Crónica de Emilio Cebrián
Domingo 28 de junio. Son las 7:30 de la mañana. En el punto de encuentro habitual del Club estábamos catorce socios. Esperamos los cinco minutos de rigor por si alguien se había dormido. Al ver que no venia nadie más, partimos.
Al coger la calle Aragón, por un semáforo, nos partimos en dos grupos. Tres integrantes iban por delante y el resto detrás. Al llegar a la calle Girona los vemos. Había pinchado Pepe. Nos dijeron que continuáramos que ya nos cogerían. Por detrás se unieron al grupo Juan y Fina con el tándem.
Seguimos la calle Aragón. Entramos en la avenida de Roma para girar a la derecha y subir por Urgell. Llegamos a avenida Sarrià. Hasta allí paramos en muy pocos semáforos ya que se iban abriendo conforme llegábamos a ellos. Entramos en la Diagonal y nos desviamos a la derecha para buscar Esplugues. Todo ese trozo está en obras. Vemos que nos han quitado la rotonda y nos obligan a hacer mas vuelta, cada vez peor...
Al llegar a Sant Feliu de Llobregat vemos que la carretera sigue cortada por obras, así que giramos a la izquierda para buscar la calle El Plà, que es la que va por la parte de abajo del polígono industrial. Fuimos por allí hasta llegar a Molins de Rei.
Allí cogimos la N-340 de nuevo y, antes de cruzar el río, nos encontramos con Xavier, otro socio que iba hacer la variante pero como vive fuera de BCN vino por Rubí. Le saludamos, hablé con él y proseguimos la marcha. Él se quedó a esperar a los de la variante.
Cruzamos el río y giramos a la derecha donde cogemos la N-IIa hasta llegar a Martorell. El grupo siempre fue junto algo estirado pero junto... Y allí empezamos la subidita dirección a Gelida, donde el grupo empezó a romperse. Cada uno subía a su ritmo.
Al llegar a la rotonda de Gelida veo bajar a Pepe que hizo la variante. Me preguntó por el grupo. Yo le dije que iban todos por delante y que yo estaba con los últimos. Me dijo "venga vamos". Así que los dos fuimos a plato por dentro de Gelida, que menudas rampitas que hay. Íbamos atacándonos mútuamente: él me pasaba, lo pasaba yo... me lo pasé en grande.
Luego en la carretera de descenso a Subirats, los dos íbamos a la caza del grupo. Bajamos a un ritmo de narices. Al rato los cazamos y adelantamos, jijiji... Al final llegamos a la Urbanización Casablanca, que es donde está el restaurante El Parador, punto del almuerzo.
Me quedé en el cruce esperando al grupo para que nadie se despistara y pasara de largo. Poco a poco iban llegando los socios. A los primeros les dije que empezaran a coger mesa ya que es un bar que se llena muy rápido de gente. Y así hicieron. Juntaron cuatro mesas y así cabíamos los 17 socios y faltaban todavía los de la variante... Nos tomaron nota y fueron muy rápidos en servirnos. Empezamos a almorzar y llegan el resto de compañeros, nada menos que nueve y la compañía de Ángeles Juan. Pues éramos 26 socios, vaya pasada...
Una vez almorzados salimos para BCN por el mismo recorrido. El calor ya empezaba a dejarse notar. Mientras íbamos por la carretera de Gelida se iba fresco por la sombra pero, al llegar a Martorell y subir el Congost, madre mía como calentaba el sol. El grupo se estiró bastante, ya que los del tándem por falta de kilómetros en las piernas iban un poco atrancados... A la entrada a Pallejà hicimos reagrupamiento y después proseguimos la marcha.
A llegar a Sant Feliu, a 200 metros del inicio del tranvía, al socio José Gracia se le reventó la cubierta delantera de la bici, aunque por suerte no cayó al suelo. Además de él, se montaron en el tranvía Jesús Nuño y Jordi Martínez para acompañarle.
El resto subimos las rampas de Sant Feliu a Esplugues con toda la chicharrina que caía. Una vez arriba, paramos a beber agua en la fuente que hay.
Una vez refrescados nos fuimos para casa. A las 13:30 estábamos tomando la cervecita los socios Juan Alarcón y su señora Mari Carmen, Joaquín Mallenco, Antonio Nuño, Esther Cabanas y Emilio.
Más imágenes de la matinal en el blog de Esther y Emilio.
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