana, me suena el móvil. Lo cojo y es Martinico: me llamaba para comunicarnos que ha sido abuelo y que apuntemos a su nieto como socio del Club. ¡Qué gran noticia y alegría! ¡¡FELICIDADES!!
El grupo se mantiene unido hasta llegar a Montcada con la carretera de La Roca. Allí el grupo se divide en dos con una distancia de unos 200 metros.
A la llegada a Vilanova del Vallès el semáforo nos partió definitivamente. El grupo de nueve unidades iba rodando a una buena marcha y unido. Llegados a la rotonda giramos en dirección a la carretera vieja y no por la autovía. Cuando el grupo llega al cruce para girar a la derecha en dirección Cardedeu, Rafael Toro iba a girar a la izquierda dirección Granollers. Las primeras risas y Rafa rectifica y hace la subidita a palo y se vuelve a poner primero, por lo que la vuelve a fastidiar: se va en línea recta dirección Sant Celoni en vez de girar a la izquierda para ir buscar Samalús. ¡¡Manda GÜEPS!! Todos gritándole a dónde vas, que hay que girar.
En fin, una persona que lleva en bici un montón de años que no se sabe el camino que el Club lleva haciendo otro montón de años, madre mía. Habrá que instalar "TONTONES" en las bicis también, jajajajaja.
La subida a Samalús se hace tranquila, eso sí, a un buen ritmo. Cuando los primeros coronamos y llegamos al cruce decidimos parar para el reagrupamiento. No hizo falta ya que el resto de compañeros estaban ya muy cerca. Nos pusimos de nuevo en marcha. El próximo reagrupamiento sería en La Garriga, pasada la estación del tren. La subida se agarraba bastante, por lo que el grupo se volvió a partir. Cuando llegamos a La Garriga, nuevo reagrupamiento. Dos unidades no se esperaron y continuaron, con lo que el grupo se quedó en siete ciclistas.
La subida de La Garriga a L'Ametlla se hizo también a un buen ritmo y de allí a Bigues. Cuando faltaba más o menos un kilómetro para llegar, nos cruzamos con Pere Martínez, que hizo la salida normal por empalmar con la salida del trabajo. Cuando llegó al bar, y al ver a los primeros compañeros, éstos le dijeron que veníamos atrás y decidió dar la vuelta para encontrarse con nosotros. Cuando llegamos al Bar La Parada, llegaba entonces Bernardo, otro socio más.
Dejamos las bicis y nos disponemos a coger mesa. El bar está lleno y la terraza también, así que le decimos a la camarera que entramos en el comedor que esta vacío ya que somos unos doce. Ella nos dice que si no hay sitio lo siente mucho: en el comedor, NO. En el comedor no había ni una sola mesa preparada, solo están los manteles a cuadraditos puestos. En fin, cuando nos dice eso y nos empezamos a dar la vuelta, los clientes que estaban allí, se levantan de sus mesas y nos las dejan. Gracias a ellos pudimos almorzar, sino nos hubiéramos tenido que ir a buscar otro sitio, que viendo el trato recibido después lo teníamos que haber hecho.
Cuando nos sentamos en la mesa, llegan entonces los que salieron de la variante, que eran cuatro unidades más un agregado.
Nos montan las mesas rápido, nos sirven igualmente de rápido y a la hora de pagar nos traen una nota conjunta de todo pero desglosada. Hasta ahí todo correcto. A la hora de pedir cambio la muchacha que había detrás de la barra no quería. Al final conseguimos que nos den cambio, pero mi sorpresa es que por un bocadillo de tortilla de atún me clavaron 4.50 € y con Esther repasando la nota nos dimos cuenta de que son unos careros.
Estamos todos ya en la calle. Nos ponemos en marcha para BCN pero cuatro unidades que son Bernardo, Climent, José Luis y Asun deciden subir a Sant Feliu.
La vuelta se hizo a buen ritmo, todos juntos y, cuando estamos entrando en Montcada, nos cogen Bernardo y Climent. Nos dicen que Asun y José Luis vienen por detrás. Decidimos esperarles en la gasolinera de Montcada. Tardaron en llegar unos 3 minutos.
Una vez reagrupados todos rumbo a casita y, como no, a tomarnos esa cervecita tan merecida como cada domingo.
Más fotos en el blog de Esther y Emilio.
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